Economía

El nuevo gigante de la economía global está listo para rugir y superar el PIB de Alemania y Japón juntos

Calle de la ciudad india de Amritsar. Foto: Dreamstime

Cuando todo el mundo mira a China y Estados Unidos, hay una economía que de forma silenciosa (siempre moviéndose entre dos aguas) sigue escalando posiciones y situándose como una gran potencia. La India ya ha superado a Japón en Producto Interior Bruto nominal medido en dólares corrientes, un hito que marca el ascenso imparable de una economía joven, dinámica y con enormes posibilidades de crecimiento. Aunque aún persiste el debate técnico sobre si el sorpasso es definitivo según distintas metodologías, el panorama general es indiscutible: la India está llamada a ocupar un papel central en la economía mundial. Impulsada por una población creciente, urbanización acelerada y una mejora gradual en productividad, no resulta descabellado anticipar que, en poco más de una década, el PIB de India podría equipararse a la suma combinada de dos titanes industriales tradicionales como Japón y Alemania. La cuestión no es si la India las va a superar, sino cuándo.

Según los datos más recientes publicados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la India ha alcanzado un PIB de 4,187 billones de dólares en 2025, superando ligeramente a Japón por un puñado de dólares, cuyo PIB se sitúa en los 4,186 billones de dólares. Este estrecho margen marca un cambio significativo en el panorama económico global, posicionando a la India como la cuarta economía más grande del mundo, solo por detrás de EEUU (30,51 billones), China (19,23 billones) y Alemania (4,74 billones). Este avance refleja el rápido crecimiento económico de India, impulsado por una combinación de factores como una demografía favorable y una creciente integración en las cadenas de suministro globales. A pesar de que la diferencia actual con Japón es mínima, las proyecciones indican que India continuará consolidando su posición en los próximos años.

La enconada discusión sobre la posición relativa de la India ha vuelto a la palestra después de que el director general del NITI Aayog -el grupo de expertos en políticas públicas del gobierno- haya comentado esta semana que la India ha superado a Japón y se ha convertido en la cuarta economía del mundo. NITI Aayog cita proyecciones del FMI, según las cuales India superará a Japón a finales de 2025."Por si sirve de algo, nuestras previsiones sugieren que India superará a Japón a mediados de 2026. Pero, en realidad, todo este debate incrementa el riesgo de que los árboles no dejen ver el bosque", advierte Shilan Shah, economista jefe adjunto para mercados emergentes de Capital Economics.

"El debate sobre si la economía de la India ha superado o no a la de Japón es intenso, pero el panorama general es que India siempre estuvo a punto de superar a Japón, y también a Alemania, dada su positiva demografía y su potencial para seguir aumentando su productividad. Tanto es así que no es descabellado pensar que, para 2040, la economía de la India podría alcanzar el tamaño de las de Alemania y Japón juntas", argumenta Shah en un informe publicado esta misma semana en el que la firma estima que la economía india rondará los 16 billones de dólares en 2040, el doble de lo previsto para Alemania y Japón a título individual para ese año.

En la casa de análisis británica destacan la tendencia vista en la trayectoria reciente de las tres economías. El PIB de la India ha aumentado en más de dos billones de dólares desde 2010, lo que ha elevado su posición mundial del décimo al quinto puesto. Durante el mismo periodo de tiempo, el PIB de Japón ha caído en 1,2 billones de dólares (debido enteramente a la debilidad del yen), mientras que el de Alemania ha aumentado en 1,2 billones.

Uno de los informes más reproducidos y replicados de los últimos años ya señalaba esta imparable tendencia. El banco de inversión Goldman Sachs afirmó que India se convertiría en la segunda economía más grande del mundo para 2075, superando a Japón, Alemania y EEUU. Con una población de 1.400 millones de personas, se estima que el PIB de India crecerá exponencialmente hacia el fin de siglo, alcanzando nada menos que los 52,5 billones de dólares, superando la proyección del PIB estadounidense. En el informe, Goldman indicaba que, además del crecimiento demográfico, el pronóstico se basaba en el progreso de India en innovación y tecnología, una mayor inversión de capital y el repunte de la productividad laboral.

"Dos factores sustentan el rendimiento superior de la India y creemos que ambos se mantendrán en los próximos años", desarrolla Shah refiriéndose a las dos variables introducidas previamente: la demografía y la productividad. En el primer frente, el crecimiento de la población ha sido, de media, del 1,5% anual desde 2010. Y aunque es cierto que el crecimiento de la población se ralentizará en los próximos años, a diferencia de Japón y Alemania, seguirá siendo positivo. Además, precisa Sah, al haber superado ya a China como país más poblado del mundo en 2023, India va camino de tener la mayor población activa del mundo en 2027. "Siempre que se disponga incluso de los empleos más básicos, una mayor población en edad de trabajar implica un mayor nivel de producción agregada", remacha el economista.

Por otro lado, la India cuenta con algunas ventajas comparativas que son casi imposible de replicar en otros países similares o del entorno. Esta economía no solo va camino de tener la mayor mano de obra del mundo, sino que, además, esta mano de obra es angloparlante, lo que facilita sobremanera los negocios y la inversión. Gracias a ello, India se está convirtiendo en un gran hub de servicios a nivel global, no solo servicios de bajo valor añadido (como los call center), también en sectores muy intensivos en tecnología.

Pero si la demografía es importante para este rendimiento superior, el crecimiento de la productividad se antoja más decisivo aún, defiende el analista: "La productividad total de los factores de la India ha registrado un crecimiento medio del 4,7% anual desde 2010 (frente al 0,4% de Japón y el 0,6% de Alemania). Y la India sigue siendo un país pobre en términos per cápita, lo que significa que todavía hay mucho margen para seguir aumentando a medida que los trabajadores se trasladen a sectores de mayor productividad, el Gobierno siga avanzando gradualmente en las reformas liberalizadoras y la India coseche los beneficios de la rápida digitalización. Esto tendrá un profundo impacto en el tamaño de la economía".

La India, además, es un caso especial por sus relaciones internacionales que nunca terminan de estar claras. La India suele describirse como un país "entre dos aguas" en política internacional porque mantiene una postura equilibrada entre su cooperación con Occidente y su histórica relación con Oriente, especialmente con Rusia.

Por una parte, es un socio estratégico de EEUU en la región Indo-Pacífica, comparte intereses económicos con la Unión Europea y participa en foros como el Quad junto a Japón y Australia. Por otra, sigue comprando armas y petróleo a Rusia, con quien mantiene una alianza de décadas, y es miembro activo de los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái. Esta estrategia de no alineamiento renovado le permite maximizar sus beneficios geopolíticos sin atarse completamente a ningún bloque, protegiendo su autonomía estratégica en un mundo cada vez más multipolar.

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