Economía

Suiza o como la deflación es compatible con una salud económica de hierro

  • Suiza lleva años presentando serios signos de deflación

El consenso de los economistas dice que una economía que presenta deflación (caída generalizada de los precios) es una economía enferma y que padece serios problemas. Sin embargo, los ejemplos como Suiza tratan de rebatir esta hipótesis o al menos muestran que existe una deflación que se puede considerar como buena.

Como publica The Wall Street Journal, Suiza es un ejemplo de lo comentado en el párrafo anterior: con un IPC que decrece al -1,4% interanual, el país helvético crece a un ritmo estable y sostenido, mientras que el desempleo se mantiene en el 3,2%.

Jennifer McKeown, de Capital Economics, explica que "que resulta difícil decir que Suiza no está inmersa en un proceso deflacionario", aunque no esté sufriendo ninguno de los efectos negativos que se relacionan con este fenómeno. En Suiza no hay recesión económica, el empleo se mantiene fuerte y la deuda no crece. La economía podría crecer alrededor de un 1,5% este año, mientras que el desempleo se mantiene estable en el 3,4%.

Charles Wyplosz, profesor del Instituto de Ginebra, "normalmente, la gente asocia deflación con depresión económica, pero en el caso de Suiza la economía está funcionando correctamente". El Banco Nacional de Suiza mantiene los tipos de interés a una tasa negativa del -0,75%, para hacer algo menos atractiva el franco suizo y para intentar reanimar los precios.

Tipos de interés

Esto significa que los tipos de interés reales (teniendo en cuenta la inflación) son muy negativos. Todos estos datos, permiten que los salarios reales de los suizos suban con fuerza aunque los salarios nominales sólo lo hagan en un 0,6%.

Los bancos centrales llevan años luchando contra la deflación, contra una caída de los precios producto de una descenso de la demanda. Sin embargo, el caso de Suiza es diferente, es deflación buena. Tal es la entrada de capitales en el país y la calidad de los bienes que producen, que la fortaleza del franco suizo ha sido uno de los grandes culpables de la caída de los precios. Mientras que muchos países buscan depreciar sus divisas, el franco suizo gana valor en el mercado.

El valor añadido de los bienes producidos en el país helvético es tal a pesar de la fortaleza de la divisa local Suiza presenta un superávit comercial cercano al 5% del PIB. Da la sensación de que los bienes suizos se pueden vender al exterior cuesten lo que cuesten.

Alexander Koch, economista en Raiffeisen Schweiz, asegura que "hay que distinguir entre la buena y la mala deflación. Aquí no hay recesión, no crece el desempleo en el sector industrial y no están explotando burbujas de ningún tipo, la demanda interna y el mercado laboral son muy resistentes", sentencia el economista.

"Los bajos precios están incrementando los ingresos reales y la riqueza, además la deflación puede estar estimulando la producción del país", la caída de los precios está beneficiando a la gente.

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