
Los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan unos preocupantes datos para el sector industrial. En concreto, el sector destruyó más de 60.000 puestos de trabajo durante el segundo trimestre. Según datos corroborados por expertos, supone el peor segundo trimestre en una década, lo que deja claro que la preocupación de los empresarios respecto al dato negativo no es en vano. Los expertos consultados descartan que haya un trasvase a otros sectores como explica Economía.
El dato intertrimestral de los ocupados de este sector, clave por su nivel de productividad, es del -2,3%. También es negativo (-1,8%) respecto al año pasado, si se observa la tasa interanual. La actividad del sector, medida dentro del PIB, también cayó un 1,5%.
Este fenómeno no es habitual, tal y como explican los expertos de Eurofirms Group: descontando la pandemia (2020). "Aunque los valores de la ocupación del sector no parezcan muy alarmantes, se observa que una variación negativa interanual no es habitual. De hecho, es el peor segundo trimestre en los últimos 10 años, obviando el 2020 debido a la pandemia", explica para elEconomista.es Raúl Sánchez, Country Leader Spain de Eurofirms Group, al ser cuestionado por la anomalía de la industria en una época en la que históricamente suele haber una mejora de ocupación.
Desde el departamento de Economía trasladaban un cambio de paradigma: los empleos destruidos en la industria, en realidad, se asociaban al sector servicios. Según la explicación del equipo de Nadia Calviño, parte de la actividad industrial se está derivando o subcontratando a otras áreas, como los servicios, un fenómeno que ya ocurrió en la década de 1980, explican. Estaríamos hablando de actividades auxiliares o investigación, trabajos más especializados que impulsarían la productividad, según Economía.
Preocupación empresarial
El dato de la industria preocupa en la CEOE, tal y como manifestaron al conocer este dato. De hecho, fuentes empresariales consultadas niegan el efecto coyuntural al que atribuye el Gobierno la caída del empleo en la industria y consideran que es estructural y permanente.
Tal y como se puede observar en los datos facilitados por Eurofirms Group, no es posible corroborar que haya habido una migración del sector industrial al servicios provocada por la caída del sector industrial.
La menor ocupación del sector se asocia a la disminución a las actividades relacionadas con la fabricación de prendas de vestir (-18.800 puestos en el pasado trimestre), la industria del papel (-12.700) y la fabricación de productos metálicos (-9.600), que disminuyen respecto al trimestre anterior y al año anterior. A su vez de lo indicado previamente, existe una pérdida de 20.400 ocupados en actividades de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
El debilitamiento de un sector tan importante en términos de capacidad productiva es latente al observar que, respecto a los niveles previos a la pandemia, este gremio ha perdido su nivel de ocupados en términos nominales, si bien mantiene un peso similar respecto al total en términos porcentuales.
La actividad empresarial, medida con el índice PMI de referencia que elabora S&P Global, tan solo indicó expansión en abril. Desde entonces, la lectura de mayo y junio ha supuesto un debilitamiento respecto al mes previo.
Lo cierto es que la patronal se preocupa en base a los datos de cifra de negocio del sector. Tal y como viene recogiendo el INE, esta estadística demuestra que tanto en mayo como en junio –similar a lo que también dio a conocer el indicador PMI– el sector industrial retrocedió respecto a las ventas de pasado año. Eso sí, el comportamiento europeo también explica que España no esté tirando en este aspecto: la actividad está por debajo de la media del año previo, en línea con el debilitamiento global.
Relacionados
- La maldición de la productividad atrapa de nuevo a la economía: se hunde en mitad de una creación de empleo récord
- El empleo logra un nuevo récord en julio por la mínima, ante la debilidad de la afiliación
- Las empresas piden un Pacto de Estado por la Industria 5.0
- Olvidar la industria y la planificación de la red eléctrica pone en riesgo la transición