
La economía manufacturera de España mejoró levemente en enero y aunque se mantuvo aún en territorio negativo se registraron caídas más lentas en la producción, los nuevos pedidos, el empleo y las existencias, según el índice PMI de S&P Global, que ahora integra a IHS Markit. Este índice, añade el informe publicado este jueves, subió de los 46,2 puntos de diciembre a 49,2 en enero, en terreno negativo por décimo mes consecutivo, pero más cerca de los 50 puntos que indican mejora.
El índice señala un ritmo de declive "notablemente más lento", el más débil de la secuencia actual de contracción, pero aún en un contexto de moderación de la demanda y de los precios. La demanda mundial de productos sigue siendo débil, apunta el análisis, y los precios continuaron bajando, a pesar de observarse un deterioro en los proveedores, afectados por la crisis en el mar Rojo y los retrasos asociados en el transporte marítimo global.
No obstante, los fabricantes españoles señalaron una "mejora notable" en la confianza empresarial con expectativas de lanzamiento de nuevos productos, crecimiento orgánico de los negocios y un aumento de la demanda durante los próximos doce meses.
"Con el inicio del nuevo año, el sector manufacturero de España está recibiendo un respiro de aire fresco. El índice PMI ha dado un salto significativo, indicando sólo una leve contracción. Aunque la desaceleración persiste, su intensidad ha disminuido notablemente", valora el economista de Hamburg Commercial Bank, Jonas Feldhusen.

Por su parte, el deterioro de la actividad manufacturera de la eurozona continuó durante el mes de enero, aunque la caída fue la más leve de los últimos diez meses, según el índice PMI, que se situó en 46,6 puntos desde los 44,4 del mes anterior. Los cinco componentes del índice manufacturero ejercieron una influencia direccional positiva en enero, destacan los autores de la encuesta, con aumentos de los nuevos pedidos y la producción, mientras que se ralentizó el deterioro de los nuevos pedidos de exportaciones.
Sin embargo, los datos de la encuesta de enero reflejan un importante exceso de capacidad en las fábricas de la zona euro, tal y como lo demuestra la fuerte caída mensual de los trabajos atrasados, a pesar de que el ritmo de reducción se atenuó por tercer mes consecutivo. Asimismo, también continuó registrándose destrucción de empleo en el sector manufacturero, extendiendo el actual período de reducción de plantillas, que comenzó en junio del año pasado, aunque los recortes de la fuerza laboral fueron los más suaves en cuatro meses.
En cuanto a los precios, en enero se registraron caídas sostenidas de los precios de compra y de los precios de venta, y las tasas de disminución se aceleraron por primera vez desde julio y septiembre del año pasado respectivamente. "El camino de la zona euro hacia la recuperación del sector manufacturero puede comenzar en las economías del sur, que podrían actuar como catalizador para sacar a las economías más grandes del atolladero recesivo", ha señalado Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, ya que España e Italia mostraron el comportamiento más alentador entre las grandes economías del euro.