
En España, solo un 20% de los emprendedores son mujeres, una cifra ligeramente por encima del conjunto de Europa (17%), según los últimos datos del observatorio para el emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés). Estos datos ponen de manifiesto que, si bien algo está cambiando, el camino sigue siendo largo. No obstante, y a pesar de los desafíos económicos y sociales derivados de la pandemia, las cifras muestran un retorno a los niveles de actividad previos a la crisis sanitaria, con un impulso especialmente significativo liderado por las mujeres emprendedoras.
Si bien en España hay más de 650.000 mujeres que han decidido crear un negocio propio y en el mundo son 128 millones las figuras femeninas que dirigen empresas afianzadas en sectores diversos. Todas ellas han hecho que la brecha de género por lo que a emprendimiento se refiere se haya reducido un 6% a nivel global desde 2012.
¿Cómo es la emprendedora?
Tal y como se indica en el informe GEM, en ambos sexos, la media de edad de los emprendedores de nuestro país oscila entre los 25 y los 42 años, con una media para ellas de 35 años. Además, cuentan con una formación más completa que los hombres: el 15% de ellas cuenta con un doctorado y el 73% con un máster, frente al 13% y el 64% de los hombres respectivamente.
Aun así, el Foro Mujer Sociedad de Sevilla asegura que es importante considerar dos horquillas de edad, "en los emprendedores jóvenes, no existe diferencia entre mujeres y hombres, depende más de las propias condiciones personales". "En los emprendedores a partir de los 45-50 años en ambos encuentran dificultades para emprender, hoy día la mayor la mayor discriminación social se da en la edad, a la que hay que añadir en el caso de la mujer, cargas familiares, y menor apoyo familiar y económico".
A pesar de la marcada disparidad de género, el informe centrado en startups 'Mapa del Emprendimiento' de South Summit junto a la IE University, revela una tendencia positiva hacia una mayor diversidad en los grupos de emprendedores, destacando además su notable juventud. También, a partir de una edad, el emprendimiento se consolida como salida ante la hostilidad del mercado laboral. El 55% de los parados de más de 50 años, un tercio del desempleo, son mujeres. Es decir, "observamos se trata de emprender por necesidad. La edad de maternidad es un punto de inflexión en la carrera de muchas mujeres profesionales", afirma Ana Bujaldón Solana, presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE).
"Suelen ser altamente adaptables y capaces de enfrentar desafíos con flexibilidad, y que valoran mucho el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y buscan crear empresas que lo apoyen para ellas y para sus empleados. Esto puede manifestarse en políticas de flexibilidad laboral, programas de bienestar para empleados, etc.", afirma Ana Pons, directora general de Germaine de Capuccini. A esto le suma Nadia Sarmini, directora y propietaria de la Clínica Dental Bernabé, que las emprendedoras españolas "destacan por su pasión y determinación".
En cuanto a su experiencia laboral previa, más de la mitad de estas emprendedoras (52%) proviene de empleos en otras empresas, mientras que un 12% tiene antecedentes en startups. En términos de motivación para emprender, se observa que tanto el deseo inherente de emprender (36%) como la identificación de oportunidades de mercado (44%) son factores clave que impulsan iniciar sus propios negocios.
Sílvia Balcells, directora general de Synergie España, como mujer al frente de un equipo de trabajo diverso, afirma: "considero que la edad aporta una valiosa acumulación de experiencia y habilidades, que son esenciales para la gestión efectiva de un negocio. La madurez profesional que viene con el tiempo puede ser un activo valioso". "Mi experiencia personal me ha enseñado la importancia de crear un entorno que fomente la igualdad de oportunidades, reconociendo y valorando las contribuciones individuales sin importar la edad o el género. La diversidad en la edad y en el género es clave para la innovación, así como para la construcción de un equipo sólido y cohesionado que pueda abordar los desafíos empresariales de manera efectiva".
También se ha observado una evolución significativa en los sectores preferidos por las mujeres fundadoras de startups en España. Mientras que en 2019 las industrias dominadas por las mujeres emprendedoras incluían principalmente moda, arte, cultura y lifestyle, en el último período se ha registrado un cambio notable hacia sectores como salud, impacto social y fintech. Esta transformación refleja una adaptación a las tendencias del mercado y las demandas de la sociedad actual.
Joan Riera, profesor de innovación y emprendimiento en Esade, destaca que "los emprendimientos femeninos tienen una dimensión social muy manifiesta, lo cual los hacen muy atractivos, yendo mucho más allá de las motivaciones económicas. Sus motivaciones son habitualmente diferentes, buscando la autonomía y la flexibilidad. Personalmente, comparando con el emprendimiento masculino, valoro mucho su capacidad de establecer relaciones más fuertes, su honestidad al ser más abiertas con sus problemas, su prudencia financiera, y sobre todo, su estilo de liderazgo".
Tara López, directora general de Herbalife España asegura esta tendencia. "Desde nuestra experiencia y según nuestros datos, las mujeres muestran una mayor preferencia por áreas como la moda, belleza, salud y bienestar, mientras que los hombres se inclinan por sectores como la tecnología, la ingeniería o las finanzas. De hecho, en Herbalife contamos con un 85% de mujeres emprendedoras". Igualmente, sostiene que "la venta directa está demostrando que es una oportunidad de negocio perfecta que se adapta a las necesidades de muchas mujeres que son madres y que no quieren perderse el crecimiento de sus hijos, pero tampoco desean renunciar a su desarrollo profesional".
Además de dedicarse mayoritariamente al comercio destinado al consumidor final, "más del 90% de las empresas fundadas por mujeres tienen menos de 5 personas contratadas, y de estas casi la mitad no tiene ninguna, según el mismo estudio. La mayoría de estas empresas, además de la actividad a la que se dedican, priorizan también el impacto social o medioambiental", destaca Inés Vázquez Ríos, cofundadora & CEO de Adalab (escuela especializada en formación tecnológica para mujeres).
Meritxell Giné, directora de Operaciones de Oryon Foundation, asegura que las emprendedoras "suelen priorizar la conciliación entre la vida laboral y personal, lo que influye en políticas internas como la flexibilidad horaria y el apoyo a la maternidad. Además, muestran una mayor preocupación por aspectos sociales y medioambientales".
Por su parte, Cristina Quesada, socia y fundadora de COMM Media Group, cree que hablar de diversidad en un sector como el de la comunicación, por ejemplo, donde predomina el perfil femenino frente al masculino, resulta complicado. Sin embargo, "en las empresas lideradas por mujeres siempre hay mayor inclinación por dar oportunidad a los empleados siguiendo el criterio de su perfil profesional, y no su género". "Desde que fundamos COMM Media Group, hace 11 años, quisimos integrar el perfil de la mujer en el liderazgo empresarial. A día de hoy formamos un equipo donde más del 90% son mujeres y donde todos los cargos de liderazgo los ocupan mujeres".
Sesgo en la fase de emprendimiento
El sesgo entre hombres y mujeres también difiere mucho dependiendo de la fase del emprendimiento. Así, en la llamada fase de emprendimiento naciente, la brecha de género se sitúa en el 18%, mientras que en la fase de empresa consolidada esta diferencia sube dos puntos más, hasta el 20%. No ocurre lo mismo al principio del proceso, cuando esta brecha es casi nula.
Los datos destacan que las mujeres están asumiendo un papel cada vez más prominente en el panorama empresarial español. Este fenómeno se ve respaldado por una tendencia hacia la consolidación de servicios dirigidos a empresas (B2B), que están ganando terreno en el mercado. Además, se destaca que España sobresale a nivel internacional como uno de los países que más ha incrementado su actividad emprendedora.
Según los datos del Informe GEM España 2022-2023, Cataluña (30%) y Madrid (28%) son las comunidades autónomas que cuentan con un mayor número de mujeres emprendedoras; del otro lado, se encuentra la Comunidad Valenciana (11%) y Andalucía (9%).
Una de las conclusiones de este informe es que el número de mujeres emprendedoras se ha duplicado en el año 2023, aunque el porcentaje de mujeres que fundan empresas relacionadas, por ejemplo, con las tecnologías cae ligeramente en este mismo año, pasando del 16,3% en 2022 al 15,6%. Por sectores, el sector salud (180 mujeres), software como servicio, SaaS, (170) y la inteligencia artificial (101) poseen mayor presencia femenina (en cuanto a número de emprendedoras) mientras que el de la moda (35%), la economía circular (26,52%) y la biotecnología (26,04) acaparan los mayores porcentajes de mujeres.
