
El gasto público explica más de la mitad del crecimiento de la economía española desde finales de 2019, justo antes de que impactara el covid, según destaca el Banco de España en un reciente informe. El gran peso del consumo de las administraciones no resiste la comparación con ninguna gran economía del euro, ni economías más pequeñas como la de Portugal o Grecia, también volcadas con el sector servicios. Los expertos apuntan a un atasco en los fondos europeos como parte de la explicación para que en el PIB tenga tanto peso el consumo público.

El crecimiento de la economía española está sorprendiendo a propios y extraños. Dentro de las cuatro grandes economías del euro es la que más crece en términos acumulados desde el inicio de la pandemia, en el último trimestre de 2019. El PIB español se situaba un 5,7% por encima del nivel previo a la pandemia hasta el segundo trimestre de 2024, dejando atrás el 5,5% de Italia, el 3,7% de Francia y el 0,2% de Alemania, según recoge el informe Rasgos básicos de la evolución de la economía española desde la pandemia, en comparativa europea, tras las revisiones de la Contabilidad Nacional, publicado recientemente por el Banco de España.
El documento analiza las actualizaciones del dato de PIB que ha venido realizando el INE y destaca el comportamiento más favorable de la economía española respecto al conjunto del área del euro, cuyo crecimiento acumulado fue del 4,2%, pero lo más interesante del análisis no es el cuánto, sino el cómo. Y deja a luz varias apreciaciones preocupantes sobre los componentes del crecimiento de España, en comparativa con el resto de los países europeos.
La economía española se ha expandido con dos apoyos principales, el gasto público y en la demanda exterior neta. La contribución del primero supone el 54% del crecimiento de PIB durante el periodo analizado y el segundo componente del 26%. En todos los países europeos el gasto público jugó un papel capital para salir de la crisis, pero el Banco de España subraya que "el consumo público es especialmente elevado en el caso de España".
La descomposición del PIB desde el inicio de la pandemia explica muy bien cómo los países analizados salieron de la última crisis (Grecia, Portugal, España, Italia, Francia y Alemania). En Italia, el 72% de la expansión económica se explica por la inversión y es que el país desplegó los superbonos, un paquete de ayudas y beneficios fiscales que llegaron a suponer una desgravación para el contribuyente del 110% para cubrir los gastos de las obras en las viviendas. En Grecia y Portugal, dos de los países más dinámicos desde la pandemia, el mix de crecimiento está compensado entre el consumo privado y la inversión. Francia es el país con el PIB más equilibrado por componentes entre todas las economías analizadas, y en Alemania, el crecimiento es tan anémico, que el comportamiento de la demanda interna y la inversión explican la crisis en la que se encuentra el país.
Para España, el mayor desequilibrio viene del gasto de las administraciones públicas, que además ha sido uno de los componentes con mayor revisión al alza por parte del INE. "El crecimiento del consumo público ha aumentado en 4,8 puntos porcentuales, desde el 12% según las series anteriores, hasta el 16,8% de acuerdo con las nuevas cifras, mientras que la inversión privada ha pasado de caer un 1,3% según las cifras anteriores a crecer un 0,4%, es decir, su incremento acumulado es ahora 1,7 puntos porcentuales superior", indica el documento del Banco de España.
En su análisis, el organismo apunta a que los países con un mayor crecimiento tienen que ver con "con la asignación de fondos vinculados al programa Next Generation EU". La inversión pública en España, Italia, Portugal y Grecia entre 2019 y 2023, registró crecimientos del 62,9%, 61,5%, 75,5% y 90,9%, respectivamente. Por otro lado, el dinamismo fue significativamente menor en países como Alemania y Francia, con aumentos entre 2019 y 2023 del 23,9% y el 19,5%, respectivamente, señalan los economistas.
Por qué crece España casi más que nadie
Hasta principios de 2022, la economía española se mantenía ligeramente rezagada en comparación con el resto de la zona euro, pero desde entonces ha experimentado un comportamiento más favorable. La invasión rusa de Ucrania explica este cambio de comportamiento. "Dadas la naturaleza de esta perturbación y la mejor situación relativa de la economía española en términos de diversificación de sus fuentes de energía y de exposición a las disrupciones en el suministro de gas procedente de Rusia, cabía esperar que el impacto relativo fuese menos desfavorable para la economía española en el contexto de las grandes economías europeas", explican desde el Banco de España. Entre el cuarto trimestre de 2021 y el segundo trimestre de 2024 el crecimiento acumulado del PIB en España ha sido de un 8,8%, frente al 2,6% en el caso de la zona euro.
Sin embargo, en España ha experimentado un fenómeno particular en el que las ayudas y el gasto público no se ha trasladado al sector privado. "La inversión pública ha experimentado un crecimiento acumulado respecto al cuarto trimestre de 2019 del 45,7%, mientras que la inversión productiva privada se mantiene un 9,8% por debajo de su nivel anterior a la pandemia", destaca el documento.
Pese a que la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), que engloba la inversión del sector privado, ha pasado a experimentar un crecimiento positivo es casi testimonial en comparación con la inversión pública. La economía española está creciendo, pero sin el apoyo de la inversión empresarial, lo que está siendo una anomalía en el entorno económico. "La acumulación de capital fijo sigue mostrando niveles por debajo de lo observado antes de la pandemia, sobre todo en componentes que deberían haberse beneficiado de los fondos ligados al PRTR. Por ejemplo, la inversión en maquinaria y equipo en 2024 sería un 6 % inferior a la realizada en 2019, y en construcción no residencial, un 3 %. La situación en el sector de equipo de transporte es particularmente preocupante, al encontrarse un 23 % por debajo de la inversión efectuada antes de la pandemia", arrojaban algo de luz los analistas de BBVA Research, en su último informe de situación de la economía española.
El chute de los fondos europeos no está funcionando como se esperaba o, por lo menos, no tan rápido como deberían. "Las empresas tampoco parecen querer expandir su capacidad productiva, ni los recursos están incentivando la llegada de empresas o sectores que requieran la construcción de nuevos centros de trabajo. Esto, en un entorno donde la licitación de obra pública se desacelera y podría estar adelantando un menor impulso de estos fondos al crecimiento", añaden desde BBVA Research.
El problema de esta fórmula de crecimiento es que tiene un camino muy corto, ante la situación fiscal de la economía española, lo que significa que más temprano que tarde el chute a la economía se irá diluyendo, pese a que España seguirá liderando el crecimiento entre las grandes economías de la zona euro.
"Las previsiones apuntan al mantenimiento del agujero presupuestario en niveles más elevados de lo que cabría esperar habida cuenta del ciclo. Esto es porque el tirón del gasto en consumo de las administraciones públicas tiende a compensar el plus de recaudación procedente del vigoroso crecimiento de la economía. Con todo, el desvío se situaría en el 3,1 % del PIB el conjunto del presente ejercicio. Para 2025 se prevé un déficit prácticamente sin cambios, del 3 %, es decir, medio punto más que el objetivo del Plan Fiscal del Gobierno. El desvío se debe a que estas previsiones se basan en las políticas ya aprobadas o anticipadas, mientras que el objetivo oficial incorpora nuevas medidas cuyo detalle se desconoce", apuntan desde Funcas. Para reducir el déficit en medio punto, sería necesario un ajuste cercano a 8.000 millones de euros.
Las estimaciones de BBVA Research indican que, por cada punto de ajuste del déficit primario estructural en porcentaje del PIB potencial, el nivel de actividad podría moderarse en el largo plazo entre 0,75 pp del PIB y 1,0 pp. "La magnitud del efecto dependería de la composición del ajuste, pero serían necesarias reformas que pudieran compensar parte o la totalidad de estos efectos negativos sobre la actividad económica", comentan estos expertos.