
El resultado de las pasadas elecciones británicas deja a Theresa May en una situación de debilidad dentro y fuera de su partido, para enfrentarse a las negociaciones del Brexit con el bloque comunitario, que deben comenzar el próximo 19 de junio. Altos cargos de su gabinete trabajan para presentar una oferta más moderada que podría abrir la puerta a mantener a Reino Unido en el mercado único. l El ministro británico del Brexit sale en defensa de May, en el punto de mira tras el órdago fallido
Algunos ministros del gabinete de Theresa May ya están trabajando en moderar el Brexit duro en las posiciones negociadoras con la Unión Europea, que incluso permitan a Reino Unido mantenerse en el mercado único, según informa Bloomberg.
El "Brexit is Brexit" de May de antes de las elecciones para anunciar un duro enfrentamiento con Bruselas ha pasado a un segundo plano con el fracaso en las elecciones. La premier tiene una situación débil dentro de su partido y fuera que le impide imponer su visión sobre la salida del Reino Unido, subrayan dentro de su equipo.
Una señal de la difícil posición de May es la incorporación al próximo gobierno de Michael Gove, ex ministro de Justicia y uno de los aspirantes a suceder a Cameron, y la permanencia de Boris Johnson, como ministro de exteriores. Ambos políticos conservadores fueron enemigos internos de May en la lucha interna del partido y refleja como ha tenido que hacer concesiones a las críticas internas tras los comicios. También ha dado paso como número dos del futuro gobierno a Damian Green, ex ministro de Trabajo y contrario a la salida de Reino Unido de la UE.
Partidarios del Brexit duro
David Davis, querepite como ministro para negociar el Brexit, ha asegurado que la prioridad del nuevo ejecutivo será recuperar el control de las fronteras y competencias legislativas cedidas a Bruselas, "pasamos diez meses en elaborar esta estrategia e implica abandonar el mercado único", dijo este fin de semana en una entrevista a ITV. Pero el ministro de Economía, Philip Hammond, partidario público de un Brexit moderado, condicionó repetir en el gabinete a que May le cediera mayor influencia en las negociaciones.
Las tensiones internas del partido se manifiestan en las declaraciones enfrentadas del que será el nuevo gobierno de May contra las posiciones públicas. Algunas fuentes informan que el acuerdo con Demócratas Unionistas Protestantes de Irlanda del Norte (DUP) implica que permanecer en el mercado único como una prioridad para impedir una frontera entre las dos irlandas y no perjudicar los intereses empresariales.
Para el experto Tony Travers, profesor de política de la London School of Economics, la lectura de los resultados electoral significa que los británicos han votado a favor de salir de la Unión Europea, pero sin que sus vidas se vean afectadas. Es decir, está a favor de un Brexit suave.
Día de las negociaciones
May sigue insistiendo que no dudará en abandonar el mercado único si no obtiene un buen acuerdo con Bruselas. La premier aseguró a la canciller alemana, Angela Merkel, que se sentará en la mesa de negociaciones el 19 de junio. Davies ha anunciado que lo primero que se abordará será despejar la incertidumbre sobre los trabajadores comunitarios que residen en Reino Unido y los británicos que viven en los países de la Unión Europea.
Para los medios británicos está cada vez claro que el partido de May se enfrenta a un nuevo enfrentamiento interno para marcar la postura del Brexit. Las facciones preeuropeas ven una oportunidad para alejarse del temido Brexit duro. La ex ministra Anna Soubry con David Cameron no esconde su opinión de que el pueblo quiere negociaciones productivas y buen acuerdo que no suponga la desconexión de Reino Unido. "May tiene que tejer un consenso para las negociaciones", dice a la BCC.
"La mayoría de la gente no perdonarán a Theresa May" por las elecciones anticipadas, indica Martin Frost, el consejero delegado de Cambridge Medical Robotics, una compañía británica que está desarrollando un sistema robótico de cirugía. Las empresas están enojadas con la deriva política tras el referéndum del año pasado y acogerían con agrado un Brexit suave.
Sin embargo, la facción más euroescéptica del partido rechaza esta postura por el alto coste político y económico. Permanecer en el mercado único significa aceptar el pago de miles de millones a Bruselas, la inmigración europea y seguir bajo la jurisdicción de de la Corte Europea de Justicia.
Pero la realidad es que May no tendría suficientes votos en el Parlamento para apoyar su visión de la ruptura, y le resultaría muy difícil aprobar leyes en este sentido, indicó un ministro. El acuerdo con la UE será inevitablemente más suave.