Economía

El consumo y el empleo propiciarán un aterrizaje suave del PIB de EEUU

Vista de la ciudad de Nueva York. Foto: Alamy

La fortaleza del consumo interno en EEUU –el principal motor de esa economía– y la resistencia de su mercado de trabajo –pese a que su creación de empleo modera su ritmo– aseguran que la posible desaceleración de la primera economía mundial será suave y ajena a toda amenaza de recesión, al menos en 2024.

Los expertos consultados por elEconomista.es ven así un panorama tranquilizador al otro lado del Atlántico, pese a que surgen indicadores negativos. Entre ellos destaca una tasa de inflación general aún situada en el 3,4%, un nivel intolerablemente alto para la Fed. En cuanto al PIB, ofreció un incremento vacilante en el primer trimestre, al avanzar un 1,6%, muy por debajo del 2,5% esperado por los analistas.

El crecimiento de la economía estadounidense en los tres primeros meses de 2024 estuvo lastrado por la contribución negativa de la inversión en inventario y las exportaciones netas, "ambos componentes muy ruidosos que no reflejan la fortaleza de la demanda interna subyacente", aseguran los economistas Philipp Carlsson-Szlezak, Paul Swartz, y Martin Reeves en un informe realizado para Harvard Business Review.

Los expertos insisten, por el contrario, que el consumo y la vivienda contribuyeron "positivamente" al crecimiento durante el primer trimestre de este año. Esto ofrece visos de que "es posible que el país se desacelere más, pero no entre en recesión en el corto plazo".

En este sentido, el economista Javier Santacruz explica a elEconomista.es que este año es posible un aterrizaje suave "si, además, se mantiene el gasto público". El experto coincide también en que el mercado de trabajo se mantiene resiliente, aunque sea "con contratos parciales y rotación bastante alta".

El director de análisis macroeconómico y financiero de Mapfre AM, Gonzalo de Cadenas-Santiago, aseguró a elEconomista.es que todo hace ver que el aterrizaje suave "es la situación más probable". Reiteró que los últimos datos sobre el mercado de trabajo están demostrando que la política económica de la Fed se está traspasando a la economía real.

"Esto crea un escenario en el que se ve que la economía estadounidense está respondiendo al cambio de ciclo en política monetaria y que no desembocará en recesión", aseguró el experto de Mapfre AM.

Los expertos de Harvard coinciden con la tesis de De Cadenas-Santiago. Reiteran que la coyuntura actual "ha permitido que el insostenible crecimiento de los salarios se modere, mientras el avance del empleo sigue siendo sólido. La tasa de crecimiento salarial es ahora más moderada, "pero aún permite un crecimiento continuo de los ingresos reales de los empleados. Esto también ha hecho que la confianza de los consumidores empiece a subir desde niveles muy bajos", apuntan.

En concreto, los salarios subieron en abril un 0,2%con respecto al mes de marzo, en el que se acrecentaron un 0,3%. Si esto se traduce a tasas interanuales, el poder adquisitivo de los trabajadores estadounidenses se desaceleró desde el 4,1% de marzo al 3,9% de abril. Por otro lado, en cuanto al consumo privado, la tasa fue de un avance del 0,8%, la misma que en el mes de febrero.

Pero también es cierto que en esta tesis del aterrizaje suave hay analistas que, sin rechazarla de plano, llaman a la cautela. El presidente de Freemarket, Lorenzo Bernaldo de Quirós, asegura que "con el manual en la mano, lo más probable es que ahora las empresas y familias que tengan que hacer la revisión de su financiación bancaria empiecen a notar el efecto del endurecimiento de la política monetaria y, por tanto, se ralentice el consumo y eso lastrará consigo al crecimiento del PIB en el país".

Reforma fiscal necesaria

Bernaldo de Quirós reconoce que la economía estadounidense "ha mostrado resiliencia" a las subidas de tipos debido al ahorro de las familias en el período del Covid, pero ese ahorro "se ha acabado". Para el experto hay elementos coyunturales, tales como la tasa de actividad o la política fiscal, que le hacen pensar que el aterrizaje no va a ser tan suave en el medio plazo. "La tasa de actividad es la más baja en 30 años y tienen que hacer una reforma fiscal para controlar la deuda y el déficit, que están completamente desbocados, pero eso no lo van a hacer este año porque estamos en año electoral y se juegan bastante en esta cita electoral", recalcó el experto.

Así, con estos indicadores, el consenso de Bloomberg prevé que el país norteamericano sortearía la recesión este año, ya que se espera un crecimiento del 2,4%. Al mismo tiempo, para el ejercicio de 2025, el crecimiento se ralentizaría, aunque muy lejos de la recesión. En concreto, la media de crecimiento de los analistas macroeconómicos refleja una expansión del PIB del 1,7%.

Esta predicción se alinea con la de los organismos internacionales. La OCDE prevé que Estados Unidos crezca en el entorno del 2,6% este año, frente a una estimación del 2,1% que hicieron en su anterior revisión. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, mejoró sus previsiones de crecimiento para este año del 2,1% al 2,7%.

Aun así, los expertos advierten que puede haber acontecimientos externos que pueden traer revisiones a la baja del crecimiento. El año electoral en el país va a ser tenso y el próximo presidente tendrá que tomar decisiones poco populares. Generalmente, las reformas fiscales en Estados Unidos van acompañadas de una reducción del gasto, generalmente en políticas sociales, en vez de hacer subidas de impuestos directos e indirectos.

Las ganancias empresariales están en auge

Otro de los indicadores que hacen tener cierta esperanza en un aterrizaje suave son las ganancias empresariales. En la mayoría de los reportes de resultados del primer trimestre las empresas estadounidenses mostraron que las ganancias están repuntando.

Las de las empresas del S&P 500 parecen haber aumentado un 5,2% respecto al año anterior, según FactSect, mejor que el 3,4% que esperaban los analistas a finales del mes de marzo. Lo que apunta a su crecimiento más fuerte en dos años. El economista Duke John Graham, director de una encuesta realizada por la Escuela de Negocios Guqua de la Universidad Duke con los bancos de la Reserva Federal de Atlanta y Richmond, aseguró que muchos de los directores financieros entrevistados en esta encuesta "dijeron que están teniendo dificultades" para encontrar trabajadores y considera que las empresas, a pesar de que la economía vaya a peor, van a tardar en despedir a aquellos trabajadores "que tanto esfuerzo pusieron en encontrar".

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