Economía

Moncloa reconoce la caída de la demanda exterior en 2024 por la subida de los tipos

  • El Plan Presupuestario admite el riesgo que tendrá para el avance del PIB el año que viene
  • El documento teme el efecto que pueda tener un nuevo incremento del petróleo

El Ejecutivo en funciones incluye en sus números el efecto que tendrá sobre la economía un enquistamiento de la restricción monetaria iniciada hace ya un año y medio por el Banco Central Europeo (BCE). El Plan Presupuestario para 2024 que el departamento que dirige Nadia Calviño ha enviado a Bruselas reconoce dos grandes riesgos que podría desbaratar los cálculos que sostienen el documento. El principal apunta a la posibilidad de que los de Christine Lagarde mantengan las subidas de los tipos de interés durante los próximos meses, lo que podría empeorar la inestabilidad económica de los países comunitarios. "En efecto, se prevé un estancamiento de las exportaciones de bienes y una desaceleración del turismo extranjero", reconoce el Ejecutivo en funciones, que pronostica un recorte del 0,2% en 2024. "Si la desaceleración europea se agudiza podría afectar negativamente a la demanda externa de bienes y servicios españoles", afirma Economía consciente de que la salud de nuestro PIB sigue dependiendo en exceso de los productos turísticos y automovilísticos. La demanda exterior aportó 2,8 puntos al PIB del tercer trimestre, según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el INE. La cifra representa el doble de lo aportado por la demanda doméstica, estancada en los 1,4 puntos desde el pasado mes de marzo.

No solo preocupa la pérdida de fuelle de la demanda exterior, también la doméstica. El Gobierno prevé un incremento de la demanda nacional del 1,9% este año al 2,2% en 2024. De hecho, el documento confía en que ese alza compense el estancamiento de la actividad procedente del extranjero. No obstante, la AIReF observa demasiado optimista en los número esperados por Moncloa, "dado el endurecimiento de las condiciones de financiación de la economía, la finalización de la vigencia de las medidas para mitigar el impacto de la inflación y el empeoramiento de la confianza empresarial y de los hogares", afirma el organismo presidido por Cristina Herrero. 

Nueva crisis del petróleo

No es el único factor que puede desestabilizar el esquema comprometido con la Comisión Europea. El Gobierno en funciones señala a las serias consecuencias que tendría "un rebrote de las presiones en los precios de la energía en un entorno geopolítico complejo", narra el documento. Un temor acrecentado por el reciente estallido de la guerra entre Israel y Gaza que ha vuelto a disparar el precio del Brent, que ya enfila los 100 dólares el barril.

Sin embargo, Moncloa no incluye esta posibilidad en los supuestos básicos sobre los que basa las previsiones plasmadas en el documento. En contra, confía en que el mercado del petróleo se mantenga estable tanto este año como el que viene, cuando pronostican un precio medio de 89 dólares el barril. El texto tampoco incluye la variable que pueda provocar el conflicto en Gaza dentro del apartado de riesgos. Un desafío que si reconoce la Airef. que destaca la incertidumbre asociada al contexto geopolítico tanto por la guerra de Ucrania, como por la guerra entre Gaza e Israel, y la debilidad mostrada por la economía china.

La volatilidad en el mercado del petróleo es la responsable de la mayoría de las correcciones a la baja de las previsiones que durante las últimas semanas han ido publicando la mayoría de instituciones y entidades. El Banco de España elevó en septiembre sus pronósticos sobre el IPC de 2024 en siete décimas -hasta el 4,3% en 2024- fruto del alza sufrida por el crudo durante el verano. "Esto contribuye a una cierta resistencia a la baja de la inflación subyacente, que se habría visto reforzada con el repunte más reciente del precio del petróleo", aseguran los de Pablo Hernández de Cos en su último informe publicado.

El Plan Presupuestario coincide. "El reciente incremento en los precios del petróleo y del gas vuelve a evidenciar que los costes energéticos se mantienen en una situación de volatilidad  que puede afectar a la actividad y retrasar la vuelta de la inflación al objetivo a medio plazo", destaca. En el texto remitido a Bruselas, Moncloa recorta cuatro décimas su previsión sobre el PIB de 2024, hasta el 2%.

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