El PIB gallego se mantendrá en 2024 por encima de la media de España

El año en que Galicia celebrará elecciones para su Parlamento marcará también un hito desde el punto de vista económico. Las previsiones del actual Gobierno regional en funciones atribuyen un crecimiento del PIB en 2024 del 1,9%, y podría incluso superar el 2% según organismos de análisis privados como BBVA Research. En ambos casos, está asegurado que la economía gallega rebasará el registro propio de 2023 (1,8% a la espera de confirmación) y, más importante aún, el promedio del conjunto de nuestro país en el presente ejercicio.

No en vano el consenso de expertos de Funcas, el Banco de España y los principales organismos internacionales sitúan el avance del PIB español en 2024 aproximadamente en el 1,6% con respecto a 2023.

Como resultado, la Galicia que en este mes de febrero busca presidente, se consolida como la sexta comunidad autónoma en relación al volumen de su PIB. Le corresponde el undécimo lugar en renta per cápita, 15.650 euros por habitante en 2022, según la última contabilidad regional del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La región ha sabido sacar músculo en los años posteriores al parón que supuso el Covid-19, como ponen de manifiesto los expertos de CaixaBank Research. Más concretamente, después de crecer un 4,7% en 2022, según los cálculos del servicio de estudios de la entidad bancaria, "se distinguió como una de las autonomías que logró recuperar el PIB prepandémico" en ese ejercicio.

De acuerdo con los datos oficiales revisados más recientemente, la comunidad autónoma gallega alcanza el ecuador de su campaña electoral con la confirmación de una expansión del 1% en el tercer trimestre de 2023 en relación al mismo período del año anterior. En cuanto a la evolución intertrimestral, de julio a septiembre, fue del 0,3%.

Más en detalle, desde el punto de vista de la demanda, en el último trimestre, la interna aportó 0,9 puntos al crecimiento del PIB, mientras que la externa fue de 0,2. El consumo privado aumentó un 0,2% y el público un 5%.

Desde la óptica de la oferta, registraron tasas positivas el sector servicios (2,1%) y el primario (0,9%), con una leve caída del de la construcción (0,1%). Por su parte, las ramas industriales registraron una tasa del 2,5% negativa.

La estadística de desempleo en la comunidad también aprueba al no superar el 10%, posicionándose así, como la quinta más baja entre todas las 17 regiones españolas. Para ser más concretos, al cierre de 2023 se contabilizaron en Galicia 114.700 personas desempleadas, de las que 61.700 eran mujeres y 53.000 hombres. Esta tasa sitúa a los jóvenes menores de 25 años en un 21% ocupando el tercer puesto más bajo del país.

Pero al margen de los números más puramente macroeconómicos, Galicia se enfrenta a su mayor reto demográfico al ser la comunidad con mayor población envejecida, dispersa y con un ojo puesto en el mar, aunque se puede afirmar con rotundidad que no sólo de la pesca viven los gallegos.

Diferencias territoriales

Al margen del colorido que muestre el Parlamento autonómico para los próximos cuatro años, es necesario modificar la tendencia de un territorio marcado por la brecha entre el mundo rural y el urbano teniendo en cuenta que Galicia es ahora la sexta autonomía por población (2,6 millones de habitantes), con un peso destacado (aporta un 5,2% del PIB nacional) del sector primario y la industria.

Existen pues grandes diferencias sociales entre el rural y las ciudades, y entre el interior y la costa. De hecho, Galicia no ha dejado de perder población desde 1986. Desde entonces tiene 200.000 habitantes menos. También ha caído su peso demográfico desde principios del siglo XX cuando representaba más de un 10% de la población española, mientras que, en la actualidad y a duras penas, supera el 5% según un estudio reciente de la Universidad de Vigo. Con una media de edad de 48 años, supera por cuatro años el promedio nacional. Dees este punto de vista, hay más datos relevantes como el hecho de que en solo dos municipios gallegos hay más niños que mayores de 65 años (Ames, en A Coruña, y Salceda de Caselas, en Pontevedra), mientras que en algunos, como Cervantes, en Lugo, llega a haber 17 mayores por cada niño.

