
El giro de la política arancelaria de Donald Trump ha alejado a Estados Unidos de la recesión este año. El hecho de que el magnate haya dado marcha atrás en las tarifas "recíprocas" que anunció el pasado 2 de abril en el Liberation Day (Día de la Liberación), todavía permitirían que la economía del país se quede lejos del crecimiento negativo, pero, aun así, la expansión del PIB será decepcionante, en torno al 1%. Todo esto si no vuelve a activar la tabla tarifaria que dejó en cuarentena durante 90 días el pasado miércoles y limita la guerra comercial, como hasta ahora, a China. Esta es la tesis principal de los expertos consultados por elEconomista.es.
El presidente de Freemarket, Lorenzo Bernaldo de Quirós, apunta a que el crecimiento económico de EEUU se ralentizará, "pero puede evitar la recesión si los aranceles se mantienen en la situación actual". No obstante, el experto advierte que la economía del país está rozando con los dedos el crecimiento negativo y un aumento de la inflación.
El experto es muy claro y reitera que la "persistente incertidumbre" que rodea a Donald Trump y sus políticas es algo muy negativo para la economía. "La imprevisibilidad de la política económica de EEUU es un impuesto al crecimiento", sentenció el experto.
Sonia Álvarez, directora fiscal de Ayming España, advierte que esta supresión arancelaria "solo supone un alivio temporal" aunque no haya recesión en 2025. La experta reitera que la incertidumbre política que está generando el magnate "podría tener efectos perjudiciales a largo plazo".
El profesor de Macroeconomía de UNIE Universidad, José López Rojas, reitera que la clave de todo radica "en la duración y credibilidad de estas medidas arancelarias: si son parte de una reforma comercial más amplia, pueden traducirse en mayor dinamismo; si son transitorias, el efecto puede diluirse rápidamente".
El pasado 19 de marzo, la Reserva Federal (Fed) hizo una revisión a la baja de su predicción de crecimiento para este año, dejándolo en un magro 1,7%. Esto son cuatro décimas menos que el 2,1%proyectado a finales de 2024. Esta revisión a la baja se atribuye, precisamente, a los nuevos aranceles comerciales implantados por la Administración Trump hasta la fecha.
Así, las tasas que actualmente están vigentes son la tarifa universal del 145% para China y el arancel del 10%al resto de países del mundo. Aunque pueda resultar esperanzador el hecho de que haya dado marcha atrás, Estados Unidos "seguirá teniendo las tasas arancelarias más altas desde 1943", advierte el economista Senior de Tax Foundation, Alan Cole, al ser preguntado por elEconomista.es.
La entidad sin ánimo de lucro, que dista mucho de ser contraria a la ideología del Partido Republicano -al que pertenece Donald Trump-, ha sido siempre muy crítica con la imposición de aranceles. Cole advierte que el hecho de que se mantengan los aranceles tan altos a China "aumentarán en gran medida los precios de muchos productos que utilizan los estadounidenses, incluidos los bienes intermedios que emplean los fabricantes", lo que se traducirá en un perjuicio del crecimiento económico y en un aumento de los precios.
El investigador principal del Real Instituto Elcano, Enrique Feás, aseguró a elEconomista.es que la probabilidad de recesión "se mantiene", aunque menor, y que la inflación "todavía no está vencida y es aún pronto para predecir que las turbulencias financieras van a desaparecer", advierte.
En las proyecciones de marzo de la Fed, la inflación se corrigió al alza al 2,7%, desde el 2,5% de diciembre de 2024. Con estas medidas vigentes, el IPCpodría incluso llegar a avanzar un punto. Esto situaría la inflación de Estados Unidos en el entorno del 4%, lo que generaría una situación de estainflación. Es decir, una economía estancada con una inflación al alza.
Este sentimiento ya se está notando en los consumidores estadounidenses. El Índice de Confianza del Consumidor publicado por la Universidad de Michigan cayó 6,2 puntos a 50,8 a principios de abril, por debajo del consenso de 53,8, con las expectativas cayendo 5,4 puntos y las condiciones actuales bajando 7,3. Esta encuesta se realizó entre el 25 de marzo y el 8 de abril, justo antes de que Trump decidiese abandonar la guerra arancelaria global para reorientarla solamente hacia China.
Javier Cuervo, profesor del Grado de ADE en UNIE Universidad aclara que aunque Trump haya dado marcha atrás y "se puedan suavizar ligeramente las presiones inflacionarias en el corto plazo" al caer el coste de las importaciones, este efecto será "escaso", dice, si no va "acompañado de una política comercial estable y previsible". Asimismo, el hecho de que la inflación siga creciendo "restringe el margen de maniobra de la Reserva Federal, complicando su política de tipos de interés", advierte Cuervo.
Alan Cole también apuntó a los beneficios, asegurando que también se van a ver perjudicados "incluso para los fabricantes a los que Trump esperaba ayudar". Los aranceles tan altos a China harán "prohibitivos" todos los bienes salvo los esenciales. "No será factible que Estados Unidos reemplace rápidamente la producción china a nivel nacional", denuncia el experto. Asimismo, actualmente la tasa de desempleo se situó en el 4,2%en marzo y la mayoría de estadounidenses en edad de trabajar "ya tienen empleos a menudo en industrias mejor pagadas que en la fabricación de bienes globales", apuntó Cole.
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