Economía

La señal del comercio internacional que revela lo que está a punto de suceder en la economía

  • Las últimas veces que el comercio internacional se contrajo así hubo una recesión después
  • El comercio internacional lleva debilitándose desde finales del año pasado
  • Sin embargo, el PIB, el empleo y los PMI muestran fortaleza en la economía
Un buque portacontenedores en el muelle de un puerto. Foto de iStock

La economía en los países desarrollados goza, a primera vista, de buena salud, según han revelado esta semana los datos de PIB. Sin embargo, hay otros indicadores que están anticipando la llegada de una recesión.  Entre estos últimos se encuentra el comercio internacional, que en términos de volumen está cayendo a una de las tasas más rápidas de las últimas tres décadas. Aunque todo hace indicar que al final del primer trimestre se podría estabilizar, los datos históricos revelan que una contracción como la actual en este indicador suele anticipar la llegada de una recesión.

La situación es cuando menos curiosa. Además del PIB, otros indicadores como los PMI o el empleo revelan que las economías desarrolladas aún tienen fuerza. Al mismo tiempo, indicadores como la curva de tipos o el comercio internacional advierten de la llegada de una recesión inminente. Contradictorio no, pero curioso sí. La divergencia es notable, aunque tiene cierta explicación.

Contradicciones entre indicadores

Los datos de PIB publicados esta semana en batería muestran un panorama muy optimista. Aunque el PIB es un indicador muy retrasado (marca la recesión cuando la economía lleva ya meses contrayéndose), por ahora sus resultados han sido sorprendentemente positivos. Economías como la española o la estadounidense crecen todavía a un ritmo notable, mientras que otras como Alemania han esquivado la recesión por los pelos. 

No obstante, los datos de PIB casi siempre tienen una doble lectura. Algunos expertos creen que el crecimiento del primer trimestre de 2023 puede ser una suerte de 'rebote del gato muerto', es decir, el rebote que precede a la caída. En la Eurozona, y especialmente en España, ha sido el sector exterior el que ha mantenido el crecimiento al alza, mientras que el consumo (necesario para que el PIB crezca en el medio y largo plazo) está dando síntomas de agotamiento.

Por otro lado, en EEUU, Tiffany Wilding, de Pimco, cree que las cifras del PIB "no cumplieron las expectativas, debido a un arrastre de los inventarios mayor de lo esperado y a una inflación algo más elevada". Según la experta, el aumento intertrimestral del 1,1% PIB real es "decepcionante en relación con las expectativas y significativamente inferior a las estimaciones de seguimiento del PIB de principios del trimestre. La demanda interna final para el conjunto del periodo creció un 2,4% intertrimestral, pero esta cifra se debe gran parte de ello parece deberse a una demanda más fuerte en enero y se vio compensada por una sorprendente debilidad en el trimestre anterior (cuatro trimestre de 2022), lo que sugiere algunas distorsiones estacionales residuales".

Desde Pimco valoran que "el informe del PIB de esta semana es coherente con el debilitamiento de la economía tras un fuerte comienzo de año". Este resulta coherente con al mal augurio que anticipan los datos de comercio internacional.

La caída del comercio internacional

Los volúmenes cayeron un 2,1% entre diciembre y febrero en comparación con el mismo período del año anterior, según la Oficina de Análisis de Política Económica de los Países Bajos. Si se analiza el dato interanual, se puede ver que el descenso del comercio internacional ha sido del 2,6%. Además, la caída de febrero es la cuarta consecutiva que supera un descenso superior del 1%. Esto solo ha sucedido en las últimas grandes recesiones.

No obstante, la caída media de los últimos tres meses (menos volátil que la anterior) del comercio internacional medida por volumen es la que revela un dato muy preocupante, según el analista de Reuters John Kemp: "En todos los períodos de tres meses superpuestos desde 1992; los volúmenes solo han caído así de rápido durante las últimas tres recesiones en 2020, 2008/09 y 2001/02", sentencia este experto. Si el patrón se sigue cumpliendo, la economía debería entrar en recesión a corto plazo.

Este experto de Reuters da más datos que muestran un enfriamiento de la economía: "Como reflejo de la desaceleración mundial, la red ferroviaria de EEUU transportó 1,06 millones de contenedores en febrero, el nivel más bajo para ese mes desde el año desde 2015, según mostraron datos de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses.

Signos de debilidad

Desde ING explican en un comentario publicado en abril que "Desde finales del año pasado, el comercio mundial ha mostrado claros signos de debilidad en medio de una demanda más débil. Desde septiembre, el comercio mundial ha caído más de un 5%... esto no es solo una historia de caída de las importaciones europeas de gas, sino más bien un reflejo de una actividad económica más débil relacionada con los bienes", advierten Bert Colijn y Rico Luman, de ING.

Desde ING también recuerdan que en periodos del pasado, una caída del comercio internacional desembocó en un descenso del PIB. Cuando la desconfianza comienza a invadir a los agentes, el consumo se modera y con ello las importaciones de los países implicados, lo que hace mella rápidamente en el comercio internacional.

"Los consumidores están reduciendo el gasto en bienes en medio de la inflación y sus prioridades vuelven a centrarse en los servicios. Esto presiona a los transportistas para que moderen los crecientes niveles de existencias... Aunque el 'efecto látigo' del almacenamiento en toda la cadena de suministro se sumó a los volúmenes comerciales anteriores, el proceso de reducción de existencias ha creado desde entonces una holgura adicional en las cifras", comentan los analistas de ING.

"Pese a que este proceso aún no ha terminado, esperamos que el comercio se recupere levemente a lo largo de este año gracias a la reapertura de China, a partir de finales del primer trimestre", sentencian desde el banco holandés. Estos expertos, por el contrario, no prevén en su escenario base (el más probable) una recesión a nivel global.

La persistencia de la inflación, el aumento de los tipos de interés y los crecientes temores sobre una recesión inminente están llevando a los hogares y las empresas a ser más cautelosos con el gasto. Pese a todo, los datos en tiempo real, aunque solo cubren una pequeña cantidad de centros de transporte, muestran que los volúmenes de carga pueden haberse estabilizado o mejorado al final del primer trimestre. Aún así, la recesión podría estar en camino, salvo que los indicadores que nunca fallan estén equivocándose esta vez.

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