
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, tiene previsto detallar este domingo ante el Parlamento heleno sus planes para reactivar la economía griega y todavía estudia la fórmula para mantener sus compromisos con los electores griegos sin irritar todavía más a sus acreedores europeos. ¿Se ha planteado la UE echar a Grecia?
Tsipras expondrá su agenda de reformas, entre las que figurará probablemente la paralización de las privatizaciones en marcha, la subida del salario mínimo o la contratación de los funcionarios que en su día fueron despedidos. Su discurso llegará dos día antes de la votación de confianza prevista para el martes por la noche, en la que los diputados de la coalición deberían confirmar el nuevo gobierno de Syriza.
"El primer ministro está en una posición muy delicada", señala en declaraciones a Bloomberg Dimitris Sotiropoulos, profesor asociado de ciencias políticas de la Universidad de Atenas. Aunque no hay ninguna duda de que Tsipras va a obtener el voto de confianza está por ver hasta qué punto las medidas que presente este domingo satisfacen no solo a nivel interno sino también al resto de socios de la Eurozona, que deben respaldar su plan de reestructuración de la deuda y sus planes para sacar a Grecia del agujero.
De momento, el primer contacto directo entre Grecia y Alemania, a través del ministro de Finanzas heleno, Yannis Varoufakis, y su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, terminó sin ningún acuerdo sobre la forma de salvar las diferencias sobre la determinación de Tsipras de poner fin a la austeridad liderada por Alemania.
"El Gobierno negociará con fuerza por primera vez en años, y pondrá punto final a la troika y sus políticas", aseguró ayer Tsipras en una reunión ante el Parlamento. "Nuestro objetivo no es crear una nueva división entre el Norte y el Sur. El objetivo de todos debe ser el de poner fin a la política que han fracasado".
Eurogrupo especial
Tsipras tendrá la oportunidad de presentar sus planes al resto de socios europeos en la reunión especial que el Eurogrupo, los ministros de Finanzas de la Eurozona, celebrarán la próxima semana. El objetivo de la reunión es precisamente preparar la cumbre europea del día siguiente, la primera a la que asistirá el nuevo primer ministro heleno y llevar a cabo una "primera ronda" de negociaciones con el nuevo Gobierno griego, según fuentes diplomáticas.
De momento, los funcionarios de la Eurozona no lograron ningún avance en la reunión preparatoria del jueves por la noche debido a que las posiciones de Atenas y otros países de la Eurozona están muy alejadas. "Es Grecia contra todos los demás, uno frente a 18", señala un funcionario a Reuters.
"El Gobierno griego debe exponernos lo que quiere hacer", agrega esta fuente. "Es libre de diseñar sus propias reformas en línea con las promesas de campaña de Syriza, siempre y cuando el resultado final esté en línea con los compromisos de unas finanzas públicas más sólidas, el de la deuda y las reformas" señala este funcionario.
"Sus políticas pueden reflejar las prioridades de Syriza, pero tienen que tener sentido económicamente", explica un segundo funcionario. Una postura más suave por parte de los líderes europeos, cuando hasta ahora todo era una imposición por parte de la troika.
Se acaba el tiempo
Lo cierto es que no hay mucho tiempo para llegar a un acuerdo, porque el próximo 11 de febrero es cuando entra en vigor la decisión del Banco Central Europeo de dejar de aceptar la deuda helena como garantía en sus operaciones de liquidez, lo que cortará una importante fuente de financiación a la banca griega y aumentará la presión sobre Atenas para llegar a un acuerdo con sus acreedores. A partir de entonces, la banca tendrán que depender de la asistencia de liquidez de emergencia del banco central griego, que es más costosa.
Algunos analistas calculan que Grecia podría quedarse sin dinero en efectivo sobre el mes de abril si no recibe más ayuda de la zona euro una vez termine el actual programa de rescate, a finales de febrero.
En España, el ministro de Economía español, Luis de Guindos aseguró que Grecia será capaz de alcanzar un acuerdo con sus socios europeos y que ve poco riesgo de un contagio griego a España.
"Tenemos que escuchar cuál es la propuesta de Grecia, hemos escuchado mucho ruido, mucho comunicado, a veces noticias contradictorias. La posición de España se definirá en función de cuál sea la propuesta que haga el ministro griego en el Eurogrupo, que es donde la tiene que hacer", dijo Guindos.
El programa de rescate de la zona euro para Atenas, de 240.000 millones de euros, expira a finales de febrero y el nuevo Gobierno dice que no tiene intención de extenderlo. No obstante, el Ejecutivo se ha apartado de los llamamientos una quita de la deuda del país.