El Foro Mujer Sociedad de Sevilla destaca además que la mayoría son PYMES, "estamos en el inicio de la cultura empresarial en la mujer, pero con recorrido exponencial en próximas décadas".
Los datos también muestran que alrededor del 45% de las mujeres emprendedoras tienen experiencia laboral previa en otras compañías, una proporción similar a la de los hombres. Sin embargo, solo el 7% de estas mujeres logran asegurar financiación del sector privado para sus startups, una cifra considerablemente menor que la de los hombres. Es importante destacar que el 10% de las emprendedoras obtienen dinero de fondos públicos, un 5% más que sus contrapartes masculinas en este aspecto.
En la construcción, por ejemplo, las mujeres constituyen poco más del 11% de los asalariados, según el Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción. Esta situación se refleja directamente en la presencia de mujeres emprendedoras en estos sectores, suponiendo solo el 7% de los emprendedores en construcción, según datos proporcionados por Habitissimo.
Por ejemplo, en Synergie, especializada en RRHH, el 62% de los currículums del sector de construcción provienen de hombres, mientras que solo el 38% corresponde a mujeres. Este desbalance, por lo tanto, no lo encontramos únicamente en materia de emprendimiento, sino que se trata de una cuestión estructural arraigada en la dinámica laboral y empresarial de estos sectores
Desde FEDEPE observan que las mujeres deciden autoemplearse, en muchas ocasiones, ante la imposibilidad de desarrollar todo su potencial y talento en un ecosistema empresarial donde persiste el techo de cristal, la brecha salarial y las dificultades para poder conciliar.
Perfiles tecnológicos
Según los datos del South Summit del 2023, solo el 20% de los miembros de los equipos fundadores que se presentaron en este evento (de carácter tecnológico) eran mujeres. Las startups que asisten suelen estar muy vinculadas a las tecnología por el nivel de escalabilidad que permite, y la presencia de mujeres en puestos tecnológicos lamentablemente es todavía muy baja.
Marta Zaragozá, fundadora y CEO de Declarando (plataforma online de asesoramiento fiscal a autónomos), asgura que "como mujer emprendedora (en el ámbito tecnológico), por un lado, te enfrentas a experiencias increíbles, pero por otro vives tensiones adicionales muy fuertes. Reconozco que el primer año fue muy difícil para mí".
Y es que el porcentaje de startups españolas fundadas exclusivamente por mujeres ha crecido a un ritmo lento de un 6% a un 8% en el año 2023, mientras que los equipos fundadores mixtos bajan de un 35% a un 33%, según los datos del Mapa del Emprendimiento. Por otra parte, los puestos de liderazgo siguen ocupados predominante por hombres, incluso en las startups con mayor presencia femenina. En este sentido, el 28% de las startups fundadas únicamente por mujeres tienen un CEO masculino, mientras que la proporción se eleva al 100% si se habla de startups con fundadores hombres. Además, solo el 19% las startups con un equipo fundador mixto están lideradas por mujeres.
Tercer sector
El 54% de las ONG españolas están dirigidas por una mujer, y el promedio de mujeres en los órganos de gobierno es del 48%, frente al 41,8% de la AGE, el 32% de las empresas cotizadas y el 25,6% de las cátedras universitarias, así lo asegura Fundación Lealtad, que desde 2012, con motivo del Día Internacional de la Mujer, elabora el estudio "La presencia femenina en el Tercer Sector".
El perfil medio de la presidenta de una ONG Acreditada es el de una mujer entre 55 y 75 años, con formación universitaria, que lleva más de diez años formando parte del patronato o la junta directiva. Un 24,6% son familiares de un beneficiario.
Los hombres presiden y dirigen organizaciones con mayor presupuesto que las mujeres: el gasto medio de las gestionadas por mujeres es de 4,3 millones de euros, frente a los 7 millones de euros de las dirigidas por hombres.
El Código de Buen Gobierno para las empresas cotizadas de la CNMV recomendaba la presencia de al menos un 40% de mujeres en los consejos de administración no más tarde de 2022. Más de la mitad de las compañías del IBEX (18 de 35) ya han alcanzado o superado ese objetivo, pero en el conjunto de las empresas cotizadas, son más las que todavía están en camino. Concretamente, en las empresas cotizadas, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración se situaba en el 31,9% en 2022, último dato disponible de la CNMV. Mientras, en el Tercer Sector hay un 66% de ONG Acreditadas que superan el 40% de mujeres en sus órganos de gobierno.
