
Devastador informe del Instituto de Estudios Fiscales del Reino Unido para los nacidos en los años 80. Según este centro, dicha generación es la primera cuyos ingresos no son mayores al alcanzar la edad adulta que los de los nacidos en la década anterior. Por si esto fuera poco, la riqueza de los nacidos en los 80 es la mitad que la obtenida por la generación de los 70 a la edad de los 30 años.
El informe explica que "aquellos que tengan alrededor de 30 años, nacidos a principios de los 80 tiene una riqueza media neta de 27.000 libras por adulto, incluyendo vivienda, activos financieros y pensiones privadas. Esto es la mitad que la riqueza del acumulada por los hogares conformados por personas nacidas en los 70, que a los 30 años acumulaban 53.000 libras".
La acumulación de activos es una tarea más compleja en los tiempos actuales, "este es el resultado del estancamiento de los ingresos para los individuos en edad de trabajar durante la pasada década. Los ingresos medios reales para las personas entre 25 y 55 años han crecido sólo un 2% entre 2005 y 2015, comparado con un crecimiento del 26% entre 1995 y 2005", destaca dicho informe.
Por otro lado, el informe destaca que la menor tasa de propiedad de vivienda entre los nacidos en las últimas décadas explica en gran parte las diferencias entre la riqueza. "El 80% de los nacidos entre los años 40 y los 50 tienen vivienda en propiedad... el 60% de los nacidos en los 70 también cuentan con vivienda en propiedad, mientras que sólo el 40% los nacidos a principios de los 80 son propietarios, comparado con el 55% de los nacidos en los 70 a la edad de 30 años".
La herencia de los padres
De modo que la gran diferencia de riqueza entre generaciones tan cercanas es producto por un lado de unas tasas de propiedad de vivienda muy inferiores y del estancamiento de los salarios. Esto se debe por un lado al incremento de los precios de la vivienda, pero también según destaca el informe a que "los cohortes más jóvenes tienen mayor propensión a esperar para heredar la vivienda de sus predecesores".
"La creciente importancia de las herencias tiene importantes consecuencias para la desigualdad y la movilidad intergeneracional", concluye el informe. Una parte de población acumula la mayor parte de los activos y las rentas que generan, mientras que otra parte (los más jóvenes) no tienen activos y son los que generan las rentas (vía alquileres y consumo).