La Comisión Europea mantiene sus estimaciones de crecimiento para España tanto para cierre de 2024 como de 2025. En sus previsiones económicas de invierno, hechas públicas este jueves, Bruselas mantiene que el PIB español crecerá un 1,7% en 2024 y un 2% en 2025, en línea con lo que planteaba el pasado noviembre en su paquete de otoño. Actualiza, no obstante, el dato de inflación para este año, que rebaja dos décimas frente a sus anteriores pronósticos, al 3,2%.
Eso sí, la Comisión Europea ha elevado una décima su pronóstico de crecimiento de la economía española para 2023, al 2,5%, por encima del 2,4% que mantenía en sus previsiones de otoño y en el que también coincide el Gobierno. Una revisión al alza que responde a una aceleración en el cuarto trimestre del año respecto al tercero. Bruselas razona que el consumo privado y las inversiones fueron impulsores del crecimiento en 2023. La demanda externa, que afectó negativamente a la economía en el segundo y tercer trimestres del año pasado, repuntó en el cuarto trimestre.
Bruselas analiza que la ralentización del crecimiento de España al 1,7% en 2024 responde a varios factores. Por un lado, a la pérdida de impulso del sector turístico y que la "todavía débil situación económica de los socios comerciales de España" limiten el dinamismo de las exportaciones. Además, el efecto retardado de las subidas de los tipos de interés influirá en la demanda interna, especialmente a la luz de los "todavía elevados, aunque decrecientes, coeficientes deuda interna y externa".
Respecto a las cifras de España, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha explicado que "el consumo y la inversión impulsarán el crecimiento gracias al aumento del poder adquisitivo de los hogares y a la continuación del Plan de Recuperación y Resiliencia. El crecimiento del PIB real volverá a acelerarse en 2025, hasta el 2,0%".
El análisis de la Comisión Europea depende, en todo caso, de la actualización por parte de España de los presupuestos para 2024, que fueron prorrogados por estar el Ejecutivo en funciones y que aún deben ser remitidos a Bruselas. El Gobierno español en funciones mejoró en tres décimas sus expectativas de crecimiento para este año, hasta el 2,4% tal y como figura en el Plan Presupuestario de 2024, remitido a la Comisión Europea en octubre. Corrige, eso sí, cuatro décimas a la baja la estimación para el próximo ejercicio, y deja el avance del PIB en el 2% apuntando a circunstancias como el contexto geopolítico o el impacto de la política monetaria del Banco Central Europeo.
En lo que respecta a la eurozona, el Ejecutivo comunitario estima que el PIB se expandirá un 0,8% en 2024, sustancialmente por debajo de ese 1,2% que preveía en noviembre. El análisis a nivel UE refleja una bajada similar. La Comisión Europea prevé un crecimiento de la economía del 0,9%, frente al 1,3% que proyectaba en otoño. Mantiene, no obstante, las previsiones de crecimiento de los Veintisiete en 2025, en el 1,7% y rebaja una décima, al 1,5% las de los países del euro el próximo año.
El recorte tiene mucho que ver con el devenir del motor económico de la UE. El comportamiento de la economía alemana rebaja las perspectivas del resto de países del euro. La Comisión Europea rebaja las estimaciones de crecimiento de Berlín registrará un avance del PIB del 0,3% en el 2024, frente al 0,8% que proyectaba en noviembre, y tras una contracción del 0,3% del 2023. Para 2025 las perspectivas son más optimistas. Bruselas proyecta una recuperación rápida, el PIB alemán se expandirá un 1,5%, tres décimas más de lo que auguraba en noviembre.
La economía alemana ha sufrido de lleno el golpe de la guerra de Ucrania. La dependencia del suministro de combustibles fósiles de Moscú obligó a Berlín a transformar su política energética y sus infraestructuras y lastró la producción industrial del país. Se ha convertido así en el país más rezagado de las grandes economías del euro.
La economía gala cerrará el año con un crecimiento del 0,9%, con lo que Bruselas rebaja una décima sus estimaciones de otoño. En 2025, el PIB francés se expandirá un 1,3%, una décima menos de lo pronosticado anteriormente. Para cierre de 2023, la Comisión Europea espera un avance del PIB de Francia del 0,9%, por debajo del 1% que preveía en otoño.
En el caso de Italia, el Ejecutivo comunitario recorta una décima la expansión del PIB en 2023, al 0,6%. De cara a 2024, rebaja dos décimas las previsiones de crecimiento, al 0,7% y mantiene en el 1,2% las del 2025. Por su parte, Grecia cerrará el 2023 con un avanza del PIB del 2,2%, por debajo del 2,4% previsto en otoño. Para 2024, la economía griega crecerá un 2,3% y un 2,2% en 2025, una décima menos de lo que preveía en noviembre.
El Comisario de Economía ha puntualizado que las previsiones de Bruselas apuntan a una contracción de la economía "en 11 Estados miembros en 2023, especialmente en Europa Central y los países bálticos y nórdicos". Además, "la previsión para la mayoría de los Estados miembros más grandes se ha revisado a la baja para 2024. Aun así, se prevé que todas las economías de la UE se expandan este año y crezcan a mayor ritmo en 2025", incidió el italiano.
Inflación
España registrará unos niveles de inflación superiores a la media de la zona euro. Cerrará el 2024 en niveles del 3,2%, dos décimas menos de lo que pronosticaba en noviembre Bruselas, aunque por encima de las estimaciones de verano. Además, mantiene en el 2,1% las perspectivas de precios para 2025, cerca del objetivo del 2% marcado por la política monetaria del Banco Central Europeo.
En el caso de los países del euro, la Comisión espera que los niveles de precio desciendan al 2,7% este ejercicio, desde el 5,4% de cierre de 2023, para luego caer al 2,2% el próximo año. En el caso de los Veintisiete, la inflación se situará en el 3% al término del 2024 y caerá al 2,5% en 2025.