Economía

La gran batalla del mundo es contra la inflación... pero este país europeo ve una crisis por unos precios hundiéndose

  • Suiza está preocupada por la estabilidad de precios... por su baja inflación
  • La fortaleza del franco puede llevar los precios a negativo
  • El banco central incluso abre la puerta a tipos de interés negativos

Una palabra domina por completo el discurso entre los economistas y bancos centrales: inflación. Los países de todo el mundo se han encomendado a una batalla sin cuartel contra las alzas de precios con subidas de tipos históricas por parte de la Fed y el BCE. Sin embargo, un país en el corazón de Europa puede convertirse en el ejemplo perfecto de que hay que tener cuidado con lo que se desea. Tras declarar una victoria total sobre la inflación Suiza ahora vislumbra un gran riesgo, algo incluso más peligroso para la economía: la deflación.

Tal y como explica la Reserva Federal en uno de sus informes, la deflación supone una amenaza más potente para el crecimiento dado que "crea incentivos para ahorrar y posponer el gasto porque los precios serán más bajos y el poder adquisitivo mayor en el futuro. Este patrón deprime el gasto y debilita la economía". Este es el peligro que desde Berna cada vez parece más real.

Las alarmas saltaron con los últimos datos del IPC relativos a septiembre y el discurso se agrava aún más con el dato conocido este viernes. Si en el noveno mes del año la inflación cayó al 0,8%, su punto más bajo desde 2020 y 2021, cuando sí se produjo la temida deflación, en octubre la cifra registró un repunte de solo el 0,6%.

La inflación suiza se desaceleró inesperadamente, fortaleciendo los argumentos a favor de nuevos recortes de tasas por parte del Banco Nacional Suizo y alimentando las preocupaciones de que el crecimiento de los precios pudiera no alcanzar la meta del banco central. Precisamente, el banco central ya ha recortado este año tres veces los tipos de interés en movimientos de 25 puntos básicos, siendo el último este mes de septiembre y comenzando en febrero. Ahora el precio del dinero en el país helvético está en el 1%.

Tal es la preocupación que desde el propio Banco Nacional de Suiza (SNB, por sus siglas en inglés), reconocen que están abiertos incluso a seguir hacia tipos de interés negativos tras las cifras de la inflación. "No podemos descartar tipos negativos en este momento, no descartamos nada" comentó el debutante presidente Martin Schlegel este mismo mes. Este mismo martes Schlegel comentó que, en todo caso, "reducir más los tipos sería totalmente necesario para mantener la estabilidad de precios".

La inflación suiza no se ha acelerado desde abril en medio de una continua apreciación del franco. Al abaratar las importaciones, el tipo de cambio de la moneda tiene un impacto considerable en las presiones sobre los precios.

Desde Pantheon Research comentan que "salvo que se produzca un aumento significativo y sostenido de los precios del petróleo que impulse la inflación en el nuevo año lo suficiente como para compensar la caída entrante de los precios de la electricidad en enero, sospechamos que la inflación rondará el 0,5% al comienzo del nuevo año".

Una inflación... demasiado baja

Para todo el año, los precios al consumidor crecerán a un ritmo anual del 1,2% en 2024 y del 0,7% el año siguiente , según anunció el jueves la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos. Esta cifra es inferior a la previsión anterior del 1,4% y del 1,1%, respectivamente, y contrasta con las previsiones del Banco Nacional Suizo del 1,3% y del 1,1%, que aún no han sido actualizadas.

Sin embargo, desde la firma remarcan que ahora, con la inflación ya rondando esos niveles, el SNB necesitará actuar con premura si no quiere evitar los precios en negativo. "El Banco tendrá que flexibilizar aún más, en línea con el BCE, para evitar una apreciación significativa del franco y evitar el riesgo de deflación, y las expectativas sobre los tipos de interés oficiales del BCE han caído aún más recientemente", comentan desde Pantheon. El BNS dejó claro la semana pasada que no estaba satisfecho con la reciente fortaleza de la moneda y, por lo tanto, "podría recortar más de lo que esperamos, para seguir compensando esta presión alcista. Pero hay un piso. Dudamos que el BNS lleve los tipos por debajo de cero cuando los tipos del BCE se mantengan positivos".

Todos coinciden en que el franco será la clave pues su fortaleza ha sido una de las grandes claves para explicar la resistencia del país de los Alpes frente a la inflación. Desde BNP Paribas defendían que la divisa, que actúa como un refugio en tiempos de caos geopolítico "supone un escudo inquebrantable frente al IPC pues se encarga de contener sustancialmente los precios de importación".

El franco suizo (comprado con una cesta de diversas monedas) se ha revalorizado un 2,39% en lo que va de año. Todo ello a pesar de que ha caído un 5,93% desde sus máximos de abril, antes de que comenzase su senda de recortes de tipos. Frente al euro ha caído un 1,14% en el año y un 2,68% frente al dólar. Sin embargo, en todos los casos ha mostrado un claro repunte desde febrero y previamente había saltado durante el año. El banco central y las empresas del país están bajo tensión intentando que la moneda baje todavía más pues saben que un despertar de la misma podría ir totalmente en contra de las necesidades de la economía en estos momentos.

Desde Gavekal Research explican que es su gran arma la que podría terminar por herirlos. "Durante el aumento de la inflación mundial posterior a la pandemia de 2022-23, el siempre vigilante BNS fomentó una apreciación del franco suizo para frenar la inflación importada. Tuvo éxito en este esfuerzo, lo que lo colocó en una situación diferente a la de otras economías de Europa occidental". Sin embargo los analistas señalan que "ahora la inflación suiza está totalmente controlada y el gran riesgo es que la tendencia del franco dañe gravemente las exportaciones (al elevar los precios demasiado) y lleve a la economía a un ciclo deflacionario".

Desde Capital Economics coincidían, aunque tenían una perspectiva incluso más negativa, "desde la última reunión de política monetaria del BNS en septiembre, hemos revisado a la baja nuestra previsión de inflación y ahora esperamos que caiga del 1,1% en 2024 a solo el 0,3% en 2025". En ese sentido, "si los precios del petróleo bajan o hay un franco más fuerte podrían llevar a una inflación al límite". La firma tiene claro la cerca que está este escenario. "Un simple aumento del franco del 5% sería suficiente para empujar al país a la deflación. Aunque es una subida significativa, el franco aumenta todos los años un 3% de media desde hace 15 años, no sería una sorpresa total".

"La amenaza de deflación probablemente llevará al SNB a pecar de cauteloso en los próximos meses y comprar en el mercado de divisas"

Hasta hace no tanto parecía que el franco suizo iniciaba una retirada tranquila, con la caída del 6% en el primer semestre del año. Sin embargo este verano, a medida que la Fed y el BCE han empezado a recortar tipos, la moneda se ha disparado y todo ese proceso se ha revertido, anulando lo que parecía una operación perfecta. "A medida que se ha instalado la desinflación global, el diferencial de inflación con los socios comerciales occidentales de Suiza ha retrocedido a su promedio histórico de 1-1,5 puntos porcentuales. Por lo tanto, la reciente apreciación nominal del franco ha hecho que su tipo de cambio efectivo real alcance un pico cíclico", sentencian desde Gavekal.

Los economistas de la firma explican que la contribución de los bienes importados ha restado cuatro décimas al IPC en los datos de agosto con las recientes caídas. Algo que deja claro la importancia de la moneda. "La nación alpina ahora está preparada para importar deflación. Además, las fortaleza mete presión a un sector manufacturero que ya ha pedido al SNB que tome medidas como compras masivamente moneda".

En cualquier caso, desde Capital Economics creen que incluso si la deflación termina abriéndose paso, no se convertirá en una tendencia sistemática y estructural como ocurrió en la década pasada. "La amenaza de deflación probablemente llevará al SNB a pecar de cauteloso en los próximos meses" comenta la firma. En ese sentido apuestan por agresivas compras de divisas para mantener los precios bajos". En cualquier caso, el gran peligro ha cambiado por completo de frente y queda por ver si el SNB es capaz de cortocircuitar la bomba del franco que será la principal amenaza de Suiza en 2025.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky