Economía

Así son las condiciones a las que se enfrenta Grecia para obtener el tercer rescate

  • Pese a la oposición griega, el FMI será una parte activa del tercer rescate

Tras un fin de semana de intensas negociaciones, por fin Grecia y los líderes de la eurozona han alcanzado un acuerdo. Las condiciones impuestas por las instituciones son duras y contemplan obligaciones a las que Atenas se había negado hasta el momento. Además, la premura es una cuestión fundamental: de aquí al miércoles, el Gobierno de Syriza tendrá que haber puesto varios cambios en marcha. Consulte aquí el texto pactado entre Grecia y los líderes europeos (.pdf).

La primera fecha es el 15 de julio. Antes de este miércoles, Atenas tiene que aprobar cuatro proyectos de ley que incluyen una reforma del IVA y otra del sistema de pensiones, además de asegurar en otro de ellos la independencia de la oficina de estadísticas del país (ELSTAT) y uno último que evidencie compromisos en materia de consolidación fiscal y que incluye que el Consejo Fiscal esté completamente operativo para cuando se firme el rescate y la introducción de reguladores automáticos del gasto ante posibles desviaciones del déficit.

Estos cuatro puntos son considerados esenciales y deben ser gestionados de forma "inmediata" por el Gobierno griego. Una vez que reciban la aprobación de Parlamento griego y sean puestos en marcha, se emitirá el mandato para activar un tercer programa de ayudas para Grecia. Hasta entonces, no habrá fondos adicionales para el país heleno, que encara este mes un pago de 3.500 millones de euros al BCE. En total, las necesidades de financiación solo en julio ascienden a 7.000 millones, mientras que necesita otros 5.000 millones en agosto. 

El siguiente tope llega el 22 de julio, cuando Grecia tendrá que haber adoptado el Código de Procedimiento Civil con el que agilizar los procesos judiciales y reducir costes, además de transponer plenamente la directiva europea sobre Resolución Bancaria (conocida como BRRD).

El FMI sí estará

En el texto, los líderes europeos hacen especial hincapié en la importancia de que Atenas presente unos plazos "claros" de legislación e implementación de todas las reformas exigidas que tendrán que ser aprobadas siempre por las instituciones. En este sentido, Grecia tendrá que vérselas finalmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pese a que se trataba de una de sus líneas rojas. Y es que según se especifica en el documento, "cuando un miembro de la zona euro solicita asistencia financiera del MEdE, se espera que haga una petición similar al FMI. Esto es un requisito previo para que el Eurogrupo acceda a un nuevo rescate", indica. Así, el FMI continuará siendo parte activa del plan de ayuda "monitorizando y financiando" hasta marzo de 2016.

En la cumbre de este fin de semana se ha destacado la necesidad de que Grecia recupere la confianza. Para ello, Alexis Tsipras tiene que garantizar unos compromisos mínimos sin los cuales las instituciones no darán comienzo las negociaciones. Y el trabajo que tienen por delante las autoridades helenas es mucho. Así lo recoge el pacto: "Con la excepción de la ley para paliar la crisis humanitaria, el Gobierno griego reexaminará, para modificar, todas las legislaciones que se introdujeron en contra del acuerdo del 20 de febrero". De forma concreta, además, hay una lista larga de ajustes entre los que se encuentran la privatización del operador energético, la modernización de las normativas del mercado laboral, el fortalecimiento del sector financiero o la reforma de la Administración pública.

El tercer rescate podría suponer un desembolso de entre 82.000 y 86.000 millones de euros por parte de la antigua troika, aunque en su escrito los líderes europeos invitan a "explorar" formas de reducir la factura con más privatizaciones o ajustes fiscales añadidos.

Para gestionar las privatización se creará un fondo independiente que al que se transferirán activos públicos griegos. A través de este vehículo se "monetarizarán" dichos activos con la intención de captar hasta 50.000 millones de euros, de los cuales 25.000 millones se destinarán a la recapitalización de los bancos, mientras que el 50% restante se usará para reducir el ratio de deuda del país y también para financiar inversiones.

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