Bruselas
Pese al estancamiento económico que atraviesan los países del euro, el desempleo aguanta en mínimos históricos. La tasa de desempleo de los Veinte se situó en febrero en el 6,5%, manteniéndose en los umbrales más bajos desde que la oficina europea de estadística, Eurostat, empezó a recopilar datos en 1998. Aunque España continúa siendo el país con la tasa más elevada, en el 11,5%.
La cifra del club del euro se sitúa en línea con los tres meses anteriores, en algo más de 11,1 millones personas desempleadas, una décima por debajo de la tasa registrada hace un año. Si se compara con 2019 (año previo a la pandemia) el paro en la eurozona es un punto más bajo, ya que en febrero de 2020 el desempleo en los países del euro era del 7,4%.
En el caso del conjunto de los países de la UE, los niveles de desempleo descienden al 6%, también alineado con los datos de los últimos tres meses y con las cifras de hace un año. En términos absolutos, los Veintisiete han registrado un aumento de 156.00 personas, desde los 13,1 desempleados de hace un año a los casi 13,2 de febrero de este año.
En todo caso, España continúa a la cabeza entre las economías del euro con una tasa de desempleo más elevada, también en desempleo juvenil. Unos niveles del 11,5% y 2,7 millones de personas que carecían de empleo en febrero que mantienen a España como el país con los peores datos de empleo del club comunitario.
Tales umbrales superan, por poco, el 11% de Grecia y son más elevados que el 8,1% de desempleo registrado en Suecia. Al otro lado de la balanza, República Checa y Polonia encabezan la lista de países con menores niveles de desempleo, con un 2,6% y un 2,9%, respectivamente. En tercer lugar, se encuentra Eslovenia, con una tasa del 3,1%.
Las dificultades que atraviesa la economía alemana se dejan sentir en su mercado laboral. La tasa de desempleo se situó en el 3,2%, si bien se trata de una de las cifras más bajas de la UE supone un aumento desde el 2,9% de hace un año. Francia por su parte, ha registrado un descenso de dos décimas en los últimos dos meses, hasta el 7,4% pero un ligero aumento desde el 7,1% de desempleo hace un año. En el caso de Italia la tasa se sitúa en el 7,5% dos décimas más que en diciembre, pero por debajo del 7,8% de hace un año.
La invasión militar rusa de Ucrania, los altos niveles de precios de la energía y la subsecuente inflación han propiciado una ralentización de la economía de la eurozona. Tanto es así que, en sus últimas previsiones económicas de invierno, la Comisión Europea rebajaba al 0,8% sus previsiones de crecimiento para los países de la moneda única este año. Con todo, si hay un mensaje en el que insisten desde Bruselas es en la resiliencia del mercado laboral, uno de los pilares que contribuyó a la robustez de la economía en 2023 y continuará haciéndolo en 2024.
Desempleo juvenil y de la mujer
En lo que se refiere al desempleo juvenil en los países del euro, la tasa se mantuvo en febrero en el 14,6%, en línea con la cifra de febrero, aunque ligeramente por debajo del 14,8% que apuntó el conjunto del bloque comunitario en el segundo mes del año. Son 2,9 millones de desempleados menores de 25 años en la UE, de los cuales 2,3 se encuentran en la zona euro.
En el caso de España el número de jóvenes desempleados asciende a 500.000, una cifra que se traduce en un 28,2% de paro juvenil, la más alta de la UE y la eurozona. La tasa se sitúa por encima del 25% que ha registrado Grecia en el segundo mes del año o del 23,2% y el 23,1% de Suecia y Portugal, respectivamente.
En desempleo femenino España se libra por los pelos. En febrero, la tasa de desempleo de las mujeres fue del 13% en la UE, solo superado por el 14,2% del país helénico. Mientras, la de los hombres se mantuvo en el 10%. En la zona del euro, la tasa de desempleo femenina fue del 6,9% en línea con el dato de diciembre y se situó en el 6,1%, una décima menos que a cierre de año.