
El Gobierno de Mariano Rajoy y las autoridades comunitarias de Bruselas han pactado, con el beneplácito de Alemania, conceder a España una vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE), devolviendo a nuestro país el puesto en el Comité Ejecutivo que se perdió en el año 2012, tras la salida de José Manuel González Páramo.
Esta vuelta de nuestro país al directorio del Banco, en el que había estado siempre representado desde la fundación del organismo supervisor de la eurozona, deberá esperar todavía dos años, dado que la próxima vacante, que es la vicepresidencia que ocupa el portugués Vítor Constâncio no queda libre hasta el primer trimestre de 2018.
A este cargo aspiraba, con sólidos fundamentos, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, tras perder la presidencia del Eurogrupo ante el holandés Jerome Dijsselbloem. Sin embargo, en medios próximos al Ejecutivo de Madrid apuntan que desde el BCE se les ha hecho saber que prefieren a una mujer para ese puesto para cubrir, así, la cuota femenina.
A la espera que se concrete la designación, que tiempo hay, en los círculos próximos al titular de Economía resaltan que las aspiraciones de De Guindos al BCE es una de las causas por las que el ministro ha dado marcha atrás en su decisión de no repetir en el Gobierno y, en Moncloa, siempre con la lógica prudencia, se da prácticamente por hecha su continuidad en el nuevo Consejo de Ministros.
"La mejor forma de conseguir esa silla en el BCE es estar en el Gobierno", apuntan, al tiempo que destacan que De Guindos es el hombre que da confianza en Bruselas, es amigo personal del todopoderoso ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y ha sido quien ha conseguido que la CE amplíe el plazo a España para cumplir con el objetivo de déficit del 3 por ciento, además de evitar las sanciones por el incumplimiento del año 2015.
Otro elemento que parece apuntar a que seguirá ocupando una cartera es, señalan, "el cambio de discurso del ministro", aludiendo a que si hace meses éste respondía con un "no" claro a las preguntas sobre su permanencia en el Gabinete, ahora el ministro en funciones ha cambiado aquella negativa por un "eso hay que preguntárselo a Rajoy".
El plazo de dos años hasta que quede vacante la vicepresidencia sería también ideal para De Guindos, puesto que le permitiría culminar su labor al frente del Ministerio de Economía para luego dejar el Gabinete, máxime si, como muchos aventuran, estamos ante una legislatura corta de tres años como mucho.
Al margen de los méritos personales y profesionales, las condiciones que se exigen para ocupar un cargo en la dirección del BCE son dedicación exclusiva, el acuerdo previo de los Estados miembros sobre el candidato, y llevarlo al Consejo de Gobierno del Banco, previa consulta al Parlamento europeo.