Economía

La sequía ya golpea a la economía de Alicante: su sector agrícola se contrae un 0,6% en 2023

Efectos de la sequía.
Valenciaicon-related

La sequía no sólo tiene sus efectos en el nivel de los embalses y de las reservas hídricas del sur de Alicante, uno de los territorios que lleva desde hace décadas con este problema y lo que llevó a concebir en 1933 la idea del trasvase Tajo-Segura, que entró en explotación en 1979 y que ahora es el epicentro de una batalla por el uso de esta materia prima esencial.

La escasez de agua ya está teniendo efectos en el sector agrícola de la provincia y en su economía. El año pasado la agricultura redujo su peso económico, según el último informe de coyuntura económica Panorámica Alicante del Servicio de Estudios de la Cámara de Alicante,

El estudio recoge que el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector agrario, su aportación a la riqueza económica de la provincia, se recortó un 0,6% el año pasado. Una evolución que contrasta, por un lado, con el incremento que registraba en los dos años anteriores. Pero también con la evolución al alza del de la economía alicantina y del resto de sus sectores productivos.

Frente al retroceso del sector primario, los crecimientos de otras actividades que oscilaron del 0,6% en el caso de la industria al 29% de la construcción, el auténtico motor junto a los servicios que también crecieron al ritmo de más del 20% el año pasado, con el turismo como protagonista, según las cifras de Cámara Alicante.

El análisis de la institución empresarial considera que el "sector se ha visto muy afectado por la sequía y las inclemencias meteorológicas (olas de calor, granizo, etc.) que han provocado daños o alteraciones en la mayor parte de los cultivos de la provincia durante 2023". En concreto, apunta que los cultivos más afectados por la falta de agua en el campo alicantino el año pasado fueron el cereal, la cereza y una de sus variedades estrellas en cítricos, el limón.

El sector agrícola tiene un importante peso en la exportación alicantina, ya que genera el 21% de las ventas de la provincia a otros países. De hecho, los productos hortofrutícolas son el sector con mayor peso, por delante de industrias autóctonas como el calzado.

La situación apenas ha mejorado en lo que va de año. En el caso de la cuenca de la Confederación Hidrográfica del Segura, la que abastece al sur de la provincia y a Murcia, sus reservas se sitúan en el nivel más bajo del conjunto del sistema español, al 22,4% de su capacidad total. Por su parte, la cuenca de la Confederación Hidrográfica del Júcar que incluye el norte de la provincia, más que duplica ese porcentaje, aunque precisamente los embalses que gestiona en esa zona son los que se encuentran en niveles inferiores.

De hecho, en el norte las comarcas de La Marina Alta y La Marina Baja se encuentran en situación de emergencia desde hace cuatro meses. En ese territorio, los viñedos de una de las variedades estrella de sus vinos, la uva moscatel de Alejandría, afrontan una campaña sin prácticamente cosecha por la falta de agua y daños irreversibles en parte de las vides. Varios ayuntamientos incluso ya han puesto en marcha medidas para evitar posibles problemas de suministro en plena temporada turística, como ampliar la demanda de agua de las desaladoras, aunque las Administraciones Públicas aseguran que el consumo humano está garantizado.

Incertidumbre hídrica

"El campo alicantino se encuentra en una situación de incertidumbre sobre la disponibilidad de agua en calidad y cantidad suficiente", recoge el informe que analiza la economía alicantina. "El recorte del Trasvase Tajo-Segura está comprometiendo seriamente la agricultura de regadío de la Vega Baja y el Camp d'Elx y la sustitución del agua del trasvase por agua desalada no es una alternativa sostenible ni garantiza la seguridad de las explotaciones agrarias", señala.

No son los únicos problemas a los que el servicio de Estudios atribuye la caída del sector agrícola. "El incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, la aplicación de una nueva Política Agraria Común (PAC) más restrictiva, junto a la reducción de las coberturas y el incremento del precio de los seguros agrarios son otros factores que inciden en la actividad del sector", apunta. De hecho, el informe también recoge una caía de empresas del sector agrario en Alicante en el último año, con 39 sociedades menos.

La sequía se extiende

Según AVA-Asaja durante este año la escasez se ha dejado ya notar enla actividad en el campo en cada vez más zonas de la Comunidad Valenciana. Así, los productores de cereales de invierno redujeron la superficie sembrada y la producción, disminuyendo la producción entre un 60 y un 90%. En algunas comarcas de viñedos de secanos, como Utiel-Requena, Los Serranos y la Vall d'Albaida en Valencia y La Marina en Alicante, prevén pérdidas cercanas al 90% de la próxima vendimia e, incluso, la muerte de las plantaciones más afectadas por el déficit hídrico.

Otro cultivo tradicional de secanos, el almendro de las zonas interiores, también se halla en una situación de extrema sequedad, hasta el punto que muchos árboles están en fase terminal. Las estimaciones de cosecha de este cultico en la Comunidad Valenciana cifran la disminución en el 33% respecto al año pasado, que ya fue desastroso en términos de producción.

En el otro extremo de la Comunidad Valenciana, la organización agraria asegura que los ganaderos de la comarca castellonense de Els Ports han empezado a sacrificar decenas de vacas ante la imposibilidad de seguir afrontando los extraordinarios costes de alimentación y agua derivados de la falta de precipitaciones.

No son los únicos perjudicados. Una de las marcas de agua mineral más reconocidas de Castellón, Aguas de Benassal, ha tenido que plantear un expediente temporal de empleo (Erte) para ajustar su actividad de embotellamiento al menor caudal de las aguas en su conocido manantial de Font d´en Segures. La empresa ha descartado envasar garrafas de mayor volumen para asegurar una producción continua.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky