Cataluña ocupa el último lugar en en ranking de competitividad fiscal en España, mientras que Madrid lo encabeza, según el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF), elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y el centro de análisis internacional Tax Foundation.
En virtud este índice, que compara componentes fiscales como el Impuesto sobre la Renta, sobre el Patrimonio, sobre Sucesiones, sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos Documentados (AJD), así como autonómicos propios, la región catalana, con 4,71 puntos ostenta la última posición.
La razón que alega el estudio es que sigue contando con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades, a pesar de haber derogado cuatro en el último año por la entrada en vigor del impuesto estatal sobre el depósito de residuos vertederos.
Le sigue la Comunidad Valenciana con 5 puntos, que se mantiene en la decimoctava posición, ya que, explica el IACF, tiene uno de los sistemas más gravosos en términos de Sucesiones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y AJD, además de bajas calificaciones en absolutamente todos los componentes del índice. El estudio señala quela región necesita reformas fiscales de calado en cada una de las áreas analizadas para mejorar su competitividad fiscal.
En decimoséptima posición se encuentra Asturias, con 5,03 puntos, que pierde un puesto por falta de reformas. Para el año 2023, únicamente amplió la deducción para las familias numerosas e introdujo una nueva deducción por descendientes. Asimismo, apunta el estudio, necesita una reforma urgente del Impuesto sobre la Renta y, en especial, del de Sucesiones, ya que los residentes en esta región son los que más pagan por este impuesto.
Entre las comunidades menos competitivas fiscalmente y dentro de los últimos cinco puestos figura también Aragón con 5,17 puntos, que sube una posición, hasta el decimosexto puesto, al retocar el Impuesto sobre la Renta, y Extremadura (5,51 puntos), que mantiene la decimoquinta posición en 2023 al no haber emprendido ningún tipo de reformas en lo que va del año.
Por su parte, Madrid, cuya valoración en esta edición fue de 7,33 puntos, se mantiene un año más en la primera posición, aunque empeora ligeramente su puntuación en 0,1, ya que la diferencia con respecto a las demás comunidades autónomas se reduce. Esto obedece, según el estudio, a que deflacta todos los tramos de renta en el IRPF, los mínimos personales y familiares y mejora la deducción por la familia numerosa.
A Madrid le siguen Álava (7,04 puntos), Vizcaya (6,97) y Guipúzcoa (6,82) como las más competitivas en términos fiscales. La distinta puntuación entre las tres diputaciones del País Vasco, explica el informe, se da sobre todo por las diferencias en el Impuesto sobre la Renta y, en especial, en Impuesto sobre el Patrimonio, ya que la regulación de este último en Álava es peor que en Vizcaya, mientras que la situación en Guipúzcoa es más deficiente aún.
En quinta posición se sitúa Andalucía, con 6,57 puntos, cuyo avance es particularmente significativo, ya que en estos siete años ha pasado de la decimosexta posición (2017) al quinto puesto actual, sin retroceder en ningún año.
Más impuestos que en Europa
El estudio conjunto de Tax Foundation y la Fundación para el Avance de la Libertad pone de relieve que tanto las comunidades autónomas como las diputaciones vascas tienen unos tipos impositivos en renta, patrimonio y sucesiones y donaciones "muy por encima" de la media de los países europeos.
El Índice Autonómico de Competitividad Fiscal permite a gobernantes locales, empresarios y contribuyentes medir y comparar los sistemas fiscales de sus comunidades autónomas con el de otras regiones del propio país.
