
Los dos principales sindicatos, UGT y CCOO, han aprovechado la celebración del Primero de Mayo para lanzar una advertencia clara a la patronal CEOE para desbloquear el acuerdo salarial. De lo contrario, aseguran, la situación conducirá a un escenario de conflictividad laboral creciente que desembocará en un calendario de movilizaciones y huelgas tras el verano.
"O hay acuerdo de salarios o los sindicatos nos pondremos a organizar, no convocar, jornadas de movilización en otoño", ha advertido el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en la rueda de prensa previa a la manifestación de Madrid, la mayor de las 70 que tendrán lugar en toda España. El dirigente sindical ha adelantado que esas movilizaciones "de carácter general", se convertirán en huelgas en aquellos sectores con los convenios colectivos "bloqueados".
La llegada de este 1 de mayo anuncia el fin del plazo que los sindicatos dieron a la CEOE para llegar a un acuerdo sobre el V Acuerdo de Negociación Colectiva (AENC). Bajo el lema "Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios", UGT y CCOO han puesto este año en el centro de la movilización la subida de sueldos ante una escalada de precios tras la que señalan "al exceso de beneficios empresariales".
"La CEOE tiene que saber que el tiempo se acorta; o hay acuerdo o va a haber conflicto", ha advertido su homólogo de UGT, Pepe Álvarez, que ha añadido que el conflicto "se sabe cómo empieza, pero no cómo acaba". Asimismo, el líder ugetista ha insistido que este Primero de Mayo tiene que servir para "consolidar conquistas como la reforma laboral o la de pensiones".
"CEOE tiene que optar si quiere una negociación colectiva ágil, con subidas salariales importantes o si prefiere hacerlo desde el conflicto", ha zanjado Sordo, al tiempo que Álvarez ha apuntado que si la patronal valora la paz social, debe ser consciente de que esta "requiere un esfuerzo" por la parte empresarial.
Aval de Díaz
Las palabras de Sordo y Álvarez han recibido el apoyo de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha exhortado a la patronal a cerrar de forma "inmediata, inminente" con los sindicatos un nuevo acuerdo que sirva de guía en las negociaciones salariales.
En declaraciones a la prensa, Díaz ha reiterado que la patronal "tiene que estar a la altura de las circunstancias, tiene que sentarse y decirle a los trabajadores que va a subir los salarios", ya que "con 1.500 euros al mes no se puede vivir con dignidad".
La titular de Trabajo ha subrayado que "el Gobierno ha cumplido con sus funciones", pero que ahora toca que "las patronales de España también cumplan con sus obligaciones". En esta línea, Díaz ha remarcado que a pesar de las críticas que ha recibido su política con el SMI por parte de los empresarios, "es imprescindible subir los salarios en España".
Seis ministros en las manifestaciones
"Es imprescindible que estén a la altura", ha añadido Díaz que ha llamado a la participación en este Día del Trabajador en el que seis ministros han participado en las movilizaciones convocadas por los sindicatos. Cuatro de ellos en Madrid, donde, además de Díaz, se han presentado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Precisamente la ministra de Hacienda y Función Pública ha pedido un acuerdo "en los próximos meses" porque es importante seguir "contribuyendo entre todos". "El acuerdo todavía no ha sido posible, pero por supuesto, entre todos, vamos a seguir empujando", ha incidido.
Los miembros del Gobierno han aprovechado el último Primero de Mayo de la Legislatura para reivindicar sus políticas, en una línea similar a la seguida por el presidente, Pedro Sánchez, unas horas antes, desde sus redes sociales.
"La reforma laboral, el SMI -Salario Mínimo Interprofesional- a 1.080 euros, revalorizar las pensiones de hoy y garantizar las de mañana, impulsar la ley de FP -Formación Profesional- y Ciencia para crear más y mejores empleos", enumeraba Sánchez en un mensaje acompañado por el cartel elaborado por el Ministerio de Trabajo.
También presumía el jefe del Ejecutivo de que todo se ha logrado "con paz social", pese a que la mayoría de sus últimas medidas se han aprobado con el rechazo de los empresarios y a la amenaza de "conflicto" por parte de los sindicatos.