
La conciliación es sin duda, un asunto de discusión en la actualidad, aunque incluso algo tan básico como ser capaces de compatibilizar el trabajo y la vida personal crea diferentes opiniones. Lo estamos viendo en dos discursos políticos con las elecciones a la vuelta de la esquina. Pero además del sistema público, el sector privado también se ha puesto manos a la obra para tratar de resolver una demanda cada vez más frecuente entre los trabajadores, y que incluso tiene ya su propio sello: Baby friendly companies.
Así se hacen llamar aquellas empresas que cumplen diez principios básicos para ser catalogado como un negocio comprometido con la conciliación. Entre ellos, destaca el trato paritario entre padres y madres, ofrecer información a sus empleados sobre sus derechos y trámites, y sobre todo, la flexibilidad: de horarios, de contingencias familiares... en resumen, de ser consciente de la realidad de cada trabajador.
Cuestión de preferencias
En la actualidad son muchos los estudios que demuestran cada vez más, que un ambiente agradable en el trabajo es preferible a un sueldo más elevado. El programa Young Business Talent realizó el pasado marzo un informe sobre las actitudes y tendencias de los jóvenes de entre 15 y 21 años, y las principales razones para formar parte de una empresa fueron la estabilidad, el ambiente y el sueldo, en ese orden.
La preferencia por la conciliación no es solo una preferencia de las nuevas generaciones. El grupo Adecco también realizó un estudio sobre la felicidad en el trabajo y demostró que el salario, a pesar de ser importante, está un escalón por debajo del buen ambiente y felicidad laboral.
En este contexto, son cada vez más las compañías que se están comprometiendo con este sello Baby Friendly para fomentar la conciliación y fomentar la natalidad. Empresas como Pepper, uno de los líderes globales en pago aplazado y la innovación para la financiación, forman parte de las 171 compañías que ya disponen de este distintivo que tanto valoran los trabajadores, no solo para ganar en calidad de vida, sino también para tener mayores posibilidades de formar una familia. Pepper ha adoptado diferentes medidas innovadoras que han hecho que obtenga este sello: desde la comunicación a los trabajadores de sus permisos, flexibilidad horaria, hasta regalos destinados a los padres y una canastilla propia.
Todas estas iniciativas van en busca de mejorar el dato de natalidad en nuestro país. En el 2022, en España nacieron 329.892 personas, el número más bajo de la serie histórica. De hecho, tenemos el segundo peor dato en Europa respecto a la tasa de natalidad. En 2021, nacieron 7,1 bebés por cada 1.000 habitantes, estando solamente por detrás Italia (6,8 por cada 1.000 habitantes). Si nos atenemos a la tasa de fecundidad, que se diferencia de la de natalidad en que lo que se tiene en cuenta son solamente las mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años), la diferencia es mínima: hay 1,19 nacimientos por mujer en España, el segundo registro más bajo de Europa junto a Malta, que es del 1,14, según el Banco Mundial. Ambas, lejos de la media europea (1,5) que aún sigue viendo lejos la tasa del 2,1 de nacimientos por mujer para poder aspirar a una pirámide poblacional sostenible sin recurrir a la inmigración.
No hay un solo motivo por el que cada vez tengamos menos hijos. Algunos estudios apuntan al cambio cultural, haciendo referencia a las grandes diferencias que posee la UE con algunos países asiáticos y africanos, pero el papel de la mujer es fundamental. Según el estudio de TBS - Education Barcelona, la inclusión de la mujer en el mercado laboral es una de las claves del descenso de familias. Nos muestra como la tendencia de mujeres ocupadas asciende, mientras desciende la de natalidad hasta el punto de cruzarse.
Economía y natalidad también son datos cíclicos. A pesar de que los nacimientos lleven tiempo a la baja, siempre hay repuntes cuando la situación económica es mejor (véase 2008 hasta la crisis). Pero la pérdida adquisitiva de las familias de hasta un 5,3% en tan solo el 2022 nos hace prever que otro repunte sigue lejos.
El auge del teletrabajo
En la pandemia, muchos empleos, sobre todo en España, descubrieron que el teletrabajo es una opción más que viable para el negocio y para sus trabajadores. Sin embargo, cuando hace dos años eran casi 4 millones las personas que trabajaban a distancia, hoy más de la mitad de ellos ya han vuelto a la presencialidad, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
A pesar de ello, la tendencia de las empresas es cada vez mayor a ofrecer un modelo mixto entre presencialidad y remoto, debido a las exigencias de los propios trabajadores. De esta manera, el sello Baby Friendly comienza a ser un "must" en las empresas para la atracción y retención de talento, una tarea pendiente en nuestro país y su ya conocida "fuga de cerebros", un mal que el sistema de pensiones pide erradicar más pronto que tarde si no quiere ver peligrar su viabilidad.