Economía

La flota gallega que faena en las Malvinas topa con la escasez de calamar tras su mayor inversión en 40 años

Dos barcos gallegos fondeados en las islas Malvinas

La flota española, y concretamente gallega, que faena en aguas de las islas Malvinas gracias a que se prorrogó la concesión por 25 años a tal efecto en 2022, se ha renovado este año con una enorme inversión de 280 millones de dólares (casi 248 millones de euros) y el reemplazo por parte de las armadoras de al menos media docena de buques arrastreros, en lo que es la mayor inversión del sector en cuatro décadas.

Esta potente inyección de capital para modernizar la flota, sin embargo, ha chocado de lleno con otra realidad: la escasez de piezas adecuadas de calamar en estos momentos, que es el principal producto que España obtiene en estas aguas controladas por el Reino Unido.

Los caladeros de las islas Malvinas tienen una enorme importancia para España, que obtiene capturas sobre todo de calamar lóligo con 16 barcos arrastreros congeladores, todos ellos participados por armadoras de Vigo y Marín, que comparten aguas con otros buques malvinenses. En 2022, las empresas españolas que operan con licencia de pesca en las Malvinas capturaron 101.000 toneladas de calamar lóligo, generando unos ingresos superiores a los 1.300 millones de dólares (más de 1.150 millones de euros).

Pesca de arrastre en las Malvinas

Esas capturas de buques de empresas gallegas que operan en el Atlático Sur a través de joint ventures llegan al Puerto de Vigo y se destinan al mercado europeo. Hay dos grandes campañas de pesca anuales en las Malvinas. La que va de agosto a octubre de 2024 resultó más que decepcionante, pero la de primavera de este año lo ha sido aún más, hasta el punto de que se ha dado por finiquitada antes de tiempo por el escaso nivel de madurez y poco tamaño de los ejemplares de calamar existentes ahora en la zona, y precisamente ahora que la flota ha recibido su mayor inversión en cuatro décadas para modernizarse.

La campaña se cerró por completo el domingo 27 de abril, aunque desde el día 9 de ese mes ya se habían clausurado dos cuadrantes de capturas. El Reino Unido se apoya en "relevamientos científicos" para justificar el prematuro cierre de campaña, que hacen necesario preservar los caladeros de cara en la próxima campaña de otoño, de agosto a octubre. Esperan que para entonces se haya recuperado.

Pesqueros en puerto en las islas Malvinas

Las autoridades británicas afirman que comunicaron esta anómala circunstancia a las empresas españolas que operan en el archipiélago, que mantenían la esperanza de prolongar la campaña al menos hasta hasta el 3 de mayo, algo que finalmente no se ha producido.

Los peores números en cinco años

Fuentes del archipiélago en manos británicas aseguran que "estamos ante la menor biomasa registrada en los últimos cinco años, incluso por debajo de la media de las dos últimas décadas". Con lo cual la campaña de pesca de calamar este año en las Malvinas ha resultado deficitaria para los intereses de España.

Letrero que da la bienvenida a las Malvinas (Falkland en inglés)

La decisión de cierre de la campaña primaveral llegó después de la suspensión completa de la segunda temporada del lóligo el año pasado, la de otoño. Así, las capturas españolas se han reducido un 30% en el mes de marzo, con las peores ratios de los últimos cinco años, y la flota apreció un rendimiento del recurso imprevisible. Hasta finales de marzo las capturas españolas de calamar lóligo habían alcanzado las 22.000 toneladas, muy por debajo el promedio habitual de 30.000.

La campaña ya empezó tarde por "recomendación de los científicos". Las autoridades de las Malvinas aseguran que "la pesca sigue más floja de lo que quisiéramos, está muy errática y muy cambiante día a día". En todo caso, han sido tres los pesqueros gallegos que se han estrenado este año pescando en aguas malvinas: Argos Berbés, Prion y Hadassa Bay.

Alternativas al calamar

Las empresas Pescapuerta, Pereira, Copemar y Rampesca se han renovado previa inversión de ese montante cercano a los 248 millones de euros pendiente de amortizar y, como las capturas de calamar han mermado, han tratado de obtener rendimientos capturando otros productos, como pota y merluza, en aguas internacionales para mitigar el impacto económico.

Pesqueros gallegos

La enorme flota de buques pesqueros asiáticos que operan más allá de la Milla 200 de Argentina esquilma sobremanera los caladeros y además impide la migración de los calamares, algo que desespera a Argentina, que poco puede hacer frente a estas inmensas flotas. De hecho, el sector pesquero argentino clama también contra la pesca de barcos asiáticos en aguas que consideran propias, que depara el consiguiente lucro para las autoridades británicas.

El precio del combustible y los elevados impuestos en España han mermado también la rentabilidad de las empresas pesqueras nacionales en las Malvinas. Por ello la industria pesquera española continúa buscando adaptarse a cualquier contratiempo para mantener su competitividad.

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