Economía

Hernández de Cos enfría las expectativas para que el BCE siga subiendo tipos tras el verano

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha dado por hecha una nueva subida de tipos en julio por parte del BCE, pero ha subrayado que la decisión de septiembre "está abierta" ya que considera que es "demasiado pronto" para discutir el ajuste de tipos necesario en la segunda mitad de 2023.

"Para mí está claro que la reunión de septiembre está absolutamente abierta", ha dicho el gobernador del Banco de España y miembro del BCE en referencia a las expectativas que se han abierto para que el banco central siga endureciendo su política monetaria. El elevado nivel de incertidumbre que rodea a la evolución de la inflación y de la economía invita al Banco Central Europeo (BCE) a ser "más dependiente que nunca" de los datos, insiste. 

En su intervención en un coloquio en Madrid, organizado por Banco de España en colaboración con CEMFI, en el que también ha participado el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, De Cos explicó que la última subida de tipos del BCE tuvo en cuenta las expectativas de que la inflación se mantendrá alta durante demasiado tiempo y que será necesario un mayor ajuste.

"Si el escenario central no cambia de manera material, también estaremos en condiciones de aumentar las tasas en nuestra reunión de julio", ha indicado el banquero central español, subrayado que "eso es todo". "Está claro que la reunión de septiembre está absolutamente abierta en términos de si habrá o no la necesidad de endurecer las políticas monetarias", ha puntualizado.

En este sentido, el gobernador del Banco de España ha expuesto que, si bien, por un lado, es evidente que la inflación se mantendrá alta durante demasiado tiempo, aumentando la probabilidad de que se produzcan efectos de segunda vuelta significativos sobre los salarios y mercados, también se aprecia que la transmisión de la política monetaria del BCE está funcionando "y está funcionando de manera muy contundente".

"Tenemos que monitorear tanto, no sólo los desarrollos, sino también la transmisión de nuestra política monetaria. Y tenemos que estar preparados para reaccionar en consecuencia a lo que vemos", ha subrayado.

"Así que no entremos en discusiones sobre cuál podría ser el ajuste en la segunda mitad del año. Creo que es demasiado pronto para decirlo", ha apostillado. Las palabras de Hernández de Cos sigue la retórica oficial del BCE de ir "partido a partido". Desde hace meses, el organismo, con Lagarde al frente, han decidido no adelantar los movimientos a medio plazo, pero los bancos centrales han entrado en una nueva fase contra la inflación.

Los banqueros centrales no terminan de fiarse de las últimas caídas de la inflación. Hace justo dos semanas, el BCE subió por octava vez los tipos de interés, pero quizá lo más importante fue que indirectamente con sus previsiones reconocía que todavía iba corriendo tras la inflación. Para 2025 subía una décima sus expectativas al 2,2%. Todo lo que sea no tenerla por debajo del 2% no deja de ser una perturbación para un banco central, como el BCE o la Fed.

El pasado martes, la presidenta Christine Lagarde, en su discurso inaugural en Sintra, todavía fue más expeditiva contra los precios, aunque no desveló futuros movimientos más allá de julio. Ha sido la Fed quien ha destapado la nueva ronda de dureza contra la inflación, poniendo el foco en las fuerzas subyacentes de los precios.

El mercado y los inversores están descontando una nueva subida de tipos de 25 puntos básicos, además, de la prevista para el 27 de julio. Según el modelo OIS (Overnight Indexed Swap), que recogen las coberturas de los inversores ante los movimientos de tipos, apuntan a que la segunda subida se ejecutará en diciembre de este año, lo que llevará la tasa de depósitos al 4%. Si no hay cambio en la tendencia de subir todas las tasas de interés por parte del BCE, la tasa principal de refinanciación se situaría en el 4,5%. Ambas referencias serían máximos históricos para el organismo.

Toque a los gobiernos

Por otro lado, el gobernador del Banco de España ha expresado la necesidad de que España no demore un proceso de consolidación fiscal de manera gradual para abordar las vulnerabilidades acumuladas, a pesar de destacar que la economía española "se ha comportado y se ha mantenido mejor de lo esperado inicialmente".

En este sentido, De Cos considera que la mayoría de riesgos a los que se enfrenta el sector en el país "no son tanto endógenos al propio ciclo financiero, sino más bien macro", así como la interconexión de esto con la situación de hogares, empresas y el sector público.

En particular ha hecho referencia a los elevados niveles de déficit y de endeudamiento público y privado en un contexto de endurecimiento de las condiciones de financiación por las subidas de los tipos de interés.

De este modo, bajo los supuestos actuales de expectativas de subidas en las tasas de interés y de crecimiento macro, habrá un aumento en la vulnerabilidad financiera y el porcentaje de empresas y hogares, lo que tendrá un impacto en términos de pérdidas potenciales para los bancos.

"Dado que el riesgo sigue siendo elevado, creo que es importante que mantengan la resiliencia o incluso que aumenten la resiliencia en el contexto actual", ha recomendado De Cos a las entidades, mientras que en el caso del sector público ha considerado "fundamental que se inicie el proceso de consolidación fiscal para reducir de forma paulatina esta vulnerabilidad que tiene la economía española".

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