Economía

El Gobierno demora la cesión parcial de las bajas a las mutuas pese al acuerdo de 2024

  • Seguridad Social todavía tiene pendiente la negociación de los convenios con las autonomías 
  • El Ministerio no se compromete aún con una fecha concreta para poner en marcha el protocolo 
Una mujer entra en un centro de salud. Europa Press.

El traspaso parcial de la gestión de las bajas laborales traumatológicas a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social está aún lejos de ser una realidad. Esa situación ya genera "malestar", según revelan a elEconomista.es fuentes relacionadas con la negociación, las cuales hablan de un "costoso y no previsto retraso" en la que se planteó como una respuesta necesaria al cada vez más urgente problema del absentismo en España.

Fue el pasado septiembre cuando el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y las mutuas firmaron un acuerdo para que el sistema público –cuando se encuentre saturado, como actualmente– derive a esos organismos la gestión de las bajas más frecuentes, relacionadas con lesiones traumatológicas. Siete meses después, no se producen esas derivaciones y el Ministerio no especifica cuándo estará operativo el protocolo.

Según explica el departamento dirigido por Elma Saiz, la causa de la demora radica en que todavía están sin firmar los convenios con las comunidades autónomas. "Nos hemos reunido con las autonomías y próximamente empezarán a firmarse los convenios", aclara el Ministerio. No obstante, el Ejecutivo no establece una fecha concreta.

Según fuentes de la negociación, en la última reunión el secretario de Estado, Borja Suárez, dijo que ya se habían establecido pactos y la primera firma "está al caer". Sin embargo, cuentan que es un proceso que "necesariamente lleva tiempo". En el ámbito sanitario, son varias las voces que aseguran, por otro lado, que el retraso se debe a que el INSS "no ve clara" cómo será la materialización definitiva del mecanismo.

El acuerdo firmado en el mes de septiembre establece de forma taxativa los límites de actuación de las mutuas a la hora de gestionar las bajas. El objetivo del acuerdo era responder a la necesidad de descongestionar los servicios sanitarios y disminuir los tiempos de espera.

En concreto, según el documento, las mutuas de la Seguridad Social tendrán la posibilidad de llevar a cabo la realización de pruebas diagnósticas y rehabilitadoras, para una serie de enfermedades de origen traumatológico. La colaboración de las mutuas se activará exclusivamente a iniciativa del médico de atención primaria del Servicio Público de Salud. Además, su colaboración se limita a procesos de incapacidad temporal de contingencia común y de origen traumatológico. Y, dentro de éstas, a un listado específico de patologías en las que se acredita la existencia de listas de espera que retrasan la recuperación del paciente. Es decir, el control de las altas y las bajas seguirá en manos de los médicos del Sistema Público de Salud. Además, se requerirá de la autorización del trabajador.

Récord en costes

Mientras se gestiona con las autonomías una medida que pretende paliar el crecimiento de las bajas, los costes siguen aumentando.

Las últimas cifras disponibles de gasto por incapacidad temporal publicadas por la Seguridad Social indican que, a falta de un mes para cerrar el año, el coste de las bajas ya se situaba en cifras récord. La cifra concreta de gasto a mes de noviembre se situó en 14.637,36 millones de euros en 2024, un nuevo máximo histórico. A la vez, la última información publicada por la asociación de las mutuas (AMAT) detallaba un coste conjunto -Estado más empresas- de más de 28.987 millones de euros. La negociación además se sitúa en pleno repunte del absentismo. Según los últimos datos de Randstad en 2024 se perdieron el 6,7% de las horas pactadas, el equivalente a 1.463.544 de personas que no acudieron a su puesto de trabajo al día.

Las afecciones traumatológicas y psiquiátricas explican el 48% de casos

En el año 2024 se produjeron un total de 8.716.663 procesos de bajas por enfermedades y accidentes no laborales según el último informe de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social. Un problema de salud laboral explicado -en gran parte- por las incapacidades derivadas de una patología traumatológica y por enfermedades de salud mental. Y que empeora por las listas de espera de la sanidad pública.

Las últimas cifras disponibles desagregadas por patología son las publicadas este mes por Asepeyo (una de las mutuas colaboradoras). Y muestran la causa con mayor prevalencia corresponde a las patologías traumatológicas, que suponen el 33,2% del total (una proporción que no varía en comparación con 2023). La segunda categoría con más prevalencia, indican, son las patologías psiquiátricas, que han aumentado un punto hasta alcanzar el 14,8% del total de casos. Es decir, el 48% de las bajas corresponden a afecciones traumatológicas o psiquiátricas. La baja por enfermedades de salud mental es, además, la quinta de mayor duración, con 129 días de media, por detrás de la oncológica (196 días de media), la cardíaca (153 días), la de hombro (149 días) y la de rodilla (137 días).

Además de las listas de espera, los expertos en salud laboral también relacionan el aumento de bajas en el envejecimiento de la población y la buena marcha del mercado laboral .

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