
El consumo doméstico comenzó a flaquear en octubre. Su ritmo de crecimiento se desinfló un 1,8% con respecto a septiembre y casi un punto en relación a la media del tercer trimestre de 2023, según el indicador de CaixaBank Research. La entidad destaca que la actividad de las tarjetas españolas creció el pasado mes dos puntos por debajo de lo que lo hizo en septiembre, especialmente en el sector del ocio y la restauración, donde la pérdida se aguza al 12%. "El dato para el conjunto del mes está fuertemente influenciado por la caída que se aprecia durante la última semana de octubre", apunta el departamento de análisis del banco, que destaca el impacto estacional provocado por la festividad de Todos los Santos, "menos personas han hecho puente y el gasto en ocio y restauración se ha resentido", explican.
Por contra, crece el gasto en transportes. La reciente caída del precio de los carburantes ha generado un repunte en ritmo de actividad del 2% con respecto a agosto, después de que el precio de la gasolina 95 se incrementase un 9,2% interanual en octubre. El Banco de España –no obstante– alerta del efecto de la volatilidad que puede sufrir el crudo. En su informe de proyecciones de septiembre destaca que "dada la trayectoria de las cotizaciones de la energía en los mercados de futuros, la inflación asociada a este componente de la cesta de consumo comenzará a moderarse en el tramo final de 2024 y pasará a ser prácticamente nula al final del horizonte de proyección", calculan los de Pablo Hernández de Cos. Fue la actividad de las tarjetas extranjeras la única que mantuvo su ritmo. Crecieron a doble dígito, un 19% interanual, y otros dos puntos más que en septiembre, ajena al efecto calendario experimentado por las transacciones domésticas.
Confianza en la demanda doméstica
Los números de octubre corren en contra de las expectativas del Gobierno. En el Plan Presupuestario enviado a Bruselas, Moncloa confía en que las medidas de apoyo a las rentas y avales financieros desplegados por el Gobierno, mejore las finanzas de los hogares. Esto, "junto con la mejora del poder adquisitivo de los hogares, permitirán que el consumo se acelere en 2024 y sea uno de los principales elementos de crecimiento de la economía española el próximo año". El documento promete un crecimiento del PIB del 2,4% en 2023 y del 2% en 2024.
Aun así, la mayoría de analistas confían en un rebrote del consumo a partir de 2024. El panel de expertos de Funcas pronostica que a partir del año que viene la tasa se recupere al 1,8%, tras crecer un 0,6% este año. "Se espera que tanto el consumo de los hogares como la inversión tengan un crecimiento superior al de 2023, mientras que el consumo público crecerá menos que este año", apuntan los panelistas.
La actividad interna será determinante durante los próximos años, en los que la demanda exterior comenzará a dar síntomas de cansancio. La demanda exterior aportó 2,8 puntos al PIB del tercer trimestre, según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el INE. La cifra representa el doble de lo aportado por la demanda doméstica. El Ejecutivo en funciones pronostica un recorte del saldo exterior del 0,2% en 2024.