
La política expansiva del BCE para incentivar la economía en la zona euro y las medidas aportadas por el Gobierno han permitido que el Estado español haya emitido unos 100.000 millones de deuda a corto plazo en tasas negativas.
Este recorte drástico de los intereses en los bonos emitidos por el Tesoro va a permitir a las arcas públicas destinar este año 2.000 millones menos al pago de los cupones sobre lo presupuestado, según avanzó ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos. El Ejecutivo había estimado inicialmente un coste total en intereses de 33.500 millones para el conjunto de 2016.
Este es uno de los datos que el ministro quiso destacar ayer en unas jornadas organizadas por KMPG sobre la evolución de la economía de nuestro país minutos antes de que el FMI revisara las estimaciones para los próximos años. Tras su publicación, Guindos se congratuló de las previsiones del organismo internacional porque demuestran que es el país avanzado "que más crece".
"Las reformas han funcionado y han llevado a que la economía española esté ya en el camino de salir definitivamente de la crisis", destacó. Pero, a su juicio, es necesario que se forme cuanto antes un Gobierno estable con el objetivo de mantener la buena inercia porque ya hay datos que indican una desaceleración, como la confianza de los consumidores y la demanda de crédito por parte de pymes, autónomos y familias.
Guindos apremió un Ejecutivo que sea capaz de proseguir con las reformas y de cumplir con los compromisos adoptados con Bruselas, dando a entender que al PP no sólo le basta con la abstención del PSOE, sino que necesita su apoyo para aprobar determinadas medidas en los próximos años.
Evolución del empleo
La evolución del PIB, apuntó el ministro, también se refleja la creación de empleo y en el nivel de renta. Sobre el paro en septiembre, que aumentó por el fin de la temporada veraniega, el titular de Economía destacó que los datos del tercer trimestre ponen de manifiesto que las afiliaciones a la Seguridad Social crecen a un ritmo "elevado" del 3% interanual. En cuanto al futuro, se mostró optimista y vio más que probable que España pueda recuperar los niveles de empleo precrisis (20 millones de ocupados en 2007) en tres ejercicios si se mantiene un impulso del 3% en la economía y la generación de 500.000 puestos de trabajo cada doce meses.
Pese al optimismo mostrado por el ministro, el desempleo de España sigue siendo uno de los más altos entre las economías avanzadas, sólo superado por Grecia, que este año contará con una tasa de paro del 23,3%. En sus proyecciones a medio plazo, el FMI considera que el ratio de desempleo se reducirá hasta el 15,3% en 2021, un nivel que contradice las proyecciones dadas por Guindos. Destaca el informe del FMI que el PIB de España en dólares corrientes cae dentro del ranking mundial. Nuestro país se situará en el decimocuarto puesto este año, frente al duodécimo anterior, con 1,25 billones de dólares, superado por Rusia y Australia.
Más cercano, según el ministro, está el conseguir los mismos niveles de renta de la época del boom. Guindos indicó que éstos se lograrán en dos o tres trimestres.
Para el ministro también existen incertidumbres que pueden frenar la marcha de España, al margen de la formación de un Gobierno estable. Estas inestabilidades provienen, a juicio de Guindos, del empuje de los populismos en distintos países, que están parando los flujos en el comercio mundial y están provocando desafíos relevantes como el Brexit, cuyas consecuencias aún se desconocen.
Otros retos a los que se enfrenta España y el resto de países europeos son la culminación de algunos proyectos significativos, como son la Unión Bancaria con la creación de un sólo fondo de garantía de depósitos, y la puesta en marcha de una misma estrategia fiscal en el conjunto de la zona comunitaria.