La subida de los precios de la energía en los países del G7 marcó un impulso de la inflación interanual de la OCDE hasta el 6,4%, frente al 5,9% registrado en julio. En el avance emitido este martes por el organismo internacional destacan que en el grupo de los 7 países más industrializados del mundo (Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) el IPC interanual a finales de verano aumentó al 4,2%, desde el 3,9% en julio. "Es el primer aumento desde octubre de 2022", asegura el documento.
Los expertos del think tank destacan que en Canadá, Francia y Estados Unidos la inflación energética "aumentó considerablemente", lo que supuso un avance de su IPC general en 0,5 puntos porcentuales. En cambio, la inflación global en agosto continuó desacelerándose en Italia (5,4%), alcanzando su nivel más bajo desde enero de 2022. Por su parte, se mantuvo estable en Alemania, Japón y Reino Unido.
En el global, los precios energéticos se incrementaron entre julio y agosto se incrementaron en 25 países de la OCDE, mientras que siguió siendo negativo en 11 de esos 25 países.
En líneas generales, la inflación aumentó entre julio y agosto en 14 países miembros de la OCDE, destacando ese aumento de 0,5 puntos porcentuales o más en esos países concretos del G7. Pero hay que destacar que Turquía volvió a ser otro lastre, ya que la inflación en el país euroasiático se incrementó 10 puntos porcentuales hasta alcanzar el 58,9%.
Lo de la inflación turca ya veía venir en la anterior revisión de la OCDE, además que el Banco de Turquía aseguró que el país cerraría el año 2023 con una inflación del 60% y ya en agosto rozaron esta cifra. Pero lo cierto es que, lejos de los datos oficiales, los expertos independientes de Enagrup aseguran que los precios se incrementaron un 130% interanual. Ahora mismo, todo el mundo está pendiente de las acciones que va a emprender el Banco Central turco para corregir esta cifra a la baja antes de diciembre.
España, por su parte, sigue siendo el país del grupo que mantuvo el dato más bajo. En agosto el dato se incrementó en tres décimas con respecto al de julio (2,6%), pero muy lejos del 10,5% que registró en agosto de 2022. Otro dato destacable es que la inflación subyacente se mantuvo estancada entre julio y agosto en el 4,8% y que los precios de los alimentos, aunque altos, también cayeron tres décimas con respecto a julio, del 10,8% al 10,5%.
Esta tendencia a la baja de la inflación alimentaria se mantuvo en la mayoría de países aunque "a un ritmo más lento que en meses anteriores", alcanzando el 8,8% en agosto, después del 9,2% en julio, explican en el documento. Por su parte, la inflación subyacente en el conjunto de la OCDE "se mantuvo estable en términos generales", con un 6,8% en agosto.
Finalmente, en la zona euro la inflación anual se mantuvo prácticamente estable en el 5,2% en agosto, frente al 5,3% en julio. El repunte de los precios de la energía entre julio y agosto en la zona euro "casi compensó la caída de la inflación alimentaria y el ligero descenso de la inflación subyacente", aseguran.
La estimación preliminar de Eurostat para septiembre de este año apunta a a una caída del IPC interanual en la zona euro al 4,3%, su nivel más bajo desde octubre de 2021. En este sentido, se espera que la inflación de Alemania haya caído notablemente en Alemania, reflejando un efecto de base y la reducción de las políticas de apoyo en septiembre de 2022.
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