Economía

El Ifo apaga el rayo de luz que traían los PMI de Alemania: los tres lastres que arrastrará su economía en 2025

  • El índice empresarial mejora en enero, pero sigue en niveles preocupantes
  • Su lectura enfría las esperanzas que trasladaron el viernes los PMI de este mes
  • Aunque se consiga un pírrico crecimiento en 2025, el reto es mucho mayor
Foto: iStock

El viernes parecía que la economía de Alemania había entrado en 2025 con buen pie dentro de su delicada situación. En menos de 72 horas, esa sensación se ha evaporado. Así lo pone de manifiesto el reputado índice de clima empresarial del prestigioso Instituto Ifo de Investigación Económica de la Universidad de Múnich publicado este lunes. Todavía es posible que la economía germana crezca este año tras dos ejercicios de contracción (algo que no sucedía desde el bienio 2002-2003), pero la puerta amenaza con irse cerrando de nuevo poco a poco. Por supuesto, que se consiga evitar la contracción no implica un crecimiento fuerte ni mucho menos que la tradicional 'locomotora' económica europea haya salido del 'purgatorio' en el que se encuentra.

Es cierto que la subida del índice de clima empresarial del Ifo en enero (de 84,7 a 85,1) ha superado a las previsiones de los economistas, que esperaban un estancamiento en el dato. Igualmente, el repunte sigue manteniendo abierta la puerta a que el PIB experimente una ligera expansión este año. Sin embargo, su nivel, muy bajo en comparación con su rango medio antes de la pandemia, deja a las claras que la economía alemana seguirá atravesando dificultades.

El viernes, los indicadores adelantados de actividad empresarial relativos a enero daban una alegría inesperada. El índice compuesto de gestores de compras (PMI) de las empresas, el que aglutina tanto la manufactura como el sector servicios, reflejaba en su lectura preliminar de enero la cifra de 50,1 puntos. Era la primera vez desde inicios del pasado verano que el indicador rebasaba los 50 puntos, la zona que separa la contracción de la expansión en estos índices. La mejoría venía, por un lado, de un repunte en la anémica manufactura alemana. El salto de 42,5 a 44,1 puntos era visto con gran optimismo, pese a continuar la métrica muy lejos de los 50 puntos. La industria germana, referencia histórica, sigue sufriendo por los elevados costes de la energía, los aún elevados tipos de interés y el estocazo competitivo que le ha dado China. Por eso, cualquier indicio de mejoría es recibido con ilusión. En el frente de los servicios, el pilar que ha sujetado la actividad este tiempo, el repunte de 51,2 puntos a 52,5 -se esperaba un estancamiento- también traía señales positivas.

"Los PMI ofrecen cierta esperanza de que Alemania pueda salir de la fase recesiva de los dos últimos años", señalaba Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank (HCOB) en el informe con los PMI de S&P Global publicado este viernes. Hace pocos días, Destatis, el órgano estadístico federal alemán, confirmó el segundo año consecutivo de contracción del PIB germano en 2024, algo que no ocurría desde el bienio 2002-2003, cuando se acuñó el mote de 'hombre enfermo de Europa' para Alemania que ha vuelto a ponerse de moda.

La muy fría mejoría en el índice del Ifo estrecha un poco más un pasadizo que no era muy ancho. "A pesar de los datos del PMI de enero mejores de lo esperado, seguimos pensando que los riesgos para la recuperación están sesgados a la baja, dado el contexto de incertidumbre geopolítica y de política comercial, la continua debilidad industrial y el riesgo de un deterioro más severo en el mercado laboral", apunta en un informe para clientes Max Maton, analista de Oxford Economics.

"Al comentar los datos macroeconómicos alemanes, hemos puesto el listón bajo en los últimos años. Cualquier cosa que no sea otra decepción es inmediatamente positiva. El índice Ifo de hoy entra en esta categoría. Desde un punto de vista más serio, el índice Ifo de hoy no es más que otro recordatorio de que el país sigue atrapado en el estancamiento y está luchando por acordar una salida", pone sobre claro Carsten Brzeski, economista jefe en ING y habitual 'galeno' de la anémica economía alemana.

Tres pesados lastres

En un comentario rápido tras el dato del Ifo, Franziska Palmas, analista de Capital Economics, sintetiza los tres lastres que tirarán hacia abajo de la economía germana este año: "Pese a todo, seguimos esperando que el PIB crezca ligeramente este año, ya que el aumento de los ingresos reales y la relajación de la política monetaria impulsan el gasto de los hogares. Pero dado que la confianza sigue siendo débil, que es poco probable que las elecciones federales del 23 de febrero traigan consigo una mayor relajación fiscal y que las dificultades en la industria van a continuar, creemos que el crecimiento seguirá siendo moderado".

En Oxford Economics ven peligrar su pronóstico de un crecimiento del 0,4% para este año por esas mismas razones: "Si bien la flexibilización monetaria y el aumento de los ingresos reales deberían brindar cierto impulso a la recuperación, aún creemos que seguirá siendo frágil. La demanda sigue siendo débil y la economía enfrenta una combinación desafiante de riesgos en el frente interno e internacional, incluida la amenaza de aranceles por parte de la nueva administración estadounidense y el riesgo de que el mercado laboral se debilite severamente. Dada la incertidumbre política, no esperamos ningún impulso de la política fiscal este año".

La preocupación política la comparte Jörg Krämer desde Commerzbank: "Las elecciones del 23 de febrero solo podrían cambiar esta situación si los futuros socios de coalición tuvieran un entendimiento común sobre cómo mejorar la competitividad. Una nueva coalición podría relajar el freno constitucional de la deuda, por ejemplo, eximiendo de él la inversión pública. En este sentido, en el futuro podrían estar disponibles considerablemente más fondos para la inversión en infraestructuras. Pero en la mayoría de los demás ámbitos de la política económica, los potenciales socios de coalición probablemente tendrían puntos de vista muy diferentes, lo que impediría un necesario nuevo comienzo en la política económica". Desde el banco alemán siguen esperando un 0,2% de crecimiento para este año que directamente califican de "estancamiento".

ING: "Harán falta muchas noches más antes de que las mañanas económicas de Alemania vuelvan a ser doradas"

A pesar de que en el informe de los PMI se hablaba de un sorprendentemente positivo 'efecto Trump' entre el tejido empresarial alemán, el Ifo vuelve a hacer "obvio que los resultados de las elecciones estadounidenses y la incertidumbre política en Alemania ante las próximas elecciones federales siguen pesando en el sentimiento", constata Brzeski.

Desde ING no tienen dudas de que, hasta la 'resaca electoral, los riesgos a la baja dominarán con las citadas políticas económicas de la nueva administración estadounidense. "Alrededor del 10% de las exportaciones alemanas se dirigen a EEUU (la mayor parte de las cuales son de automoción) y cualquier arancel estadounidense afectaría a un sector ya asediado. Sin embargo, aún más importante es el impacto que los recortes fiscales y la desregulación en EEUU -combinados con unos precios de la energía ya bajos- tendrían sobre la competitividad alemana, que es claramente negativa. Las empresas alemanas podrían aumentar sus inversiones en EEUU a costa de las inversiones en Alemania", alertan desde ING.

"Las empresas alemanas se enfrentan a una tormenta perfecta: los costes de la energía en Alemania han subido, la globalización se ralentiza y la transición hacia la neutralidad climática es cada vez más cara. A esto se añaden problemas de cosecha propia: altos costes burocráticos y elevados tipos del impuesto de sociedades", lleva tiempo avisando Achim Wambach, presidente del Centro Leibniz para la Investigación Económica Europea (ZEW por sus siglas en alemán), como hizo en una entrevista con elEconomista.es.

Brzeski cierra el análisis con una nota musical: "Como canta Lola Young, siempre hay un mañana después de la noche. Aunque el índice Ifo de hoy trae algún destello de luz, desgraciadamente todavía no es señal de un repunte económico inminente. Harán falta muchas noches más antes de que las mañanas económicas de Alemania vuelvan a ser doradas". El propio Bundesbank, el banco central del país, ha constatado en su informe mensual que la economía no saldrá de su letargo en el primer trimestre de 2025.

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