La situación es delicada en Ourense y Lugo ya que en ambas provincias el envejecimiento ha sido más veloz, prácticamente doblando el dato de España. Aquí aparece la principal brecha que atraviesa la comunidad: la diferencia entre el interior, más deprimido a nivel económico y demográfico, y el llamado Eje Atlántico, la línea que va desde Ferrol en el norte hasta Vigo en el sur.

Por municipios, se observa cómo las siete ciudades gallegas y sus áreas metropolitanas son las zonas más ricas, mientras que las zonas menos pobladas presentan rentas mucho más bajas. Parte del problema se explica por la falta de empresas medianas, que son las que vertebran un territorio, de acuerdo con los expertos.

Sin pymes medianas

Numerosos analistas coinciden así en que la economía gallega tiene un grupo muy reducido de empresas de gran tamaño y uno muy nutrido de otras muy pequeñas. No hay que olvidarse de que en este territorio se ubican las sedes de gigantes como Inditex -la empresa con mayor capitalización bursátil de España- o Stellantis. Tampoco hay que olvidarse de Alcoa, una fábrica de aluminio de la que depende buena parte de la población de la Mariña lucense.

El término medio del espectro empresarial, no obstante, encuentra todavía importantes dificultades para desarrollarse en el sector rural. Como en el resto de España, el sector servicios es el principal motor de la economía gallega (representa un 22% del PIB, un dato casi idéntico al nacional). El comercio, la hostelería y el turismo emplean a casi un tercio de los trabajadores.

El turismo es uno de los sectores que goza de muy buena salud, completamente recuperado ya de los estragos que causó la pandemia. El impulso y posicionamiento del Xacobeo en el mapamundi han influido en el proceso de desestacionalización del turismo.

Pero, pese a marcas record año tras año, su peculiar meteorología con lluvias y cielos nublados buena parte del año, aboca a una temporada turística más corta, esencialmente de dos meses, mientras que en el Mediterráneo puede llegar casi hasta seis. Por esta razón, el peso del sector es menor que en otras comunidades.

Con todo, el equipo del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destaca que la región se benefició de la llegada de siete millones de visitantes el año pasado.

En contraposición, destaca la mayor relevancia de sectores como la industria, que representa el 17,8% del PIB, dos puntos por encima de la media nacional, y el sector primario. La agricultura, la ganadería y la pesca ocupan casi al 6% de los trabajadores en la comunidad, dos puntos por encima del dato de España. De especial relevancia son las exportaciones en la radiografía gallega pues representaron un 43% del PIB, lo que sitúa a Galicia como la segunda comunidad con mayor peso de la venta al extranjero, solo por detrás de Navarra, y con un dato 14 puntos por encima de la media española.

Stellantis

Galicia exporta sobre todo textil (23,3% del total), automoción (19,1%) y alimentación (13%). También envía al extranjero la mitad de todos los productos pesqueros que exporta España, según CaixaBank Research. En cuanto a la venta de vehículos, el dato se debe esencialmente a la presencia de la factoría de Stellantis -antes Citroën- en Vigo.

Pero acostumbrados a ver el vaso medio lleno, es necesario mirar a otros ámbitos cuyo despegue no pasa desapercibido.

El ejemplo claro es el sector de los drones y la inteligencia artificial apoyado con financiación pública y privada, en el aeródromo de Rozas (Lugo) y que desde hace pocos años acoge a decenas de empresas. Sin duda, una "apuesta que inspira a otras a mayor escala para reactivar la economía de esta comunidad".

El futuro de la región, sin duda pasa, por la consecución de una descarbonización en toda regla, basada en una economía verde circular que respete la preservación del medio natural.

Las oportunidades son numerosas porque la gallega es una comunidad en potencia en términos de energía renovable, especialmente eólica y marina. No hay que olvidar que Galicia es la comunidad con más kilómetros de costa en España.