
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, han mantenido este jueves su primera reunión desde los pactos que permitieron la investidura del socialista. En un ambiente de "cordialidad", el jefe del Ejecutivo ha anunciado el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a Cataluña, se ha abierto a la creación de una Hacienda propia, impulsará una ley orgánica de garantía del plurilingüismo y se ha comprometido a avanzar en enero con el traspaso de Rodalies. Como quinto acuerdo, se ha pactado la apertura de una planta de chips en Cataluña, de la que ya se han ido conociendo más detalles.
Según ha anunciado el propio Aragonès en su rueda de prensa tras el encuentro, se tratará de un centro tecnológico de preproducción de chips (Innofab) basado en materiales emergentes alternativos al silicio. La planta supondrá 300 millones de inversión, se ubicará junto al sincrotrón Alba de Cerdanyola (Barcelona) y se enmarca en una red de una decena de centros de investigación.
Fuentes conocedoras del proyecto han informado a EFE que está previsto que las obras del nuevo centro tecnológico arranquen en 2024 para comenzar a operar dos años más tarde, en 2026.
La financiación del proyecto se realizará a través del Perte de microelectrónica y semiconductores y la Generalitat hará el acompañamiento, según detallan diversas fuentes a Europa Press.
Centros de investigación
El Govern ha explicado que la construcción de la planta se enmarcará en una red de una decena de centros de investigación y que el acuerdo permitirá acelerar su construcción "atendiendo a su carácter tractor y su contribución a la autonomía estratégica".
La Generalitat pilotará en proyecto, en el que colabora Barcelona Global, entidad que ha ayudado a impulsarlo junto al Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2), Sincrotron Alba, Institut de Microelectrònica de Barcelona, Institut de Ciències Fotòniques y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
De ejecutarse, la fábrica de Cataluña sería la primera infraestructura en España para el desarrollo de semiconductores de estas características y daría servicio a startups o empresas emergentes, empresas sin fábricas propias o a centros de investigación.