
La carrera electoral en Estados Unidos continúa y los candidatos siguen exponiendo sus propuestas económicas. El republicano y expresidente, Donald Trump, sigue con su mantra de bajar impuestos. En su red social Truth Social aseguró, antes de en un mitin en Long Island, que quería suprimir el límite de 10.000 dólares desgravables por persona física de impuestos locales y estatales para volver a ponerlo al 100%, una medida que los expertos creen que puede costar hasta 1,2 billones de dólares en diez años a las arcas del país.
Esta bonificación fiscal techada la implantó él mismo en 2017, cuando era presidente, y forma parte del mecanismo conocido como SALT (por las siglas en inglés de State and Local Tax) y que se engloba dentro de un proyecto fiscal con el que pretendía recaudar 3,5 billones de dólares para el Tesoro.
Antes de 2018, los impuestos estatales y locales sobre la propiedad y los ingresos generalmente eran deducibles a nivel nacional. Junto con otros cambios al código tributario, la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 (TCJA, por sus siglas en inglés), impulsada por el propio Trump, estableció ese límite en la cantidad de impuestos estatales y locales que una persona podía deducir.
Desde el gabinete de campaña de Donald Trump no han dado más detalles acerca de esta propuesta, pero el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a analizar las propuestas de los candidatos, aseguró en un informe que la supresión del límite del SALT "sería un error costoso", concretamente de 1,2 billones de dólares en una década. A esto hay que añadir los 4 billones de dólares que están destinados a extender los recortes de impuestos que van a finalizar este año y los más de 2 billones de dólares de las otras promesas de recortes de impuestos del candidato republicano.
"En teoría, la deducción fiscal existe para compensar cierta responsabilidad del contribuyente federal al excluir los ingresos ya tomados en impuestos por servicios gubernamentales de ámbito estatal y local", explican desde Tax Foundation.
Cuando Trump estableció el límite de deducciones en 2017, legisló para que fuese una medida totalmente temporal. Así, está previsto que a finales de 2025 vuelvan las bonificaciones fiscales al 100%, pero las cuentas estadounidenses no se pueden permitir tal descalabro en los próximos años, según argumentan los expertos.
El analista sénior de Políticas y gerente de modelos de Tax Foundation, Garett Watson, explicó a elEconomista.es que mantener la deducción SALT de manera ilimitada "también aumentaría re regresividad del código tributario, ya que los que ganan más son, con mucho, los mayores beneficiarios de estas deducciones", ya que la persona física tiene que declarar más de 10.000 dórales en impuestos estatales y locales y detallar sus impuestos federales, "los cuales son más comunes entre los que más ganan", explicó.
Además, desde el Comité de Presupuestos explican que la derogación del límite SALT "no significará simplemente que los contribuyentes regresaran al año 2017". Reiteran que "muchos de los contribuyentes que se beneficiaron de la deducción en ese año "no obtendrían ningún beneficio de la derogación" ya que la deducción estándar es "mucho mayor de la que está en vigor actualmente", esto quiere decir que a día de hoy "no serían elegibles para la deducción SALT de 2017 porque pagaron el Impuesto Mínimo Alternativo (ahora drásticamente reducido)", aclararon en un informe.
Los cálculos de recaudación que ha hecho en Tax Foundation en el caso de que se mantenga ese límite de 10.000 dólares ascienden a 93.400 millones de dólares en este ejercicio y 979.400 millones en una década, es decir, casi un billón de dólares.
En cuanto a los beneficiados de la bonificación al 100% del SALT, Garett Watson reitera que solamente aumentaría los ingresos en un 2,7% a una gran minoría de los contribuyentes (1%), "mientras que no proporcionaría ningún beneficio al 40% de las personas que detallan sus deducciones fiscales".
En Tax Foundation hicieron una investigación y los condados donde más se concentran las deducciones del SALTestán en California y Nueva York, dos de los estados con las rentas más altas del país pero tradicionalmente demócratas, por lo que no es baladí que Trump anunciase esto antes de dar su mitin en Long Island, en Nueva York.
Hay margen para bajar impuestos
Garett Watson aseguró a elEconomista.es que existe la posibilidad de rebajar impuestos y simplificar el sistema tributario del país, pero esto "requeriría ampliar la base tributaria mediante la eliminación de deducciones fiscales individuales y comerciales, los créditos y otros gastos fiscales que se desvían de una base impositiva eficiente y favorable al crecimiento".
Esta medida, asegura, "proporcionaría compensaciones a la pérdida de ingresos". Aún así, el experto es claro: "existe un gran desafío político" en materia fiscal en EEUU.