Economía

Deutsche Bank saca la bola de cristal para ver los próximos 25 años y España no queda bien parada

  • España perderá casi 8 millones de población en edad de trabajar hasta el 2049
  • La población en edad de trabajar muestra correlación con el crecimiento...
  • ... también con el rendimiento positivo de activos financieros como las acciones

Hace unos cuatro años, Deutsche Bank publicó un extenso informe en el que anunciaba la llegada de un nuevo superciclo en la economía global que sería conocido como la 'era del desorden'. Esta era iba a estar dominada por una creciente tensión entre EEUU y China, una deuda disparada (gasto público creciente), volatilidad en los precios y la revolución tecnológica. Cuatro años después se puede decir que lo han clavado. Ahora, el mismo economista que dirigió ese informe ha publicado una especie de apéndice o extensión que pone el foco en los mercados financieros y la demografía para intentar descifrar qué pasará en el futuro. Un adelanto: España no sale bien parada.

Aunque el informe se dedica principalmente a estudiar y realizar proyecciones de los grandes bloques (Europa, EEUU, China o la India), también aparecen unas pocas líneas dedicadas a la economía española, que junto a países como Japón o Italia ocuparán los últimos puestos del ranking en cuento a crecimiento económico y rendimiento de los activos financieros.

Jim Reid, el economista estrella de Deutsche Bank, junto con la ayuda de Henry Allen y Galina Pozdnyakova, han confeccionado un informe en el que analiza el impacto de la demografía en la economía y los mercados financieros. Es evidente que la demografía tiene mucho que ver con el crecimiento económico agregado, es decir, el PIB total de una economía suele presentar tasas positivas de crecimiento, casi sin querer cuando la población aumenta. Al fin y al cabo, más personas en edad laboral supone más trabajadores y más producción, suponiendo que todo lo demás permanezca constante. Pero Jim Reid y sus colegas creen que además este crecimiento de la población está relacionado de forma positiva con el crecimiento del PIB per cápita (uno de los indicadores más importantes para medir la prosperidad) y con el buen rendimiento de los activos en los mercados financieros, sobre todo de las acciones. Ahora que Occidente y buena parte del mundo se enfrentan a un invierno demográfico, los economistas de Deutsche Bank estudian qué puede pasar con la economía y los mercados.

En el caso de la economía de España se puede apreciar una clara desaceleración del crecimiento medio medido por cuartos de siglo: en el periodo 1925-1949, con la destructiva guerra civil de por medio, el PIB solo creció un 0,6% en términos reales (de media cada año). El gran despegue de la economía nacional se produjo en el periodo 1950-1974, con un crecimiento medio cada año del 6,3%. Más tarde, la economía comenzó a perder tracción, al igual que la productividad. En el periodo 1975-1999 la tasa de variación real anual del PIB promedió un 2,6%, mientras que el cuarto de siglo 2000- 2024 este dato ha sido solo del 1,6%. Teniendo en cuenta el comportamiento demográfico de España, el descenso de la población en edad de trabajar y otros parámetros como la productividad, no se puede esperar que el próximo cuarto de siglo vaya a ser el de la recuperación.

"Según los datos de la población en edad de trabajar y la población total de los países más grandes de los mercados desarrollados, todo hace indicar que países como Italia, Japón, España y Alemania tendrán se enfrentarán a una cuesta arriba para evitar quedar al final de la lista de crecimiento y rentabilidad de la renta variable para el período 2025-2049, en igualdad de condiciones", advierten desde Deutsche Bank. Los analistas del banco germano calculan que hasta 2050 España perderá casi 8 millones de personas en edad de trabajar. De modo que, si todo lo demás se mantuviera constante, el PIB sufriría una caída extremadamente drástica y la renta variable también se vería lastrada: "Existe una correlación entre el crecimiento de la población en edad de trabajar y los rendimientos reales de las acciones... aunque hay muchos otros factores que explican los el comportamiento de la renta variable, es sorprendente que haya tan pocos ejemplos de economías de avanzadas que tengan un crecimiento demográfico débil y rendimientos decentes de las acciones", sostiene el informe publicado este mes por el banco alemán.

No obstante, una fuerte caída del PIB no parece el escenario central en España ni en ningún otro país desarrollado, puesto que se prevé que la productividad se incremente con fuerza a medida que la inteligencia artificial se aplica de forma masiva a la economía. Esto permitiría amortiguar parte del golpe y que las economías produzcan más con menos (sean más productivas).

Desde la primera revolución industrial, los seres humanos han revolucionado constantemente el planeta con inventos que mejoran la productividad. Sin embargo, "es justo decir que en el ciclo industrial 2000-2024 el crecimiento de la productividad se desaceleró en muchos países desarrollados y se estancó en EEUU. Aunque el sobreendeudamiento no augura nada bueno para la productividad en el ciclo industrial 2025-2049, sería valiente invertir en contra de la capacidad de los humanos para encontrar el próximo milagro de la productividad. Al menos con la IA todos tenemos algo a lo que aferrarnos para tener esperanzas. La perspectiva de que la inteligencia artificial general llegue cuando lleguemos a la segunda mitad del ciclo industrial 2025-2049 es real y podría revolucionar por completo el mundo", aseguran desde Deutsche Bank. Pese a todo, el giro demográfico está siendo asombroso e inédito, según recalcan estos expertos.

"Ahora mismos estamos en medio de una transición demográfica sin precedentes, en la que el crecimiento de la población mundial está disminuyendo de manera continua, sin señales evidentes de que esta tendencia vaya a cambiar. En unos pocos años, las tasas de crecimiento poblacional caerán a niveles más bajos de lo que se ha observado desde antes de 1900", aseguran desde Deutsche Bank. Aunque esta tendencia es global, hay grandes diferencias entre regiones y países. Mientras que África va a ser el gran motor del crecimiento demográfico, Occidente va a ser el gran lastre del motor global. Dentro de Occidente, Europa queda mal parada. Dentro de Europa, España aparece en mala posición.

La caída demográfica de Europa

"Europa va a ser la primera gran región o país en experimentar una disminución notable de su población desde que en periodo 1850-1874 la población de China se redujese en unos 30 millones de habitantes", apuntan estos analistas. A modo de apunte o curiosidad, en el período de 1850 a 1874 una gran sequía y un régimen ineficaz provocaron una hambruna histórica. La población de China se redujo en más de 30 millones de personas. Ahora, Europa será probablemente la primera región que va a sufrir un descenso notable de su población desde entonces. Además, en esta ocasión, salvo catástrofe, no habrá detrás ni una hambruna, ni una guerra, ni ningún fenómeno natural.

La población va a caer de forma natural, no obstante, "este declive demográfico planteará importantes desafíos para Europa, ya que intentará mantener su influencia económica y geopolítica a pesar de enfrentarse a una desventaja demográfica significativa", aseguran los economistas del banco germano. Que colocan a España, Japón, Italia y Alemania en una situación peliaguda de cara al futuro.

De las 57 economías de la muestra escogida por DB (divididas aproximadamente por igual entre los países desarrollados y los emergentes), 26 experimentarán descensos en su población en edad de trabajar entre 2025 y 2049, entre ellas China (-225,8 millones), Japón (-18 millones), Corea (-12,2 millones), Rusia (-11,7 millones), Italia (-10 millones), Alemania (-8,6 millones) y España (-7,8 millones).

En el lado opuesto, los economistas de DB colocan a países como Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Australia que tienen una ventaja demográfica. Los países anglosajones no solo presentan unas tasas de fertilidad ligeramente más elevadas, sino que además se encuentran entre los países con capacidad para atraer a una inmigración cualificada en la 'guerra' por la mano de obra que se está gestando a medida que envejece la población y algunos perfiles cualificados empiezan a escasear. Fuera de los países desarrollados destaca la India por su potencial. Aunque la tasa de fertilidad se está moderando de forma drástica, la India aún tiene una pirámide poblacional muy favorable, por lo que en los próximos años entrarán varias decenas de millones personas en el mercado laboral.

Con dato en la mano, los expertos de Deutsche Bank señalan que EEUU experimentará un aumento pequeño de su población en edad de trabajar (+8 millones) entre 2024 y 2049, mientras que la India sumará 145 millones de trabajadores. La población total de 16 de las 57 economías disminuirá en este período. Para 2050, la población de la India será un tercio mayor que la de China (superada en 2022), y su población en edad de trabajar será más de un 50% mayor.

En tierra de nadie se encuentran países como Francia, que "está en el medio de estos dos grupos. En cuanto a las economías de mercados emergentes más grandes e importantes, China, Tailandia y Rusia tienen cifras más asociadas con los países europeos grandes y más débiles", sostienen los analistas de Deutsche Bank. En el otro extremo, países como Indonesia, México, India, los Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica y Egipto tienen una buena demografía de cara al futuro, pero cabe señalar que prácticamente todos los países están desacelerándose en relación con el período 2000-2024.

España en la lucha por no ser el último

"En vista de lo anterior y en igualdad de condiciones, Italia, Japón, España y Alemania se enfrentarán a una ardua batalla para evitar ocupar las partes finales de la lista de crecimiento y rentabilidad de la renta variable en el período 2025-2049. Sin embargo, en el espacio de los mercados desarrollados, Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Australia tienen una ventaja demográfica dadas las previsiones actuales. En cuanto a las economías de mercados emergentes más grandes e importantes, China, Tailandia y Rusia tienen cifras demográficas más asociadas con los países europeos grandes y más débiles. En el otro extremo, Indonesia, México, la India, los Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica y Egipto tienen una buena demografía", sentencia el informe de Deutsche Bank.

Además, la demografía también tendrá un gran impacto en la geopolítica, según Reid y sus compañeros. El hecho de que la economía de Japón haya pasado de representar el 48% del PIB de Estados Unidos en 2000 a menos del 15% en la actualidad, se debe principalmente a una demografía más débil, es una lección importante para Europa, que probablemente verá una reducción notable de su población en el período 2025-2049. China también verá su población caer en 149 millones, y para 2050 la población de la India será un tercio más grande que la de China, mientras que África tendrá casi el doble de la población de China.

¿Puede salvarse la economía de una 'japonización' global? "Si la IA se convierte en un impulsor de la productividad a la par de las revoluciones industriales anteriores, debería aumentar la marea para toda la economía global. Sin embargo, algunos países tendrán una ventaja natural, siendo Estados Unidos el líder destacado actual en este frente, a pesar de las altas valoraciones iniciales de las acciones actuales", culminan desde Deutsche Bank.

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