Economía

España supera las 11.000 dimisiones diarias en 2023

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A lo largo de 2023, el mercado laboral español ha seguido dando sorprendentes señales de 'sobrecalentamiento' que parecen incompatibles con un país que mantiene la mayor tasa de paro de la Unión Europea. Una de las más llamativas son las dimisiones, que han superado, por primera vez en la serie histórica, el promedio de las 11.000 diarias. De ellas, un 75% corresponden a trabajadores con contratos indefinidos. Estos asalariados aportan 8.400 renuncias de media, cifra que supera en un 26% las anotadas en 2022 y en un 194% que las que se registraban antes de la reforma laboral. Una evolución que está añadiendo una fuerte presión sobre los salarios.

Estos datos se obtienen de las causas de baja de afiliación al régimen General que cada mes recoge la Tesorería General de la Seguridad Social. El registro se actualiza con un retraso de un mes respecto a los datos de afiliación, por lo que los últimos disponibles corresponden a noviembre. Pero el organismo publica dos estadísticas a partir de ellos, una con el total acumulado a último día de mes y otra expresada como una media diaria, que es la que se utiliza para estudiar las tendencias en las salidas del mercado laboral. Esta última es la que permite anticipar una cifra para el conjunto del año.

Así, en 2023 este promedio se sitúa ya en 11.186,18 bajas voluntarias o dimisiones, la cifra más alta de de la serie histórica, que arranca en 2012. Suponen un 5,8% más que las 10.579,11 con las que cerró 2022 y un 41,9% que las 7.882,19 anotadas en 2021. Sin embargo, más importante que la variación es la composición. En 2023, el 75% de las renuncias corresponde a asalariados con un contrato indefinido, 8.419,26. En 2022 eran el 62% y en 2021 apenas el 36%. Por el contrario, las de trabajadores con empleo temporal han caído un 31% en el último año y un 46% respecto a 2021.

Esta evolución parece responder a la entrada en vigor de un cambio legal que ha disparado la firma de contratos indefinidos, pero la pregunta es si esta es la única causa o si en realidad se está produciendo una suerte de Gran Renuncia en nuestro país. No es una cuestión baladí, ya que el impacto de las dimisiones de trabajadores con contratos indefinidos está 'tensionando' los salarios, un fenómeno que ya ha analizado el Banco de España.

La razón es que las bajas por dimisión se deben, por regla general, a un cambio de trabajo. La propia Seguridad Social las diferencias de las excedencias que pueden deberse a causas como los estudios o el cuidado de familiares. Esto convierte las renuncias en un juego de ofertas y contraofertas salariales entre empresas.

¿Qué nos pueden decir los datos de Seguridad Social al respecto? Si el ritmo de incremento de las dimisiones se ajusta al de la firma de contratos supondría que el impacto se centra en los nuevos empleos fijos. Si la supera, implica que también se está produciendo esta movilidad voluntaria entre los trabajadores más veteranos y que perciben mayores salarios debido a su antigüedad.

En principio parece que esto es lo que está ocurriendo: tras la reforma laboral, los asalariados con contrato indefinido han aumentado un 30% y las dimisiones han crecido a un ritmo del 194%. Sin embargo, conviene matizar esta conclusión si tenemos en cuenta que, pese a la reforma, el mercado laboral español es uno de los de mayor tasa de rotación de la Unión Europea y, en buena parte, esta situación se ha trasladado de los temporales a los indefinidos.

En este sentido, hay otro análisis que resulta pertinente, y es el peso que tienen las renuncias en las bajas de afiliación. Las dimisiones son la tercera causa por la que un trabajador deja de cotizar en una empresa, después del fin de un contrato temporal o el pase a la inactividad de un fijo discontinuo, aunque supera con creces a los despidos. Suponen el 13,3% del total bajas diarias en 2023. Aunque en el caso de los contratos indefinidos el porcentaje se eleva al 21,8%. Sin embargo, esta tasa no solo es inferior a la que se registraba hace un año (22,7%), sino que también queda por debajo de la que se anotaba en 2021 (23,2%), así como la que se alcanzó en los años previos a la pandemia.

De hecho, la evolución de los datos apunta a que la recuperación del mercado laboral tras la pandemia reforzó tanto o más el 'poder' de los trabajadores fijos para cambiar de trabajo que la propia reforma laboral de 2021. Al haber más oportunidades laborales los idnefinidos que querían cambiar de trabajo lo tuvieron más fácil. Al menos los que querían hacerlo.

Otras estadísticas confirman que la predisposición a movilidad laboral voluntaria no se ha disparado tras la reforma laboral. Según los datos de la EPA, el 48% de los ocupados llevan más de 6 años en el mismo puesto, cuando antes de la reforma era el 52%, si bien este leve descenso se explica también por el aumento de la ocupación tras la pandemia.

Dos millones de dimisiones acumuladas

Esto confirma que el repunte de las dimisiones se concentra en los nuevos indefinidos, es decir, los empleos firmados tras la reforma laboral y no se debe a un fenómeno similar a la 'Gran Dimisión' sino a que estos nuevos fijos, al tener menos antigüedad y salarios más bajos, tienen menos incentivos a mantenerse en el mismo puesto. Pero esto no impide que sus renuncias tengan un impacto notable en las retribuciones, ya que el coste de fichar (o retener) a un indefinido es mayor que a un temporal.

Que la reforma laboral haya aumentado las facilidades para Esto lleva a que los datos de retribuciones de la Agencia Tributaria y otras fuentes estadísticas, superen las subidas pactadas en convenios colectivos. Aunque estos últimos arrojan una subida del 3,49% (4,1% para los convenios firmados en 2023) los datos de Hacienda hablan de incrementos superiores al 5%. Por otro lado, los sueldos recogidos en las ofertas de empleo revelan subidas que rondan el 6%.

Aunque no hay datos de ese coste, hay un dato que puede ayudar a hacernos una idea: la cifra acumulada de bajas a último día de mes de la Seguridad Social arroja un total de 1,9 millones de dimisiones de indefinidos entre enero y noviembre, 300.000 más que las anotadas en todo 2022. A la espera de los datos de diciembre, es evidente que la cifra final superará ampliamente el umbral de los dos millones de renuncias.

Algo que, según el Banco de España, explica que se marquen subidas similares a los pactados en convenios colectivos, si bien aquí juega el 'efecto composición': las subidas no son uniformes en todos los sectores y se concentran en aquellos más intensivos en mano de obra y que echan en falta trabajadores o los que requieren trabajadores más especializados, como es el caso del ámbito tecnológico.

En este escenario, las dimisiones agravan la paradoja de que, pese a tener la tasa de paro más alta de Europa, la falta de mano de obra hace que nuestro país tiene que hacer un esfuerzo relativo mayor que otros países para captar trabajadores. Una situación que no se puede achacar a la reforma laboral, sino a la creciente falta de mano de obra debida también al progresivo envejecimiento demográfico.

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