Economía

Las 'otras Malvinas', también en manos británicas y reclamadas por Argentina, apuestan por el turismo mientras le sacan partido a la pesca

  • Las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur están a unos 1.400 kilómetros de la costa argentina
  • El Reino Unido vende licencias para capturar pescado y krill en aguas de estas islas deficitarias y casi deshabitadas
  • El turismo se ha convertido en la principal fuente de ingresos de estos archipiélagos que reciben habitualmente cruceros
La población de pingüinos es numerosa en las islas Georgias del Sur

Argentina reclama las islas Malvinas, que se encuentran a unos 500 kilómetros de sus costas, desde que los británicos tomaran posesión de ellas en 1833. Pero también reclama 'las otras islas Malvinas': otros dos archipiélagos más alejados de Argentina, a unos 1.400 kilómetros del continente, que reciben el nombre de islas Georgias del Sur e islas Sándwich del Sur, además de las islas Aurora y las rocas Clerke.

Todas ellas se encuentran en el Océano Atlántico sudoccidental, al oriente de Tierra del Fuego, y están incluidas por Argentina, junto con una extensa zona de la Antártida, en el Departamento de Islas del Atlántico Sur, en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, cuya capital es Ushuaia y su ciudad más poblada es Río Grande.

Imagen en verano de Ushuaia, que reivindica ser la capital de las Malvinas

Ambos archipiélagos han recibido el apelativo de 'el Himalaya del océano Antártico' o 'la Antártida en pocas palabras' debido a que el territorio lo componen montañas rocosas, volcanes y hielo. Allí habitan cientos de pingüinos, varias especies de foca y hay incluso renos, aunque solo en la isla San Pedro, en las Georgias del Sur.

Durante la Guerra de las Malvinas de 1982, que duró apenas diez semanas, cuando Argentina invadió el archipiélago malvinés también desembarcó en los otros dos conjuntos de islas. El 2 de abril tropas de Infantería de Marina y Comandos Anfibios de la Armada Argentina accedieron a las Malvinas en la llamada Operación Rosario y al día siguiente hicieron lo propio en las islas Georgias del Sur en la denominada Operación Georgias.

En verde, la zona reclamada por Argentina, y ubicación de las islas

Como las Malvinas, las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur están en mitad de la nada, a más de 13.000 kilómetros de Gran Bretaña y coinciden también con las Malvinas en que nunca tuvieron población autóctona. En lo que no coinciden es en que estos otros dos archipiélagos están prácticamente desabitados.

Lo están por completo de población civil y solo está presente un pequeño contingente militar que, con su mayor capacidad, componen como mucho 40 soldados, aunque lo habitual es que haya muchos menos y no se llegue ni a la decena de personas, mientras que las Malvinas cuentan con una población fija de unos 3.600 habitantes a los que se suman distintos contingentes millitares en momentos concretos.

Imagen de la isla Georgia del Sur

Eso sí, estas islas del Atlántico Sur tienen aguas y en esas aguas hay abundante pesca, que controla el Reino Unido, que es quien otorga a licencias, y potencialmente la zona también pueden albergar yacimienos petrolíferos. Hubo en estas islas una instalación habilitada para la pesca de ballenas entre 1904 y 1965, que sorprendentemente utilizaban sobre todo barcos argentinos tras una concesión.

Pero esa actividad cesó y las instalaciones se encuentran abandonadas, aunque podrían seguir siendo operativas si hubiera interesés comercial, cosa que actualmente no ocurre con la pesca de ballenas. Las aguas de estas islas, en todo caso, tienen un enorme potencial pesquero.

La estación ballenera abandonada de Grytviken

Esa estación abandonada fue el centro de la industria ballenera del Atlántico Sur y actualmente es a todos los efectos la capital de estos dos archipiélagos. Recibe el nombre de Grytviken y se encuentra en la costa noreste de la isla San Pedro o Georgia del Sur, en el extremo occidental de una caleta bautizada como Capitán Vago por los argentinos y como ensenada del Rey Eduardo por los británicos.

Grytviken, como el resto de las islas, es considerado por la ONU como un territorio en litigio de soberanía entre el Reino Unido y la República Argentina. De octubre a marzo es habilitado el Museo de Georgia del Sur, cuyo personal, de 5 a 9 personas, reside en una base británica. Cuando la isla tenía su base ballenera operativa, San Pedro llegó a tener una población de más de 2.000 habitantes.

Grytviken desde un monte cercano, con un crucero ante su bahía

Islas deficitarias

El interés del Reino Unido en mantenerse en esas islas, que hizo suyas antes que las Malvinas, en enero de 1775, tiene que ver sobre todo con la pesca.

La prospección petrolífera de momento se mantiene a la espera. En todo caso, si estas islas no tuvieran interés alguno, que el Reino Unido se desprendiera cualquier territorio que controlan en la zona sería crear un precedente al que Argentina podría agarrarse para justificar sus reclamaciones territoriales.

Las islas son actualmente deficitarias, económicamente hablando. Como la actividad económica en las Georgias del Sur y Sandwich del Sur es limitada, el territorio tiene unos ingresos de apenas 300.000 dólares frente a unos gastos de cerca de 500.000.

Cientos de pingüinos campan a sus anchas en estas islas

Las principales fuentes de ingreso en el territorio, además de la pesca, son la venta de sellos postales, como es habitual en otras colonias británicas; y el turismo, que ya es la principal fuente de ingresos en los últimos años. Numerosos cruceros visitanlas islas y el Reino Unido obtiene ingresos por el atraque de los buques.

Zona Económica Exclusiva

Los archipiélagos de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur dejaron de ser Dependencias de las islas Malvinas en 1985, pero en la práctica, aunque el poder Ejecutivo de este "territorio británico de ultramar" reside en Carlos III , es representado por el gobernador de las islas Malvinas

La que posiblemente sea la iglesia más aislada del mundo, en Grytviken

Él es también el Comisionado de las Georgias del Sur y Sandwich del Sur y actúa "en nombre de Su Majestad y en representación de Su Majestad". Es decir, "como jefe del Estado de facto en ausencia del monarca británico".

Argentina le otorga la misma prioridad a recuperar las Malvinas que estos otros dos archipiélagos, aunque el Reino Unido hace y deshace a su antojo en la zona desde siempre.

En 1993, la jurisdicción marítima del territorio fue declarada por el Reino Unido una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas marinas, comprendiendo un total de 1,4 millones de km2 de unas de las aguas más ricas del océano en cuanto a biodiversidad, lo cual recalca su interés por estas aguas que mantiene en stand by a la espera de más planes concretos.

El museo de las Georgias del Sur, cerrado a cal y canto en invierno

A la espera de petróleo

En las Georgias del Sur, el principal establecimiento habitado es la base British Antarctic Survey, situada en King Edward Point, cerca de Grytviken, con una capacidad de 18 personas, aunque en invierno apenas se dan cita ocho. Existen más asentamientos, como la base en la caleta Jordán de la Isla Pájaro o Bird Island, a 4 kilómetros del extremo occidental de la isla principal. Esta instalación puede alojar a ocho personas pero no está habitada permanente, como ocurre con otros lugares La población en verano es en promedio de 30 personas, 40 como máximo.

Las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur podrían tener un potencial económico mucho más amplio si se hallaran yacimientos petrolíferos como los encontrados en el entorno de las Malvinas, que el Reino Unido explota a pleno rendimiento. Aún no trabaja directamente en la zona en ese aspecto, pero podría hacerlo.

Un crucero navega por aguas de las islas Georgias del Sur

A falta de esa posibilidad, estos archipiélagos sí tienen el mencionado potencial para la pesca, aunque, al menos por el momento, no alcanza el destacado nivel de las Malvinas, donde se acumulan barcos asiáticos, especialmente chinos, y también españoles, que gozan de una concesión para faenar en aguas de las Malvinas.

La zona marítima de Georgia del Sur cubre más de un millón de kilómetros cuadrados. La pesca tiene lugar actualmente en su entorno y en aguas adyacentes, pero solo durante algunos meses del año. El Reino Unido otorga licencias para pescados y krill, y supervisa toda la pesca comercial, para lo cual cuenta con una patrullera que se encarga de controlar la pesca ilegal.

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