
El primer ministro francés, François Bayrou, se aferra a una pequeña posibilidad de mantenerse en el poder. A pesar del rechazo unánime por parte de los partidos de izquierda, la extrema derecha y los sindicatos, los cálculos parlamentarios dejan un mínimo y estrecho camino hacia la supervivencia en el voto de confianza que él mismo se impuso el pasado lunes.
En un intento por contener la crisis política, buscar nuevos apoyos parlamentarios y evitar verse obligado a dimitir el 8 de septiembre, Bayrou deberá convencer a la extrema derecha o a una improbable serie de legisladores de izquierda para conseguir su abstención.
Esto iría en contra de todas las críticas pasadas de la oposición y los sindicatos, centradas en el rechazo al proyecto presupuestario. Incluso, la izquierda ha anunciado su intención de presentar una moción de censura en cuanto comience formalmente el curso político, el próximo 22 de septiembre, si logra el respaldo de la extrema derecha.
Debido a la improbabilidad de que Bayrou continúe en el poder, Bloomberg News ha analizado los diferentes escenarios posibles. Se concluye que la apuesta por la confianza del primer ministro depende de abstenciones altamente improbables, dado el claro posicionamiento de la extrema derecha y la mayoría de los grupos de izquierda.
Según Mujtaba Rahman, de Eurasia Group, Bayrou "intentó conmocionar al público y al sistema político francés para afrontar el momento crítico que vive el país, porque, verdaderamente, la crisis de deuda es bastante grave".

"Puede que solo haya cambiado la fecha de su propia ejecución", declaró Rahman, quien elevó la probabilidad de destitución del primer ministro francés al 70%.
Si esto llegara a suceder, los datos que revelan que la deuda pública alcanzó los 3,345 billones de euros —equivalentes al 114 % del PIB al cierre del primer trimestre de 2025— podrían hundir de nuevo a Francia, que ya atravesó un momento crítico durante el gobierno de Michel Barnier. Ante la incertidumbre política y el aumento de las dudas, el pueblo francés podría preguntarse si realmente habrá algún gobierno capaz de controlar el mayor déficit presupuestario de la zona euro.
Todo dependerá de la elección del presidente Emmanuel Macron, pero como señaló Bloomberg News, "no hay un candidato claro que pueda unir a las facciones de un parlamento sin mayoría absoluta" si Bayrou cae. Como alternativa, el líder francés podría apostar por nuevas elecciones para lograr una mayoría, recurriendo a una estrategia que ya fracasó en julio del año pasado.
Ante esta situación, los inversores ya se han posicionado frente al aumento del riesgo político en un país que lucha por controlar una de las mayores cargas de deuda de Europa. Las ventas masivas en los mercados en los últimos días elevaron el diferencial entre el coste de la financiación a diez años de Francia y el de Alemania a más de 80 puntos básicos, cifras máximas no vistas desde enero. El pasado jueves cerró en 78.
Ajuste de cuentas inevitable
De todos modos, Bayrou debía afrontar un ajuste de cuentas parlamentario sobre el proyecto de ley de finanzas de 2026, ya que requiere sortear votos de censura en una Asamblea Nacional en la que no cuenta con mayoría. Logró superar esa prueba para los presupuestos de 2025 cuando convenció a los socialistas de abstenerse en las mociones de censura sobre esa legislación.
Pero en una propuesta de censura directa, con diferentes reglas de votación, ni siquiera eso sería suficiente para que el primer ministro francés conserve el cargo. Además, debe contar con los Verdes y los Comunistas, que previamente se alinearon con la extrema izquierda en una oposición intransigente.
Como alternativa, Bayrou podría intentar convencer a la extrema derecha de Le Pen de que se abstenga. Sin embargo, su partido ya anunció su voto en contra, lo que eleva a 315 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional los que buscan la destitución del primer ministro, mientras que el "bloque central", el único apoyo activo del gobierno, solo suma 210.
El partido de Le Pen fue más allá al pedir nuevas elecciones legislativas anticipadas tras la probable destitución de Bayrou. Al igual que la extrema izquierda, la Agrupación Nacional solicitó también adelantar las elecciones presidenciales a 2027, algo que Macron descartó.
"Solo podemos salir de este impasse volviendo al pueblo francés", declaró el presidente del partido, Jordan Bardella, durante la conferencia empresarial del MEDEF. "Nada sólido, estable ni sostenible puede surgir de este parlamento".
Según concluye Bloomberg, las probabilidades de éxito son escasas. Aun así, una encuesta de Toluna Harris Interactive reveló que el 68% de los adultos franceses quiere que la Asamblea Nacional rechace la moción de censura.