Economía

El país europeo que paga casi 3.000 euros mensuales a sus jubilados y que no es ni Suiza ni Finlandia

Dos personas en una terraza. Europa Press.

La pensión de jubilación es el principal sustento de muchas personas de avanzada edad, constituyendo muchas veces su única fuente de ingresos. En España la perciben cerca de 6,5 millones de ciudadanos a fecha de junio de 2025, que perciben cada mes, de media, unos 1.505,9 euros, según datos de la Seguridad Social. No obstante, lo cierto es que en múltiples ocasiones la cuantía es menor y necesitan complementarla con sus ahorros bancarios para mantener un nivel de vida digno.

Y con el paso de los años la percepción y confianza en el sistema de pensiones va a peor, ya no solo en nuestro país, sino en el conjunto de la Unión Europea (UE). Los últimos datos de Eurostat y la OCDE evidencian que se trata de un problema que no entiende de fronteras: la pensión media en la UE rondaba los 16.128 euros en 2022, lo que se traduce a su vez en 1.345 euros al mes.

Comprobamos así que España se mantiene ligeramente por encima, una buena noticia teniendo en cuenta que hay países en los que los jubilados tan solo cobran una pensión de 1.648 euros anuales, cifra que contrasta con los más de 30.000 que perciben en otras zonas.

Luxemburgo e Islandia, las pensiones más altas

Teniendo en cuenta únicamente los países que conforman la UE, la pensión más baja la encontramos en Bulgaria y la más alta en Luxemburgo: en el primero los jubilados cobran 3.611 euros anuales y en el segundo 31.385 (2.653 euros mensuales). Sin embargo, al ampliar el rango de estudio e incluir los países candidatos y los de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA por sus siglas en inglés) vemos que el rango se amplía tanto por arriba como por abajo.

Así, Albania sería el país con la pensión de jubilación más baja de Europa, con tan solo 1.648 euros anuales (137 mensuales), una diferencia abismal de más de 38.000 euros con Islandia, donde rozan los 36.000 euros anuales (2.997 mensuales), según los últimos datos de Eurostat.

Eso sí, en conjunto los países nórdicos son los que tienen las pensiones promedio más altas, superándose los 30.000 euros en Noruega y Dinamarca y siendo la cuantía significativamente superior a la media de la UE en Suecia y Finlandia, con 22.436 y 21.085 euros anuales respectivamente.

Entre Albania y Bulgaria encontramos otra serie de países europeos con pensiones de jubilación ínfimas, tales como:

  • Turquía, donde se perciben 2.942 euros anuales
  • Bosnia y Herzegovina, con 3.041 euros anuales.
  • Serbia, que registra 3.486 euros anuales.
  • Montenegro, con 3.962 euros anuales, que supera a Bulgaria (3.611 euros) por la mínima.

Las pensiones más bajas se concentran en el este

Es evidente que existen grandes diferencias entre las cuantías por pensión de jubilación a lo largo de Europa, aunque analizando los datos de Eurostat y de la OCDE se puede concluir que hay una fuerte división entre los países del Este y del Oeste.

Por norma general, los países de Europa Occidental y Nórdica ofrecen pensiones de jubilación mucho mayores que los del este, quedando a un nivel intermedio los del sur (Chipre, Grecia, etc.), que pagan prestaciones más bajas que las nórdicas pero más altas que las del este.

Algo incuestionable es que los países con peores resultados en este sentido se concentran en los Balcanes, en particular entre los países candidatos a la adhesión situados al este del continente.

Personas mayores en riesgo de pobreza

Según el Informe sobre la Adecuación de las Pensiones de 2024, elaborado conjuntamente por la Comisión Europea y el Comité de Protección Social, los países de la UE están adoptando nuevas medidas para garantizar la adecuación de estas prestaciones para con el nivel de vida y los precios de cada región.

Temen que continúe aumentando el riesgo de pobreza y exclusión social entre las personas mayores, baremo que no ha parado de crecer desde 2019, en gran parte impulsado por el aumento de la pobreza relativa de ingresos y el envejecimiento de la población. De hecho, en 2022 más de una de cada cinco personas mayores de 65 años en la UE corrían este riesgo, alrededor de 18,5 millones de personas.

La diferencia entre los ingresos que puede percibir un jubilación por una pensión y los que ganaba antes de retirarse es demasiado grande en muchos casos, lo que dificulta que puedan mantener su nivel de vida cuando dejan de trabajar.

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