El promedio de mujeres en el Órgano de Gobierno alcanza el 53% en las organizaciones de menos de 1 millón de euros, y se sitúa en el 43% en las que superan esta cantidad. Estas diferencias de tamaño son más destacables si atendemos al género de las personas al frente. Cuando la presidencia y la dirección está ocupada por una mujer, el gasto medio es de 4,3 millones de euros, frente a los 7 millones de euros en el caso de entidades presididas y dirigidas por hombres.
En lo que respecta a su forma jurídica, es mayor el promedio de mujeres en las juntas directivas de asociaciones (52%) que en los patronatos de fundaciones (44%). Y por fecha de constitución, es más elevado el promedio de mujeres en aquellas entidades creadas en el siglo XXI (53%) que en las nacidas con anterioridad al año 2000 (45%).
Obstáculos en la carrera
A pesar de los avances en la reducción de la brecha de género en el ámbito emprendedor, las mujeres siguen enfrentando numerosas barreras que obstaculizan su éxito empresarial. El acceso a la financiación y al capital inicial es fundamental para cualquier empresa, pero las mujeres a menudo encuentran dificultades adicionales para obtener estos recursos.
En 2019, la financiación global de capital de riesgo destinada a empresas lideradas por mujeres representó solo el 2,8%, disminuyendo al 2,3% en 2020. Según un estudio de la Harvard Business Review, durante las presentaciones de elevator pitch, las preguntas dirigidas a las mujeres tienden a ser preventivas, centradas en riesgos y pérdidas potenciales, a diferencia de las preguntas más promocionales dirigidas a los hombres.
No obstante, durante los cuatro últimos años, ha habido un incremento en porcentaje de mujeres que invierte alrededor de fechas claves, como fueron marzo del 2020 con el inicio del confinamiento causado por la Covid-19; febrero de 2021, probablemente también relacionado con eventos causados por el virus; marzo de 2022, justo tras la invasión rusa de Ucrania; marzo de 2023, con el inicio de bombardeos con misiles y los datos de inflación por las nubes. Raquel Herrero, líder del equipo de operaciones con metales preciosos de StoneX Bullion Gmbh sobre el comportamiento de las mujeres en cuanto a inversión, destaca que "alrededor de esas fechas observaron un incremento de 25 a 30% de compras realizadas por mujeres, que vuelve a valores normales después, lo que indica que las mujeres no solo siguen las noticias -de muy diverso calado- que afectan a la economía a nivel mundial sino que, cada vez más, saben hacia dónde dirigir sus inversiones para protegerlas".
FEDEPE también destaca que por lo general, parten con menos recursos, piden menos préstamos, generan menos deuda y sobreviven más tras sus primeros cinco años de vida respecto a las fundadas por los hombres. En el contrapunto, suelen trabajar en sectores económicos con menores márgenes de rentabilidad y la falta de recursos, principalmente, les lastra poder desarrollar un crecimiento de escala de su actividad, por ejemplo, desde la internacionalización. Sector que se feminiza, sector que se precariza.
Ana Bujaldón asegura que "las mujeres inician sus negocios con hasta un 50% menos de media de financiación que los emprendedores hombres, según nos indican los datos". Es una cuestión mundial, en EEUU las mujeres crean aproximadamente el 30% de todas las startups, empleando a más de 8 millones de personas y generando alrededor de 1,4 billones de dólares en ventas. Sin embargo, sólo alrededor del 7% de los fondos de capital de riesgo van a proyectos fundados por mujeres, un número tremendamente bajo teniendo en cuenta el papel económico de estas empresas fundadas por mujeres. Igualmente significativo, es el ínfimo porcentaje de recaptación de inversión de empresas de blockchain lideradas por mujeres que en 2023 fue de un 6,34% del total.
A todo esto, le sumamos los ya comentados estereotipos de género, marcados por la dificultad en la conciliación entre la vida laboral y familiar y en el acceso a una red de apoyo y mentoría en el mundo empresarial.
Como uno de los principales obstáculos aparece la "mentalidad". Pons cree que "con el paso de las generaciones hemos creído que era posible y hemos luchado por ello, hablar de liderazgo femenino ya es algo habitual, esa visibilidad que se ha ido adquiriendo nos beneficia a todos. Este es un camino que hay recorrer juntos, hombres que también están al lado dando oportunidades, creando recursos y cambiando esa mentalidad para que lo que antes era "diferente" ahora se considere habitual y natural".
"El prejuicio y la duda sobre la capacidad de las mujeres para llevar a cabo el trabajo. Yo no considero que tengan más barreras, excepto quizá que las mujeres tendremos a negociar de forma menos agresiva o contundente, y eso puede restar a la ahora de conseguir financiación para un proyecto", destaca, Natalia Campos, CEO de Enplast, especializada en la fabricación de envases plásticos mediante la tecnología de extrusión soplado.
Además, la falta de acceso a redes profesionales y contactos clave puede dificultar aún más el progreso de ellas. Las conexiones y el apoyo de la comunidad empresarial son vitales para superar desafíos y aprovechar oportunidades, y es fundamental que las mujeres tengan igualdad de acceso a estas redes. Además, cabe destacar que la escasa presencia femenina en sectores tradicionalmente masculinizados puede dificultar el establecimiento de estas conexiones. Por ello, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el 50% del talento potencial femenino permanece sin aprovechar, en comparación con solo el 20% del potencial masculino.
Los estereotipos de género también pueden ser una barrera significativa para las mujeres emprendedoras, ya que a menudo enfrentan prejuicios y percepciones erróneas sobre sus habilidades y capacidades empresariales. Esto puede afectar su confianza y limitar sus oportunidades de crecimiento y éxito. No obstante, Riera sostiene que las emprendedoras de hoy son "innovadoras, resilientes, y tienen mucho compromiso". "Tienen un enfoque valiente y determinado, incluso frente a un entorno que podría parecer menos favorable". Las razones son diversas, y en parte son debidas a que superan obstáculos de forma admirable, en base a sus áreas de mejora más comunes, que estadísticamente son, por ejemplo, el hecho de que se asocien menos y tienden a emprender más en solitario, su mayor miedo al fracaso, o el hecho de disponer de menos experiencia laboral previa.
El equilibrio entre la vida laboral y personal es otro desafío importante para muchas mujeres emprendedoras, especialmente aquellas que tienen responsabilidades familiares. La falta de apoyo adecuado para conciliar estas responsabilidades puede dificultar su capacidad para dedicarse por completo a sus negocios. De hecho, el exceso de tareas domésticas y cuidado de personas a su cargo genera que quienes quieren poner en marcha su propio negocio deban sacar tiempo de donde no lo tienen. Según datos del CIS, aún hoy las mujeres emplean casi el doble de tiempo en tareas domésticas que los hombres, asumiendo el 67,2% del trabajo del hogar.
La falta de referentes femeninos en el mundo empresarial también puede ser un obstáculo, ya que las mujeres pueden carecer de modelos a seguir y ejemplos de éxito en sus campos respectivos. La presencia de modelos a seguir puede ser inspiradora y motivadora para las mujeres emprendedoras y ayudarlas a superar los desafíos que enfrentan.
Finalmente, el acceso limitado a oportunidades de capacitación y desarrollo puede dificultar el crecimiento profesional y empresarial de las mujeres. La brecha de género digital, evidenciada por desigualdades en acceso a TIC, formación y estereotipos sexistas, se presenta como un obstáculo para las mujeres emprendedoras en el sector tecnológico. Este desafío se observa tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Según el Informe Mapping Spain's Tech Sector de Endeavor, solo el 14% de las empresas tecnológicas analizadas cuenta con al menos una mujer entre sus fundadores.
Marta Graño, profesora de Liderazgo e Innovación de OBS Business School, "la educación juega un papel crucial en la modificación de percepciones culturales, sesgos inconscientes y en la promoción de la igualdad de género, enseñando desde edades tempranas la importancia de la diversidad y la inclusión en todos los ámbitos de la vida, incluido el empresarial. Al educar tanto a hombres como a mujeres en igualdad de género se pueden cambiar actitudes y prácticas discriminatorias en el ámbito del emprendimiento".
Por ello, es fundamental que existan programas y recursos disponibles específicamente diseñados para apoyar y empoderar a las mujeres emprendedoras, brindándoles las habilidades y herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial.