
Benoit Coeuré, economista jefe del Banco Central Europeo, ha advertido del riesgo que corre la Eurozona de sufrir los efectos de la histéresis, un concepto que en economía hace referencia a la imposibilidad del mercado laboral de recuperar su comportamiento natural después de un shock. En una conferencia sobre finanzas organizada en la Universidad de Goethe, el economista francés ha alertado sobre el coste de la histéresis para la sociedad, un daño que podría convertirse en crónico.
Coeuré ha insistido en la necesidad de implementar reformas estructurales para incrementar el crecimiento potencial de la economía. "Las economías son golpeadas constantemente por shocks, que desvían el crecimiento potencial y de inflación lejos del objetivo de los bancos centrales... en principio, estas desviaciones del crecimiento potencial pueden ser manejadas mediante una estabilización macroeconómica apropiada. Sin embargo, las desviaciones cíclicas pueden tener efectos duraderos sobre la producción potencial a través de un proceso llamado histéresis".
La histéresis es un concepto que empleado en economía suele hacer referencia sobre todo al mercado laboral. Que la tasa de paro aumente en medio de una recesión es algo normal, por los efectos derivados sobre el consumo, inversión, etc. de un ciclo recesivo. Pero si años después de haber finalizado la recesión, el mercado laboral sigue mostrando grandes debilidades, es porque la histéresis ha hecho su aparición.
Durante una recesión se suele producir un incremento de número de parados, si estos desempleados pasan un largo periodo (desempleo de larga duración) sin trabajar puede perder parte de su valía. La formación de una persona desempleada podría quedar desfasada si este individuo no puede o no tiene la voluntad de reciclar sus conocimientos para adaptarlos a los requisitos de un mercado laboral cambiante. Por ello, el gasto eficiente en políticas activas de empleo es vital para mantener la capacidad productiva de un país. Esta descapitalización de parte del factor trabajo puede influir en el crecimiento potencial del país.
"Una tragedia"
Coeuré explica que "por ejemplo, después de un período prolongado de crecimiento por debajo del nivel potencial, el público puede llegar a volverse pesimista sobre las perspectivas futuras de crecimiento y de ingresos, y por lo tanto reducir el consumo y la inversión. En el corto plazo, un menor consumo y la inversión empeoran la brecha negativa (output gap) del crecimiento. La menor inversión también reduce la capacidad a largo plazo y, por tanto, la producción potencial futura. De esta forma, hay un riesgo de histéresis", sostiene el economista francés.
Profundizando aún más sobre esta cuestión, el economista jefe del BCE destaca que la histéresis significa que "las personas desempleadas por una recesión cíclica podrían continuar sin empleo por un periodo largo, una pérdida muy valiosa de capital humano, que finalmente puede convertirse en parados estructurales, una tragedia para ellos y para sus familias, y una pérdida para la sociedad".
Coeuré reconoce que hay grandes evidencias de que en la Eurozona hay una brecha negativa en el crecimiento potencial. Además, el desajuste entre habilidades requeridas por los empresarios y la formación del factor trabajo se ha incrementado, "en parte derivado del cambio en la composición sectorial, como el sector de la construcción que se redujo rápidamente" cuando estalló la crisis.
Para intentar revertir esta situación, el economista jefe del BCE ha sentenciado que "posponer las reformas necesarias ya no es una opción válida". Coeuré asegura que "el apoyo monetario para la recuperación continuará hasta que la inflación se ajuste de manera sostenible a nuestro objetivo". Una mezcla de reformas estructurales, estímulos fiscal y apoyo monetaria puede ser la fórmula para evitar los efectos de la histéresis.