
La movilización contra la reforma laboral del Gobierno socialista francés había perdido fuelle en las últimas semanas respecto al comienzo de las protestas a principios del pasado mes de marzo. Pero la octava jornada de movilizaciones desarrollada ayer a nivel nacional retomó el tono, marcada por bloqueos y huelgas, en particular en el sector de la energía, con problemas de escasez de carburante y riesgo de cortes eléctricos parciales.
De alargarse en el tiempo, la extensión de las protestas pone, por un lado, en riesgo la economía del país y, por otro, en jaque a un Gobierno que asegura que garantizará el aprovisionamiento mientras tira de reservas estratégicas de carburante ante el desabastecimiento de refinerías, depósitos y más del 30% de las 12.000 gasolineras distribuidas por el mapa francés, que están secas.
No es la primera vez que el Estado galo recurre a las reservas de petróleo. En el año 2010 el gabinete de François Fillon las empleó cuando los sindicatos bloquearon las refinerías durante varias semanas en protesta contra la reforma de las pensiones de jubilación que aplicó entonces Nicolás Sarcozy.
En esta ocasión, aunque el Ejecutivo de Manuel Valls aseguró que haría uso del stock de carburante como "último recurso", el Estado puso en marcha esta medida el lunes tras los problemas de abastecimiento derivados de los bloqueos que los trabajadores y los militantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) pusieron en marcha el pasado viernes como muestra de rechazo a la ley del trabajo, bautizada como 'El Khomri'.
El Gobierno asegura que se trata de un uso "marginal", ya que en los depósitos se almacena el equivalente a 115 días de consumo, al tiempo que recuerda que el país galo importa el 50% del combustible. Sin embargo, la tensión vivida los últimos días ha multiplicado el consumo hasta niveles récord, con los automovilistas llenando sus depósitos por precaución, por lo que se han incrementado las importaciones de carburante, sobre todo desde Bélgica y Reino Unido.
De las ocho refinerías que hay en Francia, cuatro están totalmente paradas, dos funcionan sólo parcialmente y las otras dos trabajan con normalidad, según explicó ayer en una radio estatal el presidente de la Unión Francesa de Industrias Petroleras (UFIP), Francis Duseux.
Se suman las nucleares
A los bloqueos energéticos se sumaron ayer 16 de las 19 centrales nucleares, que producen más del 75% de la energía del país, aunque la capacidad energética se redujo cuatro gigavatios, el equivalente al 6% de la capacidad de producción nacional.
En la jornada del miércoles continuaron también los paros de la compañía de ferrocarriles SNCF y el aeropuerto de Orly recortó sus vuelos un 15% por la huelga de controladores aéreos.