Economía

La otra batalla de Ucrania se acerca y no es contra Rusia, sino contra BlackRock: la cuenta atrás para el 'default'

  • Un tramo de 20.000 millones vence el 30 de agosto
  • BlackRock y Pimco, entre los grandes tenedores de deuda extranjeros
  • Desde Kiev se negocia 'in extremis' una reestructuración

La guerra por Ucrania está, a todas luces, en una nueva fase. Con el conflicto ya estancado, las posiciones se mantienen rígidas y la batalla por el país eslavo se ha convertido en una lucha de desgaste. En ese sentido, a pesar de que las tropas siguen en lucha, la atención de Kiev se ha centrado en un frente que, dada la naturaleza de esta nueva etapa, puede ser decisivo: la deuda. A pesar de que el país cuenta con un pasivo que no parece muy alarmante (79%) del PIB, la cuenta atrás para el default ha comenzado.

Ucrania ha recibido el primer rechazo en la negociación para la reestructuración de su deuda. La idea era aplazar unos 20.000 millones de pasivo con acreedores internacionales que vencen el 30 de agosto de este año. De no lograr pagarlo el país tendrá dificultades para financiarse en el mercado, con el impacto que esto puede suponer a la hora de afrontar una guerra de desgaste. Esta cifra viene ya de un consenso alcanzado con estos inversores con la invasión rusa del país de 2022, que aceptaron aplazar el pago. Sin embargo, los nervios se están apoderando de la escena.

Las conversaciones llevaban dos semanas en marcha bajo un escrutinio máximo. El país liderado por Volodimir Zelensky tiene que lograr normalizar su situación para acceder al mercado internacional de deuda mientras cumple con los objetivos del FMI para reestructurar su pasivo con la institución internacional. Desde el gobierno se han mostrado confiados en que se logrará y el ministro de Finanzas de Ucrania, Serhiy Marchenko dio por hecho que pese al 'no' este martes, se alcanzará un compromiso. El problema viene de que los inversores no se están mostrando abiertos a la opción de aplazar la deuda.

En declaraciones a Financial Times uno de los tenedores (sin explicitar de quien se trataba) explicaba los motivos por los que no aceptarían otro aplazamiento. "Cuando acordamos la moratoria en 2022, había capacidad de pago pero obviamente una necesidad nacional de preservar los recursos", dijo un tenedor de bonos. "Ahora que sabemos que la deuda es insostenible, no tiene sentido dejarla para el futuro".

Según Wall Street Journal este es el motivo por el que un grupo de tenedores extranjeros liderado por BlackRock y Pimco están "presionando" para que la deuda se comience a pagar cuanto antes. Este grupo estaría dispuesto a aceptar una condonación de parte de la misma a cambio de que comiencen ya a pagar por la misma. Este agosto puede ser el primer round de esta negociación que puede ser vital para mantener abierta una vía para financiar la guerra.

Las agencias alertan

En su último informe S&P Global daba por hecho que Ucrania incumplirá sus obligaciones financieras externas y todo depende de que sus acreedores acepten aplazar el pago. En caso contrario la agencia de rating se refería al incumplimiento como una "certeza virtual". "Dado el daño sustancial al capital físico y humano, las perspectivas económicas a mediano plazo de Ucrania están sujetas a un alto grado de incertidumbre", defendía S&P en su informe.

Este es el motivo por el que redujo su nota a la calificación de bono basura (CC). Este mismo mes de junio Fitch publicó su informe donde muestra una posición más calmada. "Nuestra nota sobre Ucrania refleja la expectativa de que logre una nueva reestructuración de deuda". Si no pudiera llegar a un acuerdo "esperamos un aplazamiento intermedio".

Sin embargo, alertan del peligro de que se produzca un proceso similar al default'. La agencia espera que desde Kiev se utilice una fórmula para evitar un incumplimiento tradicional a través de "una propuesta de canje de deuda que implique una reducción material de los plazos". En ese sentido alertan de que podrían bajar la nota a CC ante signos de incumplimiento o incluso a C debido principalmente a los planes de incumplimiento. "Podría haber un estrés de liquidez severo y una capacidad reducida del gobierno para acceder a financiación".

"La deuda de Ucrania sigue siendo insostenible en ausencia de una reestructuración sustancial"

La deuda de Ucrania "sigue siendo insostenible en ausencia de una reestructuración sustancial", dijo Evghenia Sleptsova, economista senior de mercados emergentes de Oxford Economics. Pero existe una "incertidumbre excepcional" en torno al proceso, dadas las dudas sobre el apoyo de Estados Unidos y las dificultades para hacer proyecciones económicas, añadió.

Ilona Solugoub de la Escuela de Economía de Kiev defiende que "el gobierno puede cumplir con sus obligaciones a tiempo", pero reconoce que la actual incertidumbre que se ha ido extendiendo desde agencias hasta los propios tenedores de deuda está haciendo ya daño a la economía del país. "El debate sobre el default puede hacer que los inversores se sientan engañados y afectar negativamente a su decisión de aportar por el país, como resultado las empresas ucranianas que necesitan inversión extranjera están teniendo dificultades".

En cualquier caso, aunque Solugoub cree que se logrará llegar a un acuerdo, a pesar de que cada vez queda menos tiempo, no hacerlo tendría consecuencias graves para el país. "Si el gobierno declara que no vamos a pagar la deuda, habría una serie de litigios internacionales, arrestos de propiedades extranjeras ucranianas y reservas en bancos extranjeros, incluido el dinero invertido en valores extranjeros".

La deuda es clave para la guerra

La deuda más o menos barata es clave para que Ucrania pueda sostener su esfuerzo bélico. Según el presupuesto para 2024 el gobierno espera un déficit de 43.000 millones de dólares en 2024. Desde Kiev han expresado que la única forma de poder hacerse cargo del mismo es que la ayuda internacional se haga cargo de 41.000 millones. Problemas para hacerse cargo de su deuda alterarían este delicado equilibrio contable.

Esto parece bastante asegurado después de que el G7 haya anunciado un préstamo la semana pasado de 46.000 millones de euros. En parte este paquete ha sido financiado por activos rusos congelados gracias a las sanciones de Occidente. Este es el principal garante que está permitiendo la calma en los mercados a pesar de la amenaza con lo acreedores. De hecho sus CDS (Credit Default Swap), los contratos que actúan como prima de riesgo en caso de impago, están en los 551 puntos. Esto quiere decir que la posibilidad que el mercado otorga de un default es ya del 9,18%.

"Si Ucrania no logra suficiente financiación solo le queda imprimir dinero, lo que daría lugar a una inflación galopante"

En total, Ucrania está duplicando los gastos para mantener el pulso con Rusia. Los gastos del conflicto no solo son los mayores costes de financiar un ejército que defienda el territorio de la invasión, un gasto que se come el 22% del PIB. La guerra ha disparado todo tipo de partidas, como la partida en pensiones y gasto social, que se ha disparado del 13% al 17% en un solo año.

Desde Wilson Center aseguran que la deuda ha sido un elemento clave para poder permitirse esta situación. "La economía se desmoronó un 29% en 2022 y el gasto público se disparó del 41% del PIB al 66% del PIB", por lo tanto "la carga de la deuda se disparó al 78%". En ese sentido, desde la institución señalan que en caso de no lograr suficiente financiación externa "el Banco Nacional recurriría a la impresión de dinero y a las reservas de liquidez (de apenas 20.000 millones de dólares)". Sin embargo este escenario abriría la puerta de par en par "a un inflación galopante con devaluación de divisa y mayor deuda" que lleve irremediablemente a un default total entre 2025 y 2027.

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