
Pese a las lluvias de estos días en buena parte de Comunidad Valenciana, su escasez sigue extendiendo las medidas para combatir la sequía. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha declarado la situación excepcional por sequía extraordinaria en toda la Demarcación. Una medida que podría llegar a suponer restricciones para el riego que se estudiarán el próximo mes de mayo.
La entidad gestiona los embalses de agua y los cauces en Castellón, Valencia y el norte de Alicante, además de en algunas zonas de provincias limítrofes como Cuenca, Albacete, Teruel y el sur de Tarragona.
Esta declaración se suma a la que ya realizó la otra gran cuenca que abastece el sur de Alicante y Murcia, la Confederación Hidrográfica del Segura, cuyos embalses incluso se encuentran en un porcentaje inferior a los del norte de la autonomía y sus cabeceras en Cuenca.
En el caso de la cuenca del Júcar, el organismo estatal explica que se ha tomado esta medida por la ausencia continuada de precipitaciones en gran parte de la cuenca. Según los datos recopilados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), el presente año hidrológico 2023-2024 está siendo el más seco de los últimos 33 años, actualmente, con 115 mmm de precipitación media acumulada por los 216 de la serie histórica.
Así, aunque los embalses de la cuenca a nivel global se sitúan por encima de la media de los últimos 10, 20 y 30 años, según la CHJ la falta de lluvias se ha traducido en una reducción de las aportaciones a los ríos, un descenso de los recursos subterráneos y una merma en la capacidad de almacenamiento. Desde el organismo apuntan a que esta situación ha provocado que algunos sistemas, en concreto los de Palancia-Los Valles y Cenia-Maestrazgo (Castellón) y Marina Alta (Alicante) se encuentren en un escenario de emergencia por escasez hídrica.
Actualmente, otras cinco unidades territoriales se encuentran en situación de sequía prolongada (Mijares-Plana de Castellón, Palancia-Los Valles, Bajo Turia, Magro y Marina Alta) y cuatro en prealerta por el mismo motivo (Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alicantí).
A las puertas de la campaña de riego
Precisamente la medida busca estar preparados si sigue sin llegar agua ante la temporada de riego agrícola, una de las actividades fundamentales de la economía valenciana ya que las exportaciones agroalimentarias suponen más de una cuarta parte de las ventas al exterior. Así, esta declaración sirve para anticipar los posibles problemas que se pueden generar en sistemas como el Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alacantí durante la próxima campaña de riego, que está a punto de comenzar. "Estos sistemas se encuentran en prealerta por escasez hídrica y, si no se producen precipitaciones, previsiblemente entrarán en situación de alerta durante la campaña de riego", explican desde la CHJ.
La declaración permitirá adoptar medidas extraordinarias como pueden ser la exención del canon de regulación y de la tarifa de utilización del agua a los usuarios que sufran restricciones o la ejecución de infraestructuras urgentes.
Con todo, aún es pronto para las posibles restricciones agrícolas para esta campaña de riego, ya que se decidirán en las próximas secciones de la Comisión de Desembalse, que se convocarán para el mes de mayo. En algunas unidades territoriales como el Palancia-Los Valles y el Cenia-Maestrazgo ya se han puesto en marcha diferentes medidas de seguimiento, control y gestión.
Suministro urbano garantizado
La Confederación también ha dejado claro que en el caso del abastecimiento urbano en general, "no se prevén problemas, ya que su garantía es prioritaria". Pese a ello insta a la importancia de que los municipios dispongan de un Plan de emergencia frente a la sequía y la puesta en marcha de las medidas incluidas en el mismo.