
El consenso de los economistas dice que cuando la Fed decida subir tipos la apreciación del dólar proseguirá su curso e incluso podría intensificarse. Sin embargo, Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, cree que ocurrirá todo lo contrario, el dólar se depreciará y el euro no alcanzará la paridad con el billete verde porque los mercados ya han descontado el movimiento de la Fed. Esta depreciación del dólar servirá para impulsar a la economía mundial que está endeudada en billetes verdes.
"Los mercados están descontando que la Reserva Federal subirá los tipos de interés en diciembre y que este movimiento llevará al dólar estadounidense hacia nuevos máximos y, con él, al euro por debajo de la paridad, un nivel que no vemos desde el año 2000, cuando la burbuja informática tocó su máximo. Sin embargo, hay razones para ser escépticos respecto a esto. La fortaleza del dólar parece ser inversamente proporcional a la dirección de los tipos de interés de EEUU", asegura el economista de la entidad financiera danesa.
Un explicación con sentido
"El estatus del dólar como divisa de reserva a nivel mundial produce confusión. Circulan más dólares fuera de EEUU que dentro del país. De modo que cuando la Fed eleva los tipos de interés, simultáneamente reduce el posible crecimiento económico del resto del mundo. Para rectificar esta situación, el dólar debe debilitarse para volver al equilibrio. El precio del dinero sube mientras que los costes del tipo de cambio descienden, y entonces se crea un nuevo punto de equilibrio".
A nivel global, el 70% de todas las reservas de divisas se mantienen en dólares y entre el 60% y 70% de toda la deuda emitida desde el principio de la crisis financiera ha sido emitida en dólares. Al mismo tiempo, la gran mayoría de las materias primas están denominadas en dólares.
A medida que el dólar se hace más fuerte, las materias primas son menos atractivas porque son más 'caras' en términos de otras divisas. Si las materias primas son menos atractivas "se debilitan las exportaciones de los mercados emergentes y de los países que producen energía, por lo tanto, reducen sus importaciones (exportaciones de EEUU y Europa). Esto finalmente reduce el superávit que, tradicionalmente, han invertido en activos de EEUU".
Un dólar más fuerte reduce el crecimiento, lastra las materias primas y aumenta el coste de pago de los 57 billones de dólares en de deuda en todo el mundo desde el comienzo de la crisis financiera.
La respuesta del mundo a la ralentización económica y al debilitamiento de la confianza de los consumidores fue hundir los tipos de interés para crear 'dinero barato'. "El problema es que el dinero barato no solo tiene como consecuencia la mala distribución de los recursos, sino también una estructura de incentivos poco saludable que se aleja de las inversiones y, por ende, de la productividad".
Ahora estamos en un momento en el que la Reserva Federal comenzará el proceso de normalización de la política monetaria. Esto probablemente suceda en la reunión de diciembre o durante el primer trimestre del 2016. En la práctica, la normalización se implementa a través de las tipos de interés clave de la Reserva Federal y es una señal de que los tipos bajos, y la resultante expectativa de tasas bajas está llegando a su fin.
Steen advierte
"Llevo trabajando en los mercados desde 1989. Durante mi carrera, sólo viví tres subidas de tipos de la Reserva Federal. A día de hoy, entre el 70% y 80% de todos los traders en los centros financieros de todo el mundo nunca han presenciado una subida de tipos ni operaron durante una. No estoy tan seguro de que la subida de tipos pasará tan inadvertida como muchos creen", sentencia Steen Jakobsen.
Es muy importante observar y "conocer la información histórica y, una vez más, regresamos al dólar y a la correlación inversa. Actuaré sobre la base de que el dólar llega a su pico en diciembre y, por lo tanto, le dará a la economía mundial el impulso que tanto necesita", cuando comience su depreciación tras la subida de tipos.