Economía

El PP descarta elaborar una ponencia económica para su Congreso de julio

Desde que el pasado lunes, la Junta Directiva Nacional del PP dio el pistoletazo de salida al XXI Congreso, poco a poco se van conociendo detalles del mismo. Uno de ellos es que, por primera vez desde hace décadas, en un congreso del partido -exceptuando los dos extraordinarios de 2018 y 2022 convocados para elegir nuevo presidente- no va a haber una ponencia económica como tal. Como se anunció desde el principio, solamente se debatirán dos: la política y la de los estatutos.

"Esto no significa que los grandes asuntos candentes en estos momentos no vayan a tratarse en el Congreso", declaran fuentes del PP a elEconomista.es. Bloques temáticos como vivienda, fiscalidad, planes sociales o el alargamiento de la vida de las nucleares tendrán su hueco en la ponencia política.

El motivo de este cambio, según las mismas fuentes internas de la formación, es que la ponencia política "en realidad debería llamarse ponencia de políticas y la política económica es una de las más importantes". Añaden que en el Congreso de julio la intención es debatir en profundidad diversas políticas para el país y el funcionamiento interno de la organización, lo que se hará en la ponencia de estatutos. Fuentes internas aseguran que, de cualquier modo, "se va a hablar de economía en este Congreso, eso es seguro, aunque se haga de otra forma".

A estas alturas, y cuando falta poco más de un mes para la celebración del XXI Congreso no está todavía decidido cómo se van a articular los grandes temas económicos en la ponencia política. "Se está trabajando y se está definiendo, es pronto aún para tenerlo todo cerrado", aclaran en el Partido Popular. Alberto Núñez Feijóo dejó claro en la presentación del cónclave el pasado lunes que la ponencia política "no es un programa electoral, fijará líneas generales de actuación en distintos temas".

El hecho de que solo se trabajen dos ponencias en esta reunión congresual es llamativo, ya que en congresos ordinarios anteriores -y éste quiere serlo pese a celebrarse con bastante antelación- el número de propuestas era mayor y, por supuesto, se elaboraba para la ocasión una ponencia económica entre las cuatro o cinco que se presentaban. Así ocurrió en los cónclaves de los años 2017, 2012 y 2008, por citar los más recientes.

Un dato curioso es que las ponencias económicas se llamaban también "y de administración territorial". Pero si nos remontamos a los inicios de la actual organización, al Congreso de Sevilla que tuvo lugar en 1990 y en el que salió elegido José María Aznar como presidente y en el que se cambió el nombre al partido, entonces se definió al liberalismo como la corriente económica que iba a defender el partido.

Entre las cinco reformas que en el PP consideran esenciales para el país hay tres de carácter económico: fiscal, infraestructuras y energética. A éstas se añaden la educativa y la administrativa, de acuerdo con la intervención de Núñez Feijóo en una jornada reciente del Consejo General de Economistas. La rebaja de impuestos es la medida estrella en el ideario económico que desgranó Feijóo. El líder popular cree, como viene defendiendo su partido desde antiguo, que reducirlos estimula la economía y crea riqueza. Adecuar el modelo educativo a las demandas del mercado ayudaría a cubrir los miles de puestos que ahora están vacantes y aumentar la oferta de vivienda sería deseable para luchar contra un problema que se ha convertido en el número uno de los españoles, según Feijóo.

Asimismo, sostiene que es necesario mejorar la red de alta velocidad, construir más infraestructuras hídricas, además de incrementar la vida útil de las centrales nucleares, que tienen los días contados.

Las personas en las que Feijóo confía para llevar a cabo los cambios

Si el asunto de los nombramientos ha sido tradicionalmente un tema discreto, cerrado a filtraciones y desvelado al final, en el caso de Alberto Núñez Feijóo es todavía más evidente. Además de que la preparación del XXI Congreso acaba de arrancar, poco se sabe de los nombres que saldrán reforzados el día 6 de julio. Solo hay algunas pistas sobre las personas de confianza del presidente del PP. Sin ninguna duda, destaca Miguel Tellado, actual portavoz en el Congreso de los Diputados, y veterano compañero en Galicia.

Dos presidentes autonómicos, el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco, y el andaluz Juanma Moreno, merecen también toda su confianza. Así ha quedado demostrado al asignarles la tarea de elaborar la importante ponencia política y también económica. Con el presidente de la Junta de Andalucía, la sintonía personal es total y dicen quienes les conocen que han forjado una buena amistad.

En el escenario económico, el actual vicesecretario de Economía del partido, Juan Bravo, forma parte del círculo del líder. La exsecretaria de Estado de Presupuestos y exconsejera de Hacienda de la Xunta de Galicia, Marta Fernández Currás, es otra de las personas cercanas, hasta el punto de que su puesto en el Gobierno de Rajoy fue debido a la recomendación del propio Feijóo.

Y un economista con el que el presidente del PP se lleva a la mil maravillas es con el exgobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Tanto que cuando se barajaba la posibilidad de que Feijóo formara Gobierno tras las elecciones de julio de 2023, el nombre de Hernández de Cos era el primero que saltaba como futuro ministro de Economía. Los contactos entre ambos siguen a día de hoy.El exgobernador y actual profesor de la Práctica de la Dirección en el IESE no es miembro del Partido Popular, por lo que es muy probable que no se le vea por los salones del Congreso. Otro gallego figura en esta lista: Pablo Vázquez, presidente de la Fundación Reformismo 21 y expresidente de Renfe de 2014 a 2016. Se sabe que también hay conexión.

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