
El Consejo General de Economistas (CGE) mantiene su previsión de crecimiento del 2,6% para la economía española, a pesar del contexto de "volátil" en el que se encuentra sumida debido a la guerra arancelaria y las crisis geopolíticas.
Durante el Observatorio Financiero del primer cuatrimestre, que se celebró este miércoles, el director del servicio de estudios del Consejo, Salvador Marín, reiteró que los índices adelantados piden "prudencia, paciencia y con ojo en la volatilidad". Por lo que, a pesar del buen desempeño económico, no hay que bajar la guardia, ya que es posible que el consumo privado se enfríe.
A pesar de todo, para Marín la previsión de crecimiento del 2,6% es "un dato muy bueno" pero el estallido de la guerra arancelaria hace que se haya acortado con respecto a las previsiones que habían hecho a finales del año pasado.
Por su parte, según las proyecciones de los economistas, la inflación rondaría el 2,3% a lo largo de este año, mientras que la tasa de desempleo podría alcanzar aproximadamente un 11,1% al finalizar 2025. En cuanto al déficit de las cuentas públicas, se espera que cierre el ejercicio actual en torno al 3%.
El presidente de la Comisión Financiera del Consejo de Economistas, Antonio Pedraza, reiteró que estamos en un ciclo en el que "el consumo público sigue estando fuerte", y advirtió que "debe seguir así" porque todavía está pendiente el incremento del gasto en Defensa. En lo que respecta al consumo privado, Pedraza remarcó que tanto las hipotecas como los créditos al consumo están aumentando, "eso quiere decir que hay mentalidad inversora".
La falta de vivienda genera cuellos de botella
Una de las principales cuestiones que se abordaron en el Observatorio del CGE fue el empleo, el coste laboral y la escasez de vivienda como generador de cuellos de botella en aquellas provincias donde más demanda de empleo hay.
Los economistas prevén que la tasa de paro descienda al 11,1% este año y mantenga la tendencia a la baja a pesar del aumento de los costes laborales que, advierten, será aún mayor cuando se reduzca la jornada laboral.
Pero Salvador Marín apuntó a que el coste laboral unitario se incrementó un 4% este año, "lo que ello supone sobre todo para las Pymes", advirtió. "Los incrementos laborales quien lo paga son las pequeñas empresas", aseveró el experto.
Por su parte, Antonio Pedraza quiso hacer especial referencia a la "muy preocupante" falta de vivienda que crea "cuellos de botella" en aquellas provincias que tienen más demanda de empleo. "Las provincias que están demandando empleo no tienen capacidad para dar vivienda a esas personas que vienen de fuera, eso crea un nudo gordiano que es difícil de soslayar", dijo, después de apostillar que la ley de vivienda del Gobierno no está funcionando.
Cuentas públicas
En lo que respecta a la deuda y al déficit, el CGE tiene claro que este año, debido a la crisis provocada por la guerra arancelaria, la Comisión Europea va a ser más laxa con respecto a la sostenibilidad de las cuentas públicas de los países. Aun así, los Economistas prevén que España acorte el déficit al 3% del PIB y que la deuda finalizará el año en el 103% del total de la economía española. Para los economistas este dato "es muy bueno".
Aunque, a pesar de eso, el consejero del Tribunal de Cuentas, Javier Morillas, invitado a este observatorio, hizo una valoración sobre el interés del pago de la deuda y apuntó a que se sitúa "en los 40.000 millones de euros", algo que calificó como "gasto improductivo".
En este sentido, Morillas lanzó una advertencia y una demanda, al mismo tiempo, de la falta de transparencia que presentan las administraciones públicas. Como ejemplo, remarcó la falta de datos que hay sobre el personal público que trabaja para las diferentes Administraciones a distintos niveles. "Nos gustaría que nos diesen un número, ya que los datos del INE no coinciden", aseveró.
En lo que se refiere a las Cuentas Públicas y al déficit, aseguró que es necesario tener una referencia del gasto presupuestario que va adquiriendo la Administración General del Estado, ya que considera que está "sobrevalorado" en 3.211,3 millones de euros en el año 2023. En cambio, el resultado real sería "diez veces el consignado en la cuenta". A lo que se refería con esto es que "lo que no queremos es encontrarnos lo que ocurrió en el 2011- 2012, cuando había un déficit teórico del 4% que luego, los encargados del ministerio se ponen sobre ello, resulta que era el 11,2%".