
Las grandes empresas compiten en el fútbol alemán en un modelo único en Europa. La propiedad de los grandes clubes está en manos de compañías farmacéuticas, automovilísticas o de seguros, entre otras. Empresas como Adidas, Volkswagen, Audi, Allianz, Mercedes-Benz, Jako y Bayer han tomado en los últimos años posiciones en la Bundesliga, aunque la competición garantiza a los socios la mayoría en los derechos de voto a través del modelo 50+1.
El Bayern de Múnich es un ejemplo de modelo híbrido, donde la propiedad social convive con la inversión corporativa. El club ha vendido aproximadamente un 24,99% de su accionariado, repartido equitativamente entre Adidas, Audi y Allianz, lo que ha permitido la construcción del estadio Allianz Arena y la consolidación de un ecosistema financiero sólido.
Adidas adquirió su participación en 2002 con una inversión de 77 millones de euros y mantiene un acuerdo de patrocinio hasta 2030, con un importe anual de alrededor de 60 millones de euros, reforzando así la marca y el respaldo financiero del club sin comprometer el control de los socios.
Por su parte, Audi se incorporó al accionariado en 2009 con una inversión cercana a 90 millones de euros, y Allianz compró su paquete accionarial en 2014 por aproximadamente 110 millones de euros —8,33% del club—. Además, mantiene los derechos de nombre del Allianz Arena mediante un contrato de patrocinio, lo que ha reforzado la proyección internacional de la marca. Todas estas inversiones respetan el modelo 50+1, ya que las decisiones estratégicas siguen controladas por los socios.
El VfB Stuttgart mantiene una estructura de propiedad mayoritariamente controlada por sus socios, cumpliendo con la normativa alemana. En 2023, Porsche adquirió una participación del 5,49% en el club, seguida de una segunda compra del 5,2% en 2024, elevando su participación total al 10,4%. Tras estas operaciones, los socios conservan el control mayoritario con más de un 75% del capital, mientras que Mercedes-Benz posee un 10,4%y Jako AG un 1%.
Los equipos Bayer Leverkusen y VfL Wolfsburg son excepciones a la regla 50+1. La farmacéutica Bayer posee el 100% de Leverkusen, mientras que Volkswagen controla Wolfsburg completamente. Estas excepciones permiten un control total de las empresas sobre decisiones financieras y deportivas.
El voto es de la grada
Sin embargo, la Bundesliga ha construido su singularidad sobre el modelo 50+1, que garantiza que el propio club tenga la mayoría de sus derechos de voto, con al menos el 50% más uno en manos de sus miembros.
El Borussia Dortmund cotiza en bolsa, pero el Borussia Dortmund e.V. —la asociación de socios— conserva la mayoría de los derechos de voto, esto asegura que los aficionados participen activamente en cuestiones clave del club. Por su parte, el Borussia Mönchengladbach también le da un lugar a sus socios siguiendo el modelo 50+1 y se consolida como club de propiedad propia.
Por su parte, el FC Schalke 04 mantiene un modelo tradicional, operando íntegramente como un club de socios sin participación significativa de inversores externos.
La Bundesliga mantiene su estabilidad económica gracias a la regulación de excepciones, la participación activa de los socios y la supervisión de las autoridades.
El modelo "50+1"
El 50+1 es una regla que obliga a que al menos el 50% más uno de los derechos de voto de un club estén en manos de sus socios, independientemente del capital invertido por empresas externas. Esta norma se implantó en 1998 y la idea era preservar la identidad y cultura del fútbol alemán, donde los socios pueden participar activamente en la vida del club.
Aunque algunas empresas puedan comprar participaciones minoritarias —como el ejemplo del Bayern de Múnich con Adidas, Audi y Allianz—, no pueden superar el 49,99% del accionariado, por lo que siempre habrá una mayoría controlada por los socios.
En España el panorama es muy diferente al alemán. La mayoría de los clubes de LaLiga funcionan como Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), lo que en la práctica significa que están gestionados como empresas y pueden tener accionistas mayoritarios que controlen el club. Este modelo ha facilitado la entrada de inversores nacionales y extranjeros, algo que ha marcado el rumbo de equipos como el Valencia, el Atlético de Madrid o el Villarreal.
No obstante, existen cuatro excepciones muy conocidas: Real Madrid, FC Barcelona, Athletic Club y Osasuna. Estos clubes siguen siendo de sus socios, quienes eligen a la directiva mediante votaciones, manteniendo un sistema más parecido al espíritu del 50+1 alemán.
Esta diferencia hace que el fútbol español combine dos modelos: por un lado, el empresarial, donde prima la inversión privada y el control depende del capital; y por otro, el de los clubes de socios, donde la afición tiene un papel protagonista.