
Los datos de empleo de Reino Unido venían atravesando una prolongada crisis de credibilidad y parece que la solución definitiva se va a hacer esperar. La puesta en marcha de una nueva encuesta para proporcionar una imagen más precisa del mercado laboral británico no tendrá lugar hasta finales de 2026 y muy posiblemente podría retrasarse hasta el año siguiente, nublando la vista de los responsables políticos del Banco de Inglaterra en un momento trascendental en el que el banco central no ve el horizonte claro para volver a bajar los tipos de interés.
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) de Reino Unido, el equivalente al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en España, informó el pasado jueves de que la encuesta "transformada" del mercado laboral será un cuestionario abreviado de 15 minutos para ayudar a aumentar las tasas de respuesta después de que un desplome en la misma hiciera poco fiables las estimaciones clave de desempleo, empleo e inactividad económica.
El problema, sin embargo, está en los plazos. Aunque el organismo estadístico aspira a empezar a publicar las cifras en noviembre de 2026, reconoció que el calendario de transición "dependerá de los datos y podría ser en 2027 si nuestra evaluación o las necesidades de los usuarios requieren que se recopilen y evalúen más datos". El cambio a una nueva encuesta que proporcionará a los responsables políticos información sobre la fortaleza del mercado laboral se ha visto acosado por los retrasos.
La ONS se ha enfrentado a duras críticas del organismo regulador de las estadísticas y de los responsables de la fijación de tipos del Banco de Inglaterra, que afirman que los problemas en las encuestas dificultan la evaluación de la rigidez del mercado laboral y la fijación de la política monetaria. Para agravarlo todo más, esta crisis de credibilidad se ha producido en un momento crucial para el banco central británico, que debe decidir si puede seguir reduciendo los costes de endeudamiento a pesar de los signos de persistentes presiones sobre los precios y los salarios.
Las estimaciones del desempleo, el empleo y la inactividad económica británicos se suspendieron en octubre de 2023 tras un desplome de las tasas de respuesta a la Encuesta de Población Activa. Aunque la ONS restableció posteriormente la publicación mientras trabajaba en el desarrollo de una nueva encuesta, economistas y funcionarios no creen que las estimaciones sean fiables. Los problemas de precisión se extendieron posteriormente a otras encuestas y publicaciones de datos, y las estimaciones de precios y del producto interior bruto (PIB) también se vieron afectadas. Desde entonces, la ONS ha decidido recortar los datos considerados no esenciales para centrarse en sus estadísticas básicas.
Según la ONS, la nueva encuesta de empleo se realizará primero online, con llamadas telefónicas de seguimiento o con contactos personales para quienes no respondan. También incluirá una encuesta "básica" con una muestra de 90.000 hogares para elaborar las estadísticas clave, con un cuestionario "plus" para un grupo separado de hogares con el fin de obtener datos más amplios. Los funcionarios están experimentando con distintas iniciativas para impulsar las respuestas, como campañas de comunicación e incentivos económicos.
La agencia sigue intentando aumentar las respuestas de la actual encuesta sobre el mercado laboral, entre otras cosas aumentando el tamaño de la muestra, potenciando los incentivos y reintroduciendo las entrevistas cara a cara. Gracias a ello, el nivel de respuestas ha aumentado en la primera oleada de la encuesta y la ONS espera nuevas mejoras en los próximos meses. "La calidad de la actual Encuesta de Población Activa sigue mejorando y se complementa con otras fuentes que permiten evaluar la situación del mercado laboral", ha declarado Jonathan Portes, presidente del Grupo consultivo de partes interesadas en el mercado laboral de la ONS.
Aunque en todo el mundo se ha producido un descenso de las tasas de respuesta a las encuestas de hogares, ha sido especialmente grave en el Reino Unido. La ONS ha tenido dificultades para llegar a los más jóvenes e incluso ha culpado a los videoporteros de dificultar su capacidad para hablar con los hogares.
"Hace tiempo que se reconoció que la Encuesta de Población Activa en su forma actual no es sostenible", admiten desde la ONS. "La longitud y la complejidad de la encuesta han aumentado considerablemente con el tiempo y ahora abarca una amplia gama de temas en lugar de ser una encuesta específica sobre el mercado laboral. También es cada vez más difícil obtener respuestas cara a cara, lo que ha afectado a los índices de respuesta", añaden.
Paul Donovan (UBS): "No se trata de un problema exclusivamente británico, aunque tal vez las autoridades británicas sean las únicas honestas"
A principios de esta semana, un informe de la Oficina de Regulación Estadística acusaba a la ONS de ser demasiado lenta a la hora de abordar sus problemas de datos económicos y advertía de la "urgente necesidad" de modernizarse. El informe destaca las presiones financieras y los problemas internos de la organización. La ONS se enfrentará a un intenso escrutinio en los próximos meses, después de que la Autoridad Estadística del Reino Unido y la Comisión de Administración Pública y Asuntos Constitucionales del Parlamento anunciaran sendas investigaciones.
Uno de los analistas que más ha denunciado esta falta de credibilidad en los datos de las encuestas sobre el mercado laboral es Paul Donovan, economista jefe de UBS. "No se trata de un problema exclusivamente británico, aunque tal vez las autoridades británicas sean las únicas honestas sobre los retos que plantea. La Encuesta de Empleo Actual de EEUU, que genera los datos de nóminas no agrícolas (muy seguidos por Wall Street), tiene una tasa de respuesta del 43%", observa el analista.
"La gente está sobrecargada de solicitudes de encuestas online, y la consiguiente fatiga de la encuesta reduce los índices de respuesta. Evitar las llamadas telefónicas no solicitadas y el creciente deseo de mantener la privacidad de los datos personales también hacen que los datos no sean fiables. Además, la gente trabaja de formas que quizá no consideraría empleo. El anfitrión de Airbnb realiza un trabajo y obtiene unos ingresos, pero ¿es esto 'empleo' La explosión de los 'empleos secundarios' en la era de la pandemia creó flujos de ingresos, pero no 'empleos' definidos convencionalmente, lo que provocó puntos ciegos en los datos laborales", diserta el analista.
El círculo vicioso llega hasta la referida política monetaria así como a la política de gasto de los gobiernos, remacha Donovan: "Los datos del mercado laboral no son precisos y esa falta de precisión infecta las estimaciones de productividad y crecimiento, así como las proyecciones fiscales y las necesidades de infraestructuras. Los modelos económicos basados en relaciones que utilizaban datos más precisos son menos fiables, ya que los datos son menos fiables. Los riesgos de error en las políticas aumentan (especialmente para los bancos centrales que han endiosado la dependencia de los datos".