
Estados Unidos en su conjunto creció en el tercer trimestre un 3,2%, según los datos más reciente del Buró de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio. Una situación que hace pensar que la Reserva Federal subirá tipos la próxima semana.
Un incremento de 25 puntos básicos que llega en un momento en que la tasa de paro toca mínimos de los últimos nueve años y los planes económicos de la próxima administración Trump aventuran rebajas fiscales así como un incremento del gasto público, recetas que sobre el papel proyectan un repunte del crecimiento así como de la inflación.
Sin embargo, no todo el país ha conseguido salir del atolladero, especialmente algunos de los estados vinculados a la exploración y explotación de pozos de petróleo. Las cifras de la BEA publicadas el miércoles estiman que un total de siete estados sufrieron una contracción de su actividad económica en el segundo trimestre del año, con Dakota del Norte liderando el ranking con un crecimiento negativo del 5,6%.
Un estancamiento significativo causado por el lastre de más de 2 puntos porcentuales causado por el sector agrícola en la economía de este estado y su vecino, Dakota del Sur, cuyo PIB se contrajo un 1% entre abril y junio de este año, según los datos más actualizados de la agencia federal. El sector minero, que cayó un 20,4% a nivel nacional, también arrastró a otros estados, como Wyoming, que se contrajo un 5,3% en segundo trimestre, así como Alaska, Oklahoma, Virginia Occidental, cuyos respectivas economías registraron un signo negativo del 2%, el 2,7% y el 0,8% respectivamente.
En la última actualización de la BEA, cuyos datos regionales suelen contar con cierto retraso con respecto a los del país en su conjunto, confirmaron que tres estados como Alaska, Dakota del Norte y Wyoming encadenan ya seis trimestres consecutivos de recesión económica, que en su punto álgido llegó a contraer la actividad en un 19,6% en el caso de Dakota del Norte durante los tres primeros meses de este año. Un hecho que coincidió con los mínimos registrados por los precios del crudo, que llegaron a perder la cota psicológica de los 30 dólares.
En el caso de Alaska, su economía llegó a registrar una contracción del 5,1% durante el último trimestre de 2015. Wyoming vio como su PIB registró un crecimiento negativo del 10,6% y el 10% entre los últimos coletazos del año pasado y los primeros compases de 2016, coincidiendo con los momentos más volátiles para los precios del petróleo.