
El gobernador del Banco de Grecia, Yannis Stournaras, se ha convertido en el primer miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) en poner sobre la mesa una posible fecha para el primer recorte de los tipos de interés tras el agresivo ciclo de subidas detenido en la reunión de política monetaria de octubre. El representante heleno en el Consejo del BCE ha señalado hacia mediados de 2024 y la condición de que la inflación deba estar de forma clara por debajo del 3%. Precisamente este martes se ha conocido que la inflación de octubre ha sido del 2,9% interanual.
En una entrevista con el diario financiero alemán Handelsblatt, Stournaras ha afirmado que consideraría un recorte de los tipos a mediados de 2024 en caso de que la inflación cayera de forma "permanente y sostenible" por debajo del 3%. En anteriores entrevistas, el griego ya había defendido que el próximo movimiento del banco central sería una bajada de tipos. En esta ocasión también ha insistido en que ya se ha llegado al pico en los tipos.
El banquero central griego ha reconocido que no ha discutido con sus colegas la posibilidad de bajar los tipos el año que viene. Sus declaraciones son disruptivas en el sentido de que los funcionarios del BCE han hecho un notorio esfuerzo en telegrafiar que los recortes de tipos tardarán en llegar. "Es un debate prematuro", ha sido la frase más enunciada, también por la presidenta Christine Lagarde.
En sus manifestaciones, Stournaras señala que "nos encontramos en territorio restrictivo, se mire por donde se mire" y que "la economía es mucho más débil de lo que pensábamos en septiembre". Las condiciones de financiación también son algo más restrictivas de lo esperado, ha señalado.
Las palabras de Stournaras alteran el marco en la medida en la que los miembros del BCE han querido sujetar las expectativas de un mercado impaciente por poner fecha a los recortes. Las apuestas en el mercado de swaps recogían hasta ayer dos bajadas de tipos de 25 puntos básicos cada una para 2024. Este martes ya contemplan 75 puntos básicos de recorte para octubre del año que viene con el primer recorte en junio del año próximo. Tras publicarse la entrevista con Stournaras, el euro ha borrado rápidamente la subida del 0,5% que registraba este martes frente al dólar.
Lo atrevido de las afirmaciones de Stournaras viendo el tono con el que se han pronunciado y pronuncian sus compañeros se puede apreciar con las declaraciones hechas este mismo martes por Martins Kazaks, gobernador del banco central de Letonia. El BCE necesitaría ver un "cambio muy drástico" en las perspectivas económicas de la región para bajar los tipos de interés, ha dicho Kazaks en una entrevista recogida por Bloomberg. Pese a los buenos datos de inflación de octubre, el letón ha dicho que sería necesaria una fuerte caída de la actividad o un aumento del desempleo para considerar tal medida.
"No hay necesidad de discutir recortes de tipos", ha verbalizado directamente Kazaks. Una disminución de los costes de endeudamiento en el primer semestre de 2024 "sería, en mi opinión, incoherente con las perspectivas macroeconómicas actuales, pero la incertidumbre, por supuesto, sigue siendo alta", ha añadido. "Sí, hemos visto un fuerte descenso de las tasas de inflación, pero siguen estando muy por encima del 2%. Los riesgos de que la inflación se vuelva persistente en niveles más altos que los que hemos visto en el pasado, pero no en el 2%, por supuesto siguen ahí", ha sentenciado.
Kazaks es el último halcón del BCE que insiste en que es prematuro hablar de una reducción de los tipos, y sus colegas del Consejo de Gobierno en Lituania y Eslovaquia ofrecieron el lunes una defensa directa de los planes de mantener una política monetaria restrictiva. Mientras Gediminas Simkus ve probable que el nivel actual de tipos sea suficiente en diciembre, Peter Kazimir ha defendido que las apuestas de recorte de tipos para el primer semestre de 2024 son equivocadas.
Con un tono más reposado, el gobernador francés, François Villeroy de Galhau, ha salido a decir que el BCE ahora debe mostrar paciencia mientras el impacto se transmite a la economía. "El estado de la economía justifica plenamente la interrupción de la serie de subidas de tipos. Nuestra política monetaria debe guiarse a partir de ahora por la confianza y la paciencia", ha planteado el galo en un comunicado.
Qué dicen los analistas
El hecho de que el IPC de octubre haya caído al 2,9% lo sitúa a menos de un punto porcentual del objetivo del 2% del BCE y pode debajo del 3% mencionado por Stournaras. "La continua deflación de los precios de la energía y la moderación de la inflación de los precios de los alimentos han sido los principales factores. La inflación subyacente también disminuyó, de forma alentadoramente generalizada entre bienes y servicios, aunque los precios de los servicios siguen siendo visiblemente más rígidos. Esto concuerda con la creciente debilidad de la demanda en la eurozona, evidenciada por la contracción del PIB en el tercer trimestre. Todo ello concuerda con nuestra valoración de un giro de la política del BCE antes de lo previsto. Creemos que el BCE empezará con recortes de tipos ya a principios del segundo trimestre de 2024", valoraba Tomas Dvorak, de Oxford Economics, tras los datos de inflación.
Otros analistas, sin embargo, no contemplan bajadas de tipos tan pronto como el año que viene. "Los inversores se centran ahora en cuándo volverá a recortar el BCE sus tipos. Los mercados ya prevén recortes de más de 50 puntos básicos para el próximo año. Nosotros, en cambio, esperamos que los tipos de interés se mantengan hasta 2024. Es probable que la inflación se sitúe muy por encima del objetivo del 2% el año que viene, entre otras cosas por el fuerte crecimiento de los salarios. Esto hace difícil que el BCE recorte los tipos el próximo año, incluso si el Consejo de Gobierno está dominado por las palomas", explica Jörg Krämer, estratega de Commerzbank.
"Un largo periodo sin cambios en los tipos de interés oficiales también está respaldado por la Regla de Taylor, que es un tipo de interés apropiado basado en las previsiones de inflación y utilización de la capacidad global. Nuestra regla de Taylor recomienda un tipo de depósito del BCE muy por encima del 4%. Por supuesto, estas estimaciones están sujetas a incertidumbre. No obstante, hay nuevas pruebas de que la política monetaria aún no es suficientemente restrictiva", añade el economista del banco alemán.
"Si el tipo de interés del BCE todavía no es lo suficientemente alto según la regla de Taylor, es más importante que nunca que el BCE mantenga el tipo de depósito en el 4% el mayor tiempo posible y no lo recorte demasiado pronto. A diferencia de la Reserva Federal de EEUU, que ha elevado su tipo de interés oficial al 5,5% (límite superior del rango objetivo de los fondos federales), el BCE no tiene margen para volver a recortar los tipos el año que viene", concluye Krämer.