
En ocasiones, las buenas noticias no son tan buenas. El Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó el viernes su segunda revisión del PIB del país correspondiente al último trimestre de 2015. La mejora de tres décimas situó la expansión económica estadounidense en el 1% pero la composición de ésta es ahora menos favorable de lo anteriormente previsto. "Los inventarios sólo restaron un 0,1 punto porcentual del crecimiento, comparado con el 0,45 estimado previamente", señaló Ryan Sweet, analista de Moody´s Analytics. "Normalmente las mejoras en el PIB suelen ser bienvenidas pero en esta ocasión es diferente", matizaba.
En estos momentos, el cúmulo de inventarios a este lado del Atlántico superará en 30.000 millones de dólares (en términos anualizados), los niveles que son considerados sostenibles. Es decir, el ajuste de los mismos se está produciendo de forma mucho más lenta de lo esperado, lo que hará mella en el crecimiento de la primera mitad de 2016. "Afortunadamente, el impacto será pequeño, pero la corrección den los inventarios tardará más de lo previsto en normalizarse", opinaba Kristin Reynolds, economista de IHS. Desde la Reserva Federal de Atlanta, su indicador GDP Now estima que actualmente la economía de EEUU crece a un ritmo del 2,1% desde el 2,7% estimado hace un par de semanas.
Durante la jornada del viernes también conocimos como las presiones inflacionarias siguen haciendo tímidos actos de presencia. El pasado mes de enero, los ingresos de los estadounidenses crecieron un 0,5%. El avance de los salarios y los sueldos fue de un 0,6%. Por su parte, el gasto subió un 0,5%. Si ajustamos esta cifra a la inflación, el incremento fue del 0,4%. "Es obvio que los consumidores de EEUU están haciendo buena parte del trabajo para la economía de EEUU", indicó Chris Christopher, director de Economía de Consumo de IHS Global Insight. Como es evidente, la gasolina barata y los precios de los alimentos están sirviendo de estímulo para los estadounidenses. El gasto del consumidor podría crecer en el trimestre en curso un 3%, casi un punto porcentual más que el registrado a finales de 2015.
Aún así, la confianza de los consumidores estadounidenses disminuyó ligeramente en el mes de febrero, hasta situarse en 91,7 puntos, frente a los 92 puntos de enero, según el índice elaborado por la Universidad de Michigan. Este dato se sitúa lejos del año anterior, cuando la confianza de los consumidores alcanzó los 95,4 puntos. Mientras, la valoración de la actual situación económica por parte de los estadounidenses ha experimentado una ligera mejoría, al situarse en 106,8 puntos frente a los 106,4 puntos de enero.
Además, las expectativas de los consumidores descendieron hasta los 81,9 puntos, frente a los 82,7 puntos del mes anterior. La Universidad de Michigan indicó que esta caída en términos interanuales es consecuencia de la visión de las perspectivas económicas de la economía, aunque ha destacado que la perspectiva de la situación financiera personal ha mejorado "a su mejor nivel en diez años".
Actualmente, los inversores y el mercado comienzan a cambiar sus expectativas sobre una próxima subida de tipos. Según el FedWatch de la CME, en la próxima reunión de marzo, sólo el 12,4% estima una subida de 25 puntos básicos, sin embargo este porcentaje ha crecido con respecto a las últimas semanas. Las expectativas cambian de cara a la segunda mitad del año, con más de 40% del mercado descontando una subida el 21 de septiembre. El mercado se encuentra dividido y el 50% estima que el año se despedirá con al menos una subida de tipos de 25 puntos básicos en 2016.