Economía

¿Burbuja de crédito en Israel? Coches para todos, mejores ordenadores y teléfonos nuevos

  • Los israelíes se están endeudando para comprar más y mejores coches
  • Los impagos de créditos al consumo están aumentando últimamente
Foto de Getty

Con sólo echar un vistazo a las carreteras de Israel en la última década, probablemente se puede ver con cierta facilidad que cada año están más congestionadas. Las familias del país tienen más coches por cabeza que en el pasado, pero además empiezan a abundar los coches de gama alta.

Las familias que solían tener solo un coche ahora tienen varios. Los cambios son evidentes dentro de los hogares israelíes. La tecnología gana terreno y las tabletas, teléfonos inteligentes y televisores de pantalla plana ocupan cada vez un espacio mayor.

Todo el mundo se endeuda

La fiebre por el consumo no es sólo cosa de la clase media alta: los israelíes más pobres suponen una parte cada vez más importante de este tipo de consumo de bienes sofisticados, según un reciente estudio del Ministerio de Hacienda.

Mientras que los tipos de interés permanecen anclados en mínimos récord, los trabajadores aprovechan los aumentos salariales y unos costes de endeudamiento más bajos para actualizar todo, desde los ordenadores a los automóviles. Eso impulsa el crecimiento económico, pero también el apalancamiento en un país que hasta hace poco había sido bastante conservador en materia de préstamos.

Endeudamiento de los hogares en porcentaje del PIB. // Fuente: Bloomberg

Hasta ahora, el auge del consumo es una buena noticia. La economía creció un 4% el año pasado, muy por encima del promedio de los países desarrollados. Pero el apalancamiento está empezando a preocupar a las autoridades.

Yoel Naveh, economista jefe del Ministerio de Hacienda, advirtió a principios de este mes que el crecimiento del 9% en el crédito a las familias el año pasado le hizo pensar en la crisis de las hipotecas subprime de Estados Unidos. Sus comentarios tuvieron lugar después de que la supervisora del sector bancario, Hedva Ber, advirtiese de que el sistema financiero podría estar acumulando demasiado riesgo concentrado en los consumidores.

"El crédito es como la sal en los alimentos: la comida sin sal es insípida, pero demasiada sal sabe mal y no es saludable", comenta en una conferencia de prensa de finales de mayo en Tel Aviv. "Si pensamos que el problema persiste y crece, intervendremos según sea necesario".

Las auditorías de los bancos israelíes el año pasado revelaron un fuerte aumento en los incumplimientos de pago entre los consumidores, asegura Ber. Aunque los bancos siguen siendo sólidos (resistieron la crisis financiera de 2008 sin ninguna quiebra), los riesgos han aumentado, agregó.

Los políticos también están advirtiendo el problema: en una reciente audiencia parlamentaria, la legisladora Zehava Galon, del partido izquierdista Meretz, dijo estar alarmada por el fuerte aumento de las solicitudes de quiebra personales después de que los préstamos para hogares crecieran un 23% en los últimos tres años.

El banco central está tranquilo

Por ahora, el Banco de Israel no está demasiado preocupado, puesto que el crecimiento del crédito está siendo controlado y el nivel de endeudamiento privado aún es relativamente bajo si se compara con otros países desarrollados. 

Aun así, advirtió que las reformas gubernamentales para reforzar la competencia en el sector crediticio podrían exacerbar la situación.También ha habido un aumento en los préstamos no bancarios, que son más difíciles de rastrear por parte del gobierno y el banco central. Ber señaló que su hijo de 13 años recibió recientemente un mensaje de texto donde se le ofrecía un préstamo, una forma común de atraer a los prestatarios en Israel.

Pocos israelíes se quejan: disfrutan de más vacaciones, mejores coches y dispositivos electrónicos de primeras marcas. Esta fiebre del consumo no está afectando a la inflación, que permanece debajo de la meta del gobierno y del banco central del país. Las autoridades israelíes también están implementando reformas destinadas a impulsar la competencia, que hacen bajar los precios. Además, la apreciación del shekel israelí está amortiguando la posible subida de precios, puesto que las materias primas (denominadas en dólares) y otros bienes importados presentan unos precios relativos inferiores